La Nación
COLUMNISTAS

Agro e innovación

Es un hecho poco conocido que en la primera década del presente siglo XXI se produjeron en el mundo alimentos más que suficientes para alimentar a una población global de 7 mil millones de seres humanos, no obstante en los países en desarrollo una de cada seis personas padece hambre crónica. Por esto, la seguridad alimentaria mundial es una grave responsabilidad de los gobiernos, sobre todo ante los desafíos planteados por el cambio climático. La innovación en la agricultura y el rol de las biotecnologías, están llamadas a contribuir de manera decisiva en la búsqueda de soluciones conducentes a la abolición de hambre y la desnutrición.

La promoción de la agricultura en países como Colombia es clave para alcanzar la seguridad alimentaria y sustentar el desarrollo. La agricultura representa cerca del 30% del PIB y el 50% del empleo en el mundo en desarrollo. Estos países albergan cerca del 80% de la población mundial y poseen alrededor de 500 millones de pequeñas explotaciones que sustentan a 2 mil millones de personas. En el caso colombiano, desde 1994, la agricultura ha contribuido al total del PIB entre el 10 y el 14%, aparte de satisfacer gran parte de la demanda alimentaria de la Nación, proveer de materias primas a una diversidad de industrias y tener una importante participación  en los mercados internacionales a través de café, banano, azúcar y aceite de palmiste. El sector genera el 21% de los empleos del país y ocupa el 44.8% del área planimetrada nacional. No obstante la importancia de la agricultura, en Colombia como en el resto de  América Latina y el Caribe, la asistencia total oficial en el período 1980-2002 decreció pasando del 8.0 al 2.5%. Precisamente la FAO ha señalado como una de las causas del hambre y la malnutrición a la baja inversión en la agricultura en países en desarrollo, situación contraria se da en los países desarrollados.

El futuro del sector agropecuario se ha de cimentar en la investigación y desarrollo tecnológico orientado a incrementar una productividad agroalimentaria que asegure, a la vez,  el mantenimiento y buen uso de los recursos naturales existentes. Se trata de garantizar a todos los ciudadanos, sin distingo, el acceso a alimentos de calidad y con precios asequibles. En un contexto globalizado como el actual se concibe  la innovación en la agricultura más que como sola adopción de tecnología, como la combinación exitosa de ésta con prácticas autóctonas, nuevos conocimientos, esquemas mentales, instituciones y formas de organización social. Las fuerzas motrices de la innovación en la agricultura pertenecen a factores de mercado, ambientales, políticos, regulatorios, a la vez que tecnológicos.