A menos de un mes de la consulta estamentaria, los candidatos a la rectoría de la Universidad Surcolombiana hablan con LA NACIÓN. Nidia Guzmán, Nelson Gutiérrez y Luis Alberto Tamayo exponen sus propuestas y se refieren al futuro de la más importante casa de estudios del Huila.
Jesús Antonio Rojas Serrano
La Universidad Surcolombiana de Neiva se apresta a elegir rector en propiedad, luego que el Consejo Superior decidiera reactivar el proceso eleccionario que fue suspendido por la pandemia.
La consulta estamentaria presencial se llevará a cabo el próximo 18 de marzo. Los votantes –estudiantes, docentes y egresados—decidirán entre la licenciada en Lenguas Modernas y en Educación Preescolar, Nidia Guzmán Durán; el ingeniero agrícola Nelson Gutiérrez Guzmán; y el exdirector del Sena, Luis Alberto Tamayo Manrique.
Los ternados hablan con LA NACIÓN y exponen sus propuestas.
Conozco a la Universidad como la palma de mi mano: Nidia Guzmán
¿Qué le está proponiendo a la comunidad universitaria?
Quiero ser rector de nuestra Universidad Surcolombiana porque la conozco como la palma de mi mano; la conozco a través de todos los estamentos en los cuales he podido estar como estudiante, docente catedrática, como docente de planta, como docente administrativa. La Universidad me ha dado la oportunidad de ejercer cargos administrativos y me ha permitido administrar recursos. Toda esta experiencia académica y administrativa que he tenido en la Universidad es lo que me ha permitido que muchos docentes y estudiantes apoyen el proyecto de Nidia Guzmán. Es un proyecto que tiene una propuesta fundamentada en el plan de desarrollo de la Universidad, aterrizada y que va a responder por la formación de los docentes y estudiantes. Es una propuesta que va a proyectar a la Universidad en materia social. La Universidad tiene que estar en todo el entorno. Es una propuesta que contempla la potenciación de la investigación en la Universidad. Vamos a darle la oportunidad de hacer investigación a docentes catedráticos y egresados. Vamos a trabajar por el bienestar de los docentes y estudiantes.
¿Qué desafíos trajo la pandemia?
Ya tenemos que hablar de una universidad pospandemia, con una infraestructura tecnológica, que permita que la universidad esté en todo el país. Antes de llegar la pandemia, yo hablaba de la educación virtual de calidad. La pandemia nos llegó y nos tocó al trote adaptarnos a la tecnología. Nos falta mucho y tenemos que hablar de infraestructura tecnológica.
¿Qué compromisos adquiere frente a la reacreditación institucional?
Adquiero todo el compromiso y en eso tengo experiencia. Una de las tareas que me propuse al llegar a la facultad de Educación era acreditarla toda y lo logramos. Esta acreditación fue insumo importante para la acreditación institucional. En esa época, se exigía que la Universidad Surcolombiana presentara 14 programas acreditados y desde la facultad de Educación, con 8 programas acreditados, le dimos a la Universidad más del 50% de la acreditación. Tenemos que conseguir la renovación de la acreditación. La Universidad puede hacerlo.
¿Qué cuentas está haciendo en materia electoral?
Yo estoy muy contenta porque sigo contando con el equipo que tuve hace dos años. La mayoría de docentes está acompañando esta causa, así como estudiantes y graduados. Ellos están diciendo: profe estamos con usted. Me siento muy tranquila y segura.
Usted ha venido denunciando ataques, pero ya algunos están diciendo que lo que busca usted es generar lástima, ¿Qué opina?
Quienes dicen eso están muy equivocados porque si eso hubiese sido así, lo hubiera hecho desde el año pasado cuando sacaron unos audios ilegales cuyo único objetivo era atacarme. Esos audios fueron producto de un plan contra Nidia Guzmán. De mi vida, han averiguado absolutamente todo y no han podido encontrar nada. Mi papá me decía: si uno coge un peso que no es de uno, pierde dos. No encontraron nada y terminaron haciendo un montaje. No contentos con eso, ha habido una amenaza física y no salí a los cuatro vientos a decir. Fue algo que me afectó mucho. Es triste que le digan a uno: renuncie o aténgase a las consecuencias. En ningún momento estoy tratando de ser la víctima. La persecución viene de tiempo atrás porque soy mujer, porque creen que las mujeres no somos capaces de dirigir una institución.
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La Universidad debe retomar el rumbo académico: Nelson Gutiérrez
¿Qué le está proponiendo a la comunidad de la Usco?
De manera concreta, la propuesta nuestra pretende retomar las funciones misionales de la institución, es decir, la Universidad debe dedicarse a las funcionales a las cuales la sociedad le ha encomendado, principalmente, una formación académica de calidad, una investigación de impacto y la utilización de todo el recurso humano y su infraestructura al servicio de las comunidades. Lo que pretendemos es que la Universidad retome el rumbo académico, que la Universidad sea destacada en el contexto regional, nacional e internacional por sus aportes a la ciencia y a la formación de recurso humano. Esa es la estructura de nuestra propuesta, es decir, la Universidad se debe dedicar a convertirse en el soporte académico y científico que requiere la región.
Con la pandemia la forma de brindar educación cambió, ¿Qué propone en este aspecto?
Nosotros tenemos tres funciones misionales y en la función de docencia, tuvimos que adaptarnos rápidamente a las exigencias del mundo actual. Evidentemente, tenemos que poner en práctica esas enseñanzas. Hay que seguir utilizando la mediación virtual en algunos cursos que son teóricos; habrá luego que evaluar de manera seria la efectividad y asimilación de los conocimientos por parte de los estudiantes. En las otras dos funciones misionales que tienen que ver con investigación y proyección social, la Universidad tiene que retomar el rumbo presencial. Hay que ser eficientes, por ejemplo, en la distribución de aulas. Nosotros tenemos un problema grave en el campus y es que tenemos escasez de aulas para el número de cursos que estamos ofreciendo.
Pero, ¿Estaba la Usco preparada para ofrecer clases de manera virtual?
En principio, hay que reconocer que ni la Usco ni otras universidades en Colombia estaban preparadas para esta eventualidad, y no solamente los docentes, sino los estudiantes. Nos cogió por sorpresa a todos, pero rápidamente nos adaptamos y aprendimos. En ese sentido, sacamos adelante las actividades de docencia.
De cara a la consulta estamentaria, ¿Con qué votos cuenta?
Nosotros tenemos una importante aceptación de la comunidad estudiantil y de docentes. En el recorrido que hacemos permanentemente, tanto estudiantes como docentes han entendido que el rumbo que necesita la Universidad es el académico. Hay una gran aceptación de esta propuesta en facultades como Economía y Administración, Ciencias Jurídicas y Políticas, Salud e Ingeniería, que es mi facultad de base. También hemos hecho un trabajo importante en las facultades de Educación, Ciencias Exactas y Naturales y Ciencias Sociales y Humanas, en donde tenemos grupos importantes de amigos que nos están acompañando.
¿Qué tan difícil ha sido transmitir el mensaje en estos tiempos de pandemia?
Hemos utilizado los medios tecnológicos para hablar con los estudiantes. Hemos participado de manera virtual en las clases que están impartiendo los docentes, nos permiten un espacio muy corto y tenemos una charla rápida. Con los docentes, hemos hecho también reuniones virtuales y en grupos pequeños.
¿Qué opinión tiene usted de Luis Alberto Tamayo y Nidia Guzmán, los otros integrantes de la terna?
En el momento en que el Consejo Superior escoge la terna, hizo una selección de hojas de vida que corresponden a profesionales que tienen las condiciones para llegar al cargo de rector.
¿Qué lo diferencia a usted de ellos?
Yo estoy formado para la academia. Yo soy un académico e investigador y hoy quiero, precisamente, entregar todo mi conocimiento y capacidad para devolverle a la Universidad el rumbo académico. Es importante que hoy la Universidad sea dirigida por un académico que entienda procesos de acreditación institucional. Yo soy par académico nacional e internacional; sé cómo se adelantan los procesos de acreditación y hoy la Universidad tiene un reto importante, principalmente, para atender el proceso de reacreditación institucional. En ese sentido, tengo claro cuál es la estrategia que debe emprender la Universidad para sacar adelante ese proceso.
Le apostamos a promover la honestidad: Luis Alberto Tamayo
¿Cuáles son sus propuestas?
Nuestro programa está dividido en dos orientaciones, una estratégica y otra operativa. Dentro de lo estratégico, estamos haciendo fuerte énfasis en una acreditación social de la Universidad. Día a día, la Universidad Surcolombiana está perdiendo confianza y credibilidad social. Por eso, es importante que la Universidad sea un actor protagónico en la región surcolombiana y que se convierta en un proveedor de soluciones a todas las problemáticas desde sus servicios misionales: la formación, investigación y la proyección social.
La pandemia ‘desnudó’ que la educación superior no estaba preparada para dar un salto tecnológico, ¿Qué opina?
Lo habíamos advertido desde antes de la pandemia y es una de nuestras propuestas estratégicas: la transformación cultural y digital de la Universidad Surcolombiana. Es importante traer a colación el rezago tecnológico que tiene la Universidad; es un rezago de 20 años. Hace 20 años, un grupo de docentes trabajó en un proyecto de hacer de la Surcolombiana una universidad virtual; con ese proyecto se maletearon recursos en el Gobierno Departamental; los recursos se asignaron y no se aplicaron a la universidad virtual. Olvidando el pasado, nos toca hacer grandes esfuerzos no sólo tecnológicos sino culturales, pedagógicos y didácticos para apropiar tecnologías y vincularlas en forma directa a todos los procesos de aprendizaje de la Universidad. No quiere decir que vamos a excluir los trabajos presenciales, estamos diciendo que necesitamos trabajar fuertemente con toda una serie de herramientas virtuales que nos permitan posicionarnos como una universidad moderna que mira a la globalización.
Frente a la reacreditación institucional, ¿Qué compromisos adquiere?
La reacreditación institucional es una obligación de la comunidad académica, no de una administración. Es un trabajo colectivo en donde la participación y la inteligencia colectiva del alma mater deben poner todos sus mayores esfuerzos para lograrlo. Por fortuna, ya se está avanzando y esperamos lograrlo. Mi compromiso con la reacreditación institucional es total, es una acción imperativa para cualquiera que sea rector.
¿Cómo ha hecho para hacer campaña?
Estamos haciendo una campaña digital y por medios de comunicación. En lugar de desgastarnos en otras acciones, en espectáculos y en controversias personales, hemos decidido centrarnos y focalizarnos en propuestas que redireccionen la Universidad.
¿Cómo se siente electoralmente?
La Universidad es un país insular, es un archipiélago, en la que convergen corrientes de todo tipo, político, académico, de intereses administrativos y contractuales y de factores subterráneos. Hacer converger a las mayorías en una forma monolítica es muy complicado. Tenemos gente en todos los sectores que están apostándole a una rectoría que promueva la honestidad, las buenas prácticas y la terminación de toda una serie de rencillas y de intereses por los recursos de la Universidad. Desde esa óptica estamos trabajando para que docentes, estudiantes y egresados lo hagan por este propósito.
¿Qué lo diferencia a usted de los otros dos ternados?
Tengo los mejores conceptos académicos de ellos. Les observaría que están un poco desfasados en los propósitos de la Universidad y lo digo desde la condición de espectador de ese espectáculo que están generando, casi que un reality, alejado de todo propósito académico que es lo que queremos en la Universidad.