La Nación
EDITORIAL

Bomberos en emergencia

Muy preocupante es la situación de la mayoría de cuerpos de bomberos o voluntarios en el Huila, tal vez con excepciones como Pitalito, que tiene una importante organización de años, y Neiva, por tratarse de la ciudad capital del departamento. La noticia recién publicada por este medio, ‘Los bomberos trabajan con las uñas’, debe servir de llamado de alerta para fortalecer los equipos de socorro, dotar a los miembros y hacer cumplir la Ley que los cobija.   

En medio del fenómeno de ‘El Niño’, que inició hace 10 meses, han tenido que atender 751 incendios forestales sin herramientas y equipos adecuados, “con baldes y desplazándose hasta en bicicleta”. Los hombres y mujeres vestidos de rojo, a veces con cualquier prenda, entrenados profesional o empíricamente para salvaguardar la vida  de los demás, no tienen el respaldo oficial para acudir al llamado de quienes lo requieran.

También hay reporte de la falta de mantenimiento de las unidades, que con el paso de los años se han ido deteriorando ante el olvido de los entes gubernamentales, que deberían garantizar el óptimo funcionamiento de todos y cada uno de los recursos que requieren estas instituciones comprometidas con voluntad a prestar atención y servicio a las comunidades en peligro. 

Lo lamentable es que suceda a  pesar de que hay una Ley que los ampara, y obliga a los alcaldes a crear los cuerpos de bomberos o a firmar convenios con los voluntarios, so pena de incurrir en faltas graves. La Ley 1575 o Ley General de Bomberos de Colombia creó una estructura bomberil con funciones específicas, y establece el Fondo Nacional de Bomberos para fortalecerlos y dotarlos de los elementos necesarios, con ingresos provenientes de las aseguradoras y presupuestos gubernamentales.

La Ley está creada y las herramientas están allí, lo que hay es un incumplimiento por cuenta de las autoridades locales, que piensan que los recursos que deben asignarse para la prevención y atención de incendios y actividades conexas son las migajas que se caen de la mesa.

Es claro que las autoridades no han entendido, o no quieren, la responsabilidad legal que tienen de proteger a través de los cuerpos de bomberos voluntarios, donde existan o de la creación de unos oficiales, si es que el presupuesto les alcanza, para así garantizarle a toda la población la atención y protección de la vida y bienes. Y a los socorristas salvarles el pellejo para que no se declaren en permanente emergencia.

 

“Lo lamentable es que suceda a  pesar de que hay una Ley que los ampara, y obliga a los alcaldes a crear los cuerpos de bomberos o a firmar convenios con los voluntarios”
 

Es un gran triunfo para el cine y talento colombiano la nominación de la película El abrazo de la serpiente, del colombiano Ciro Guerra, a los Premios Oscar. Lo celebramos.