La Nación
EDITORIAL

Audaz propuesta

La zona de concentración para las Farc propuesta por el ex presidente Álvaro Uribe, no es descabellada. Aunque aparezca inviable, la iniciativa es un viraje en la tradicional posición del ex mandatario colombiano frente a las negociaciones de paz que entraron en una fase crucial.

La fórmula para que los guerrilleros se concentren en una zona vigilada, con verificación y sin necesidad de entregar sus armas antes de la firma de un acuerdo de paz, es una iniciativa audaz que no debe descartarse. Por el contrario, debe debatirse, analizarse con cuidado y mejorarse. Ese es verdadero alcance para agilizar las negociaciones y firmarse el acuerdo final.

En el pasado, el M-19 se concentró en “campamentos urbanos” antes de dejar las armas. Claro, en este caso, la figura es distinta, limitadas y vigilada por el Estado. Por eso no es una utopía.

La sola propuesta lleva implícito un claro mensaje de persistir, pese a los cuestionamientos, en los diálogos de paz. No la suspensión de los diálogos ni levantarse de mesa, como se planteó inicialmente, en la pasada campaña.  Ese es otro punto favorable. No se trata de oponerse ciegamente a un proceso que puede ser la última posibilidad para pactar la paz y acabar con el conflicto armado. La idea oxigena el debate en la fase final, la más clave, frente a la desmovilización y la reinserción a la vida civil.

Pero además, para desescalar la guerra y crear condiciones para la dejación de las armas, con monitoría y participación de la comunidad internacional, que les dé garantías de seguridad.  Pero también como otro paso para comenzar a pactar el cese bilateral del fuego. Ese es el viraje.

Que sea una o varias zonas de concentración, vigiladas por el Estado hará parte del debate. Lo mismo que las garantías, el sostenimiento o la manutención de los guerrilleros concentrados harán parte de la discusión. El gobierno debe considerar la iniciativa como los propios negociadores, quienes finalmente tendrán la última palabra.

El que el ex presidente Uribe, el más radical opositor de los diálogos de paz con las Farc, presente una fórmula para destrabar las negociaciones y agilizar el acuerdo, es de por sí un logro. Y una señal de los avances que están logrando en la mesa de negociación. La otra señal, también importante, la definición de un “protocolo” para devolver a menores de 15 años reclutados por las Farc. Y desde luego, el fortalecimiento del plan de desminado y la designación de nuevos delegados.

“La sola propuesta lleva implícito un claro mensaje de persistir, pese a los cuestionamientos, en los diálogos de paz”.

 
Editorialito

El líder campesino Daniel Velásquez Durán falleció en Baraya, su tierra natal, atacado por un enjambre de abejas africanizadas. Una pérdida sensible para su comunidad.