La Nación
COLUMNISTAS

Atención a la mujer víctima

Según cifras de Medicina Legal, durante 2013 hubo 1.952 casos de violencia en pareja en el Huila, lo que ubica al departamento  en un deshonroso séptimo lugar  a nivel nacional, siendo Neiva el municipio con el panorama más crítico al recoger el 78 por ciento del total de denuncias.
 
Es una realidad que aterra. Diariamente cuatro mujeres huilenses son agredidas sin consideraciones, casi que en medio de un silencio cómplice. En lo corrido del año, 12 han sido víctimas de asesinatos, sin que pase nada. 
 
Por lo anterior y muchas razones más, es de la mayor importancia la celebración de ‘La Semana contra la Violencia de la Mujer’ que se cumplió en el país, y la movilización en Neiva y otros municipios del departamento para visibilizar una realidad que ha permanecido oculta tras siglos de discriminación.
 
Aunque en el equivocado imaginario social se considere que la violencia, por ser común, es lógica, no la vamos a tolerar más. ¡No la vamos a cohonestar! Todos nos debemos concientizar de la urgente necesidad de frenar el abuso contra nosotras.
 
La agresión contra la mujer -especialmente la ejercida por la pareja y la violencia sexual- constituyen un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de género que no puede seguirse manteniendo en el anonimato o detrás de unas paredes.
 
Aunque en Colombia existen caminos para que las mujeres agredidas o maltratadas reciban atención y denuncien, debe haber prioridad y acompañamiento de las autoridades. Por eso, me propongo desde aquí que el Gobierno Departamental proyecte la creación de una oficina de atención a la mujer víctima de violencia de género, como una estrategia transversal a la línea de acceso a la justicia.
 
El objetivo es el fortalecimiento y empoderamiento de las instituciones públicas y la mejora de su relación con la víctima, así como la implementación de estrategias de prevención del delito, contribuyendo en última instancia a la lucha por acabar este flagelo social.
 
Debemos ofrecerles a ellas una ruta de servicio que les brinde orientación en el proceso de recepción de quejas de cualquier tipo de violencia: física, psicológica, sexual y económica/patrimonial. Así mismo, informar sobre las medidas de protección, los derechos  que tienen y los mecanismos para garantizar el acceso a los servicios que les ofrecerá el Departamento.
 
Debemos propender por el reconocimiento, la garantía y restablecimiento de los derechos de las mujeres, y el avance en la erradicación de las violencias de género, para así garantizar una Esperanza para el Huila.