CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO/LN
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El principal error de Jeisson Fabiany Aguilar Amaya fue haber presenciado la muerte de su primo Andrés Mauricio Aguilar. El mismo asesino de su pariente segó su vida, pese a que él había advertido meses antes su muerte.
La fatídica historia comenzó en 2010. Para ese año los dos muchachos fueron amenazados de muerte por Miller Celis, alias ‘Leche’, el temido líder de la banda Los Japoneses de la comuna 8 de Neiva.
Al año siguiente, el 6 de febrero, Aguilar Amaya presenció el asesinato de su primo Andrés Mauricio, a manos de Miller Celis, quien tres meses atrás lo había amenazado. Desde ese día, hasta el 27 de marzo de 2011 estuvo escondido por miedo a que lo asesinaran. Pero su madre, luego de mucha insistencia, lo obligó a denunciar ante la Policía.
Por esta razón se dirigió al CAI del barrio Timanco de Neiva, con el objeto de dejar constancia de las amenazas de las que venía siendo víctimas. La Policía le respondió dándole los números de atención policial y una que otra recomendación: “no deambular solo, ni estar hasta altas horas de la noche en sitios que puedan atentar contra su integridad. Su seguridad la crea usted mismo, no de oportunidad para que sea víctima de algún suceso”, le dijeron.
Lo cierto fue que el 16 de febrero de 2012 se cumplieron las amenazas de alias ‘Leche’ contra Jeisson. Pese a las medidas de protección que pidió a la Fiscalía, y no le dieron.
La impunidad
La familia, con todo el dolor pidió justicia, pero desgraciadamente en la jurisdicción penal no se ha materializado esa súplica de las víctimas, cinco años después. Ni la de su primo Andrés Mauricio.
LA NACIÓN consultó al coronel Francisco Gelves, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Neiva, quien afirmó que alias ‘Leche’ tiene orden de captura por homicidio y porte ilegal de armas; y al parecer está prófugo de la justicia.
A la par del proceso en la justicia ordinaria, la familia de Aguilar Amaya demandó al Estado, sobre todo a la Fiscalía, por falla en el servicio en omisión a la protección de su testigo, que terminó muriendo a manos del homicida investigado.
Las dos instancias
El 12 de febrero de 2017 el Juzgado Quinto Oral de Neiva falló en contra de las pretensiones de la familia de Jaisson. Aunque dieron por probados los daños, no acreditaron la denuncia de la víctima, al señalar que nunca puso en conocimiento, ni de la Fiscalía ni Policía las amenazas contra su vida.
De acuerdo con la declaración del intendente Serafín Antonio Imbachi ellos desde la Policía le hicieron acompañamiento al denunciante, “pero no puede pretender que el seguimiento fuera permanente puesto que no es esa la función del cuerpo de vigilancia de la Policía”, señala la providencia de primera instancia.
Ante esta situación, la familia insistió en la apelación y dijo que el ente acusador jamás le dio protección al testigo y no lo vinculó al programa de víctimas, pese a que de manera personal hizo la denuncia.
Pese a los argumentos que esgrimió el defensor de las víctimas, no fueron tenidos en cuenta por el Tribunal Contencioso Administrativo, en segunda instancia, y su decisión fue confirmar la primera. Sobre todo, porque no se pudo demostrar la relación entre la denuncia y el asesino de Jeisson.
La familia hoy sigue esperando justicia, tras la muerte de los dos jóvenes. Entre tanto, Miller Celis, alias ‘Leche’, líder de la banda sigue prófugo de la justicia.
Jeisson avisó su muerte
Antes de su muerte, Jeisson Fabiany relató a la Fiscalía aquel episodio angustioso, el 21 de febrero de 2011, a unos días de que mataran a su primo. Testimonio que reposa en los expedientes del Tribunal Contencioso Administrativo del Huila y la Fiscalía.
“Hace aproximadamente como 5 meses cuando yo iba caminando para donde mi tía Nora y para donde mi prima Gina en el barrio Florida, cuando me encontré con el señor Miller Celis, apodado como Leche, quien al verme se me acercó y me apuntó con dos armas de fuego diciéndome que me levantara la camisa y me siguió apuntando al estómago diciéndome que me iba a matar a mí y a mi primo Andrés Mauricio Aguilar, que él no iba a descasar hasta matarlo diciéndomelo con groserías…”, relató, al tiempo que dijo que para el mes de enero de ese mismo año se volvió a encontrar a Miller, quien iba de parrillero en una moto y le volvió a advertir de la amenaza.
Lo cierto fue que al mes siguiente mataron a su primo. “El día domingo 6 de febrero como a las dos de la tarde salí de mi casa para donde mi tía Nora a almorzar, y cuando iba caminando por la avenida del barrio San Carlos escucho muchos disparos y pues yo me asomé a ver qué era lo que pasaba, desde una esquina donde queda un taller de ornamentación, desde ahí pude ver que Andrés Mauricio iba conduciendo su moto y detrás de él iban dos motos persiguiéndolo en la que iban cuatro personas que le estaban disparando a Andrés Mauricio, y lo hicieron estrellar contra el sardinel, él se paró y salió corriendo para una casa esquinera donde él intentó entrar pero le cerraron la puerta y se cayó al piso, en ese mismo momento se bajó de una de las motos Miller ‘Leche’, quien se fue hacia él, y puso un pie en la espalda y comenzó a dispararle en varias ocasiones como con una pistola”, afirmó.
La muerte de Andrés Mauricio Aguilar Bustos
Al parecer la muerte de Andrés Mauricio Aguilar Bustos se produjo porque fue testigo de un hecho criminal. Vecinos del barrio Florida (Comuna 8 de Neiva), aseguran que él estaba en una tienda cuando dos sujetos lanzaron una granada contra la vivienda de Gineth Girón, en 2006. Al parecer uno de los delincuentes era alias ‘Leche’, quien vio a Andrés Mauricio.
Tras ser intimidada la familia Aguilar, y de ser tratada de ‘sapos’. Decidieron marcharse a Palermo en 2008, a iniciar una nueva vida. Sin embargo, por asuntos laborales Andrés Mauricio tuvo que regresar a Neiva a trabajar en la Trilladora Vargas.
Así, el 6 de febrero de 2011, cuando iba a donde una familiar al barrio Los Alpes de la Comuna 8. Cuatro sujetos, subidos en dos motos lo persiguieron, lo hicieron caer de la moto y finalmente lo acribillaron de siete tiros.
Así mataron a Jeisson
A Jeisson Fabiany lo mataron un 16 de febrero de 2012 cerca de su casa en el barrio Puertas del Sol de Neiva, donde vivía con su mamá Elvira Amaya. Tenía 22 años, y murió a 50 metros de su vivienda intentando sacar los papeles para que lo atendieran en el centro de salud.
Meses antes de su muerte se había dedicado a vender ropa interior y frutas por las calles de Neiva. Para entonces, su tía Nora Libia, le relató a este medio “él tenía su vicio, pero no le hacía mal a nadie, no era ladrón”. Del Ejército había salido por indisciplina.
