La Nación
Ciudadanía compasiva 1 18 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Ciudadanía compasiva

Luis Alfredo Ortiz Tovar

En la celebración de la Semana por la Paz, se generó un espacio reflexivo para quienes aún creemos que hablar de paz es importante, que las víctimas del conflicto merecen nuestro arrope, y que incluso los victimarios, deben tener una segunda oportunidad. Justamente en esta oportunidad, y en el marco de tal celebración, entre otros, se ha llevado acabo con asistencia de nutrida población estudiantil, el foro-conversatorio denominado “Los sobrevivientes: la posibilidad de nuevos comienzos”, en la alianza Red de Universidades del Huila, y la Oficina de Paz, Derechos Humanos y D.I.H del municipio.

El espacio no fue más propicio para recordar que el dolor no ha terminado con el acuerdo de paz, ni la puesta en vigencia de los mismos, que las víctimas siguen  no solo en el abandono estatal, sino en el no me importa de la sociedad, de aquella parte que salió ilesa de ser víctima, y que por tanto no saben a  qué huele y como se siente el dolor de perder su familiar, de no saber de él, y de no entender por qué razón fueron presa de la aciaga confrontación que se vivió producto del Conflicto Armado Interno. Y qué bueno que no asistieron los viejos (yo uno de los pocos), sino una camada de jóvenes que empiezan a entender que ser persona implica primigeniamente comprender la dimensión humana de la solidaridad, de la compasión frente al dolor del otro, y la responsabilidad de entender que en sus hombros recae la gran responsabilidad de sacar al país del oprobio, y que de paso nos manda un mensaje a las instituciones educativas, y a sus profesores, que la labor que se debe desplegar en las aulas, no es el de a rajatabla aprenderse las tablas, o la lección de historia o filosofía, sino la de generar apropiación de la realidad del entorno, recapacitar ante la tergiversación de la información, generar conciencia crítica para ser libre, y capacidad de discernimiento. No es tarea fácil, pero el mensaje está ahí. Nuestros jóvenes tienen el derecho, y nosotros los profesores, el deber de sacarlos de esa ola inercial donde el no me importa se volvió por décadas factor común.

Martha Nussbaum, la célebre filósofa Americana, citada por la conferencias invitada al evento profesora Myriam Oviedo, al hablar de la ciudadanía compasiva, enseña que ante el olvido del Estado, de los medios, y de la sociedad de los más de ocho millones de víctimas que deambulan buscando verdad y justicia, ese que sabiendo del dolor del otro  ni volvió a referirlo, e incluso denigra de ver el llanto veinteañero, porque ese es el tiempo que ha pasado desde que su familiar desapareció, o  fue asesinado,  es quizá por la versión de los dolorosos casos narrados, que se siente más soledad. Por eso digamos con la filósofa, necesitamos una sociedad más compasiva que se apiade del dolor del otro, y que reaccione ante la indolencia de lo injusto.