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Carta abierta a los taxistas de Neiva 2 26 abril, 2024
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Carta abierta a los taxistas de Neiva

Carta abierta a los taxistas de Neiva 8 26 abril, 2024Mi nombre es Diana Patricia Garcés Buitrago, he vivido en la capital huilense toda mi vida y en este escrito quiero expresar mi inconformidad con el servicio y la forma de manejar de las personas que tienen este tipo de transporte público. En realidad creo que es pésimo y muchos de ellos son un peligro al volante.
 
Primero empiezo por decir que muchas veces malo generalizar, pero lamentablemente en estos casos siempre unos pocos dañan el trabajo que realiza un gremio, pero creo que debía hacer esta crítica constructiva, con el fin de que los dueños de los taxis, los conductores y las empresas a las cuales están afiliados tomen  cartas en el asunto.

Todos los neivanos conocemos de primera mano la situación que se presenta con los taxistas en las calles de Neiva, muchos de ellos no tienen cultura ciudadana, ni han sido capacitados para ejercer esta función de servicio público, son groseros, desatentos, desconocen las normas de tránsito y hacen lo que quieren.

Son un peligro tanto para los pasajeros, los otros conductores y los peatones. No es raro velos pasándose los semáforos en rojo, haciendo giros indebidos, transitando en contravía, cruzando por encima de los separadores, parqueándose en cualquier parte, haciendo pares inesperados, atravesándose por recoger un pasajero, manejando sin cinturón de seguridad, hablando por celular, conduciendo sin el carnet que los identifica y mil cosas más.

Ni que hablar de la presentación personal, las empresas a las que están afiliados, con excepciones, no los obligan a colocarse un uniforme, laboran con la ropa que se les da la gana, una vez hasta me encontré un taxista sin camisa porque tenía mucho calor.

Ellos no se preocupan por su apariencia, algunos huelen a feo, los vehículos también, no los limpian, están llenos de basuras, de cosas innecesarias, no son cómodos. Unos choferes hasta trabajan comiendo o fumando, que es peor aún para la salud de los pasajeros.

Ahora hablemos un poco del servicio, que a mi parecer es pésimo. Encontrar un taxi en horas de la noche es un poco difícil, si logramos hacerlo tenemos que esperar que nos lleve, porque siempre preguntan para donde vamos, si no les gusta o no es su zona, no lo llevan.

Luego si lo abordas empieza el calvario del taxímetro, que es un adorno más, porque en horas de la noche el 90 por ciento de los taxistas no lo utilizan, si uno les dice algo se ponen bravos y dicen que se baje, así la Ley les obligue a ponerlo cada vez que se movilicen con un pasajero, ellos lo hacen para cobrar lo que quieran y más caro.

El lenguaje que utilizan es inadecuado, madrean a otros conductores, compiten con otros taxis o colectivos, toman la ruta que a ellos les parecen, no la más apropiada, andan a velocidades incontrolables en zonas residenciales, violan todas las normas de tránsito y creen que llevan animales.

Ahora el problema cuando uno va a pagar, si pagamos con un billete de 50 o de 20 mil es como una ofensa, se ponen bravos, dicen que no tienen cambio y uno tiene que rebuscarse de mil formas la manera de cambiar el billete para poder pagarles, cuando ellos siempre deberían tener billetes de todas las denominaciones para el cambio.

Y que tal los cobros exagerados cuando uno los aborda o va para lugares especiales, como el aeropuerto, el Terminal de Transportes, Surabastos, la zona de los moteles, el Club de Los Maestros, el Club Los Lagos, el Club Campestre, entre otros. Piensan que son servicios especiales y le cobran un ojo de la cara, si es de noche peor.

No conocen nada de servicio al cliente, no son atentos, no saludan, no conocen muchas direcciones o zonas de la ciudad, no son amables, no saben ganarse las personas y creen que los pasajeros son solo una mercancía.

Ahora en diciembre no olvidemos la famosa ‘Prima de Navidad’, que es un cobro de 500 o 600 pesos de más en cada carrera autorizado por el Gobierno Municipal, pero que en muchas veces se convierte en 1.000 o 1500 pesos cuando ellos lo considera, algo ilegal, pero que nadie controla.

Bueno me podría pasar mucho tiempo enumerando los problemas de este gremio en Neiva, pero mi intención más que eso, es que las empresas, los propietarios y los conductores tomen conciencia de la labor que están realizando y lo hagan con más responsabilidad, calidad humana, cultura ciudadana y mejor atención al cliente, es un servicio público que deben prestarse ejemplarmente. En muchas ciudades del mundo los taxistas tienen una carrera profesional, son educados, capacitados, son la cara amable para propios y turistas. Ahí les dejo mi reflexión.