La Nación
Cecilia López Montaño
COLUMNISTAS OPINIÓN

Candidatos presidenciales inviables

Cecilia López Montaño

 

En medio de esta campaña presidencial hasta ahora tan deslucida, que flaco favor le están haciendo esos innumerables precandidatos que realmente no tienen ninguna posibilidad. Son terriblemente egoístas porque muchos lo que pretenden es ganar protagonismo para alcanzar posiciones menores. Es su vía para acortar su carrera al Congreso de la República o para llegar a alcaldías o gobernaciones en distintas partes del país. Lo peor de todo, es que líderes como Álvaro Uribe están promoviendo personajes locales que no dan ni siquiera para cargos de último nivel.

Uno de los grandes pecados que se les puede atribuir, es que están distrayendo al electorado que ante este inmenso número de nombres solo se limitan a decidir si los conocen o no, lo cual evita lo crítico en una campaña: el debate de ideas. En medio de semejante situación del país, cuando a todos los dramas históricos ahora se suman los que se evidenciaron y acentuaron con la pandemia como la desatención del gobierno al proceso de paz, la incapacidad de muchos de los gobernantes actuales resulta que las grandes ausentes son las ideas de cómo abordarlos en los próximos años.

Cómo se puede impedir al menos que las precandidaturas presidenciales se utilicen como vía para conseguir apoyos para cargos menores, sería una pregunta pertinente. Si no existe vía legal, al menos utilizar algo que en Colombia se ha perdido, la sanción social para detener esta práctica. Es decir, sancionar aquellos que trataron de acortar su camino distrayendo la elección presidencial, no votando por ellos para los cargos a los que realmente pueden aspirar.

Necesitamos que la campaña presidencial más importante de las últimas décadas por la complejidad de la situación actual y de la que se prevé en los próximos años, se caracterice por su seriedad. Definitivamente no es serio tener más de cincuenta personas participando en esta contienda. Todos aquellos que no tienen ninguna posibilidad háganle un gran favor al país retirando sus nombres.

Cuando solo sean cuatro o cinco y no cincuenta nombres compitiendo de verdad por la Primera Magistratura, los colombianos podemos exigirles que abran el debate, que respondan las grandes preguntas nacionales, la única manera de distinguir tendencias. Solo así saldremos de esta mediocridad de debate presidencial en el cual estamos los colombianos. Todos diciendo lo mismo sin confrontaciones reales. Además, se acabaría lo peor: los insultos, las descalificaciones entre ellos, que solo ayudan a la desmotivar al electorado y llevarlo al voto en blanco que sería lo peor que le pude pasar a este país.

Por todo lo anterior y mucho más, limpien esta lista ustedes, los que sobran, antes de que los sacrifiquen los votantes y les eliminen cualquier posibilidad de llegar a los cargos que realmente buscan. Si no lo hacen, van a salir realmente quemados no solo en las elecciones presidenciales sino en cualquier otra. No es una simple amenaza es una realidad porque los colombianos estamos cansados con esta forma de tomar el acceso al poder como si se tratara de un juego sin consecuencias. El país sabe muy bien quienes conforman la lista de candidatos inviables. No crean que el electorado es tan ignorante.