Como “el motor del desarrollo y la prosperidad en América Latina”, definió el presidente Juan Manuel Santos a la Alianza del Pacífico, cuya VIII Cumbre se desarrolló ayer y cerró con el protocolo adicional al acuerdo marco, que hará “más dinámicas” las economías de las naciones integrantes del pacto regional.
Los presidentes de la Alianza, grupo compuesto por Chile, Colombia, México y Perú, cerraron la Cumbre del grupo, con la firma de un protocolo para la exoneración arancelaria del 92% de los productos, que deja fuera muchas partidas del agro.
La suscripción, que incluye un 92% de los productos que se comercian, estableció un plazo de hasta 17 años para terminar con los aranceles de productos agrícolas denominados "sensibles", como el banano, el café y los frijoles.
"Todavía falta lo más difícil, aplicarlo e institucionalizarlo", reconoció el presidente peruano Ollanta Humala.
Un ‘Dream Team’
El presidente Santos destacó en la inauguración que el objetivo del grupo es avanzar hacia algo que sea mucho más que un tratado de libre comercio.
"La Alianza del Pacífico es la niña bonita cotizada de la región", afirmó Santos, quien calificó al grupo, el más abierto de la región, como un "Dream Team".
Los países del pacto decidieron dejar fuera de este acuerdo a los productos agrícolas denominados como "sensibles", como es el caso de las importaciones de banano y de café que recibe México, o de la entrada de maíz y fríjol en Colombia, que serán desgravados en un plazo de hasta 17 años.
A la cita, Costa Rica acudió como país observador, ya fue admitida en la Alianza del Pacífico y está a la espera de que entren en vigor los tratados de libre comercio (TLC) que firmó con México y Colombia.