La Asamblea General de afiliados de La Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU – HUILA) realizada el día 9 de marzo del año en curso decidió, de manera unánime, hacer un ferviente llamado a la comunidad Universitaria integrada por Profesores, Estudiantes y Egresados a VOTAR EN BLANCO en la consulta estamentaria, convocada por el Consejo Superior Universitario para la designación del próximo rector de la Universidad Surcolombiana. Esta decisión se fundamentó en los siguientes ASPECTOS:
1) En la consulta estamentaria del próximo 18 de marzo, la mayoría de estudiantes matriculados, incluso de egresados, no podrán participar debido al confinamiento ocasionada por la pandemia por COV D 19 que estamos afrontando. Este hecho hace el proceso excluyente, discriminatorio, ilegítimo, amañado y elitista.
2) La falta de medios y espacios de difusión y deliberación, amplios y participativos, en torno a las propuestas programáticas de los aspirantes, necesario para la toma de decisiones por los potenciales sufragantes de manera informada.
3) Los escándalos públicos, en los cuales se han visto involucrados dos de los aspirantes ternados. Independientemente de que lo afirmado en tales difusiones sea verdadero o falso, se tiende por lo menos un manto de duda que hace perder la credibilidad en los ternados, en la consulta estamentaria y en la propia Universidad.
4) Los continuos aplazamientos del proceso, respondiendo a las exigencias de la emergencia sanitaria, y el nombramiento de rectores en encargo, ha producido un desgaste evidenciado en la desmotivación de buena parte de la Comunidad Universitaria que se ha querido desentender y hasta marginar tanto del proceso como de los ternados. Parece que sólo los candidatos y los pocos seguidores que aún les quedan le apuestan a un proceso cada vez más precario en el cual aspiran ganar con los escasos votantes que estén dispuestos a participar en estas espurias circunstancias.
5) El mecanismo de la terna en el proceso de nominación del rector de la Universidad Surcolombiana no representa ningún avance en la implementación de la anhelada democracia universitaria. Se trata de un juego donde ya la suerte está echada. Es el Consejo Superior el que define la terna (la mayoría de las veces sin atender las necesidades, aspiraciones y proyecciones de la Universidad y de su entorno). Funestos antecedentes de este proceso arrojan un balance bastante negativo. En efecto, más del 90% de los rectores escogidos a través de este mecanismo autocrático ha sido destituido por el Consejo de Estado atendiendo demandas que, en su gran mayoría, denuncian irregularidades en el manejo del proceso por parte del Consejo Superior Universitario.
6) La maltrecha imagen pública de la Universidad se ha puesto una vez más en entredicho a consecuencia de la intromisión en Ella de las prácticas clientelistas, burocráticas y gamonalezcas propias de las malhadadas prácticas electorales que hacen parte fundamental del folclor político Nacional. Es necesario recuperar la confianza y la credibilidad del Entorno Local y Regional actuando con transparencia y pulcritud.
El voto en blanco, más allá de los resultados cuantitativos que pueda lograr, tiene un profundo contenido simbólico como mensaje de pulcritud, transparencia y confianza para la recuperación de la credibilidad en la Universidad y en sus estamentos. Además, permitirá deslegitimar un proceso electivo que casi siempre está direccionado por el Consejo Superior en favor de una orientación política y un candidato e incorpora todas las prácticas malsanas y los extravíos clientelistas y demagógicos de la politiquería criolla. Consideramos que la escogencia del Rector debe estar a cargo de la comunidad Universitaria por elección directa, sin injerencias indebidas de organismo de dirección alguno.
Aunado a esta manifestación legítima, proponemos consolidar un gran movimiento social que dé al traste con la dictadura y el autoritarismo del Consejo Superior Universitario mediante una profunda reforma estructural de nuestra normatividad en la cual se evite la concentración del poder para la toma de las decisiones fundamentales sobre el desarrollo Académico Administrativo de la Universidad y se amplíen los espacios de participación democrática. Esta reforma debe hacerse a través de un mecanismo que garantice una amplia participación de la comunidad Universitaria, el cual puede ser una Asamblea Estamentaria con plena potestad para legislar o una Constituyente Universitaria con iguales poderes y alcances.
Convirtamos el VOTO EN BLANCO en un espacio de expresión de nuestra inconformidad manifiesta y en un proceso pedagógico que conduzca a la movilización por el rescate de nuestra casa de estudios de las penurias de quienes la asedian y usufructúan convirtiéndola en botín burocrático para satisfacer sus apetitos personales y de quienes los catapultan con similares intencionalidades.
Llamamos a no escatimar esfuerzos en la búsqueda de la plena democratización del gobierno y la vida universitaria, comprometiéndonos con la generación de amplios espacios de participación y decisión que materialicen la pregonada autonomía y autodeterminación que debe caracterizarnos como centro del conocimiento, la razón y paradigma de la democracia.
ASAMBLEA GENERAL DE AFILIADOS DE LA ASOCIACIÓN SINDICAL DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ASPU-HUILA