La Nación
‘Angie Marcela es el ángel de mi vida’ 1 17 mayo, 2024
NEIVA

‘Angie Marcela es el ángel de mi vida’

‘Angie Marcela es el ángel de mi vida’ 7 17 mayo, 2024
Angie Marcela Martínez Guerrero, sufre de hidrocefalia obstructiva que la mantiene sin movimiento en su cuerpo.

Como si fuera un ángel enviado desde el cielo llegó Angie Marcela Martínez Guerrero a la vida de la pareja conformada por Jamer Martínez y Lucelly Guerrero, naturales de Algeciras- Huila, y quienes sin imaginarse lo que deberían afrontar, con el diagnóstico médico de hidrocefalia obstructiva que padece la menor.

Al nacer Angie Marcela, fue sometida a una cirugía para implantar en su cerebro una válvula, que la obligó a permanecer durante un mes recluida en un centro asistencial de Neiva.

“Desde ese momento hemos venido luchando duro contra la enfermedad de mi niña, nos ha tocado vender todo lo que tenemos, hasta el lote que teníamos para poder darle el tratamiento que ella debe tener para garantizar su calidad de vida”, afirmó Jamer Martínez.

En busca de ayuda

Jamer Martínez padre de Angie, desesperado por ayudar a su hija ha tocado puertas desde diferentes lugares en la búsqueda de algunas ayudas que le permitan realizar el tratamiento de terapias físicas, con las que pueda mejorar el movimiento en su cuerpo, sin embargo los escasos recursos económicos dificultan su situación.

El tratamiento especial de terapias físicas para el movimiento de su cuerpo, es vital para garantizar una evolución en la salud de la menor, ya que la enfermedad la mantiene cuadripléjica, postrada en una cama en donde sus padres y hermanos Jhoan Daniel de 11 años de edad y Luisa Lizeth de ocho, le brindan amor y cariño de familia.

“Estuvimos viniendo hasta Neiva pero por falta de recursos se suspendieron, y eso ha generado más retrasos en ella ya sus pies se están torciendo y el cuerpo se pone cada vez más inmóvil”, expresa el padre.

El amor de padre ha obligado a Jamer a renunciar a su actividad laboral, debido a que la responsabilidad del cuidado no solo puede acarrearse a la joven madre, quien ha tenido que dedicar su tiempo al cuidado de su hija menor.

“La niña a medida que va creciendo se pone más pesada y todo se vuelve más complicado para moverla, por eso he tenido que dejar de trabajar y dedicarme al cuidado y ayuda de mi hija”, expresó Lucelly Guerrero, madre de Angie Marcela.

El drama

“El año pasado no pudimos darle las terapias físicas como debían ser, ha sido difícil diariamente venir desde Algeciras a Neiva para realizarle la terapia, por lo menos debemos tener disponibles 50.000 mil diarios para solo el transporte que se suman a otros gastos”, afirma Jamer.

Además agrega que “lo que más me asombra es que una niña ha logrado mostrar mejoría con las terapias, por eso necesitamos urgentemente lograr un lugar para vivir y establecernos en Neiva”.

Además, el padre explica que a causa de la dificultad del traslado, la niña ha perdido ya la capacidad de moverse de forma total, igualmente que su digestión se complique ya que los músculos del estómago no funcionan de manera normal.

“Ella no puede comer alimentos normales debido a que su estómago no tiene los movimientos normales ni la función digestiva, debe consumir vitaminas especiales sin exceso de hierro, además de contar con un espacio adecuado”, dice Jamer.

Amor de padre

“Estar al lado de mi hija, me hace comprender verdaderamente qué se puede hacer para ayudarla. Esto hace entender el amor incondicional de padre por sus hijos”, expresa Jamer.

La decisión de trasladarse a Neiva del todo para garantizar la mejoría de Angie se centra en la esperanza de salir del pueblo hacia la capital huilense para establecerse, sin embargo las oportunidades de empleo son escasas y todo se vuelve más difícil con la enfermedad de la pequeña.

“Tengo la fe puesta en Dios que alguien me pueda ayudar, necesitamos un lugar donde quedarme con mi hija y mi familia, hasta ahora Dios no nos ha desamparado, y sé que él no nos abandona”, asegura el padre.

Para Jamer, su esposa e hijos es fundamental lograr establecer un sitio para garantizar su estadía y la de su familia con el propósito de poder asistir a las terapias diarias con Angie Marcela, lo que pueden lograr únicamente llegando hasta la ciudad.

“Yo sé que el traerla a Neiva le garantizará su mejoría. De mi familia es mi niña a quien más amo, y espero que alguien me ayude. Para nosotros la prioridad es la salud de Angie”, afirma Martínez.

El diagnóstico médico de la enfermedad de Angie, indica que sus probabilidades de vida se prolongarían solo hasta cuando tenga trece años de edad, sin embargo la fe puesta en los cuidados de sus padres, permitirá que la niña pueda disfrutar de la vida, y caminar tal y como lo sueña su padre.

“Los médicos dicen que hay que tener paciencia, que esto me llegó a mí como una bendición, las probabilidades de vida de Angie se extienden hasta los 13 años de edad, pero yo sé que no va a ser así yo voy a luchar por mi niña hasta donde sea, tengo fe en Dios que ella se va a mejorar”, concluye Jamer Martínez, padre de Angie Marcela.

Ayudas

La situación económica de la familia se complica con la ausencia de trabajo, sin embargo el esfuerzo y la esperanza de ver a la pequeña con mejor estado de salud, hace que la perseverancia y la esperanza de salir adelante se deposite en la voluntad de quienes desean ayudar de corazón.

La familia Martínez Guerrero, genera el sustento diario de las ayudas que la gente de buen corazón les brinda, además de rebuscar lo que se necesita para Angie Marcela y sus hermanitos, que con el esfuerzo de sus padres han podido asistir a la escuela, a pesar de la situación que padecen.

“Los hijos son hijos y hay que luchar por ellos hasta lo último. El sueño más grande para el amor de padre está en ver caminar a su hija algún día. Angie es angelito del cielo, alegre que sonríe a pesar de su enfermedad, un ser humano que nos da alegría a pesar del problema económico y de la lucha que hemos tenido que mantener”, afirma la madre.

“Quienes deseen brindar una ayuda para mi hija Angie Marcela regalándonos pañales etapa tres, leche y demás alimentos que se puedan proporcionar, pueden contactarnos al teléfono 3115421079. Espero de corazón que el gesto de la gente haga comprender que nadie puede robar la esperanza, nadie puede quitarnos la esperanza de ver a mi hija mejorada”, concluye Jamer.