“Una mujer necesita constancia, perseverancia y un enfoque claro para alcanzar sus metas”.
La presidenta de la Fundación Amigos Como Arroz, Clara Solano de Roa, es una mujer que ha trabajado arduamente y con gran vocación para brindar ayuda a niños, jóvenes y madres cabeza de hogar. En entrevista con LA NACIÓN, detalló cómo ha sido este proyecto desde el ámbito personal y profesional, el cual contribuye al desarrollo social de las diversas comunidades.
¿Cómo define su personalidad?
Humanitaria, de acción, organizada, sociable y determinada, que busca activamente hacer una diferencia en el mundo y contribuir al bienestar de los demás.
¿Tiene uno o varios referentes femeninos que la inspiren en los diferentes ámbitos?
La madre Teresa de Calcuta.
¿Cuál es su percepción frente a la posición que ocupan las mujeres en la actualidad?
La labor de las mujeres es indispensable en la sociedad por muchas razones. No solo damos vida a los seres humanos, sino que también aportamos con empatía y sensibilidad únicas, las cuales son fundamentales para transformar una casa en un verdadero hogar. Nuestra capacidad para conectar emocionalmente con los demás y nuestra resiliencia nos permite enfrentar los desafíos con determinación y fortaleza, contribuyendo así al bienestar y equilibrio de nuestras comunidades.
Las mujeres huilenses nos destacamos por nuestra valentía, espíritu emprendedor y perseverancia. No esperamos pasivamente a que las oportunidades lleguen a nosotras, sino, que tomamos la iniciativa para hacer que las cosas sucedan.
¿Qué la motivó a crear la fundación y por qué desempeñarse en esta labor y no en otros roles?
Lo que me motivó fue la profunda necesidad de servir a los demás. Siento una responsabilidad intrínseca de hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudar a las personas que más lo necesitan; es un llamado que surge desde lo más profundo de mi corazón, y me impulsa a dedicar mi tiempo, energía y recursos para hacer una diferencia positiva en la vida de los demás.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos al ser una mujer líder, empresaria, que dirige una fundación?
El principal desafío que enfrentamos en la fundación, es el poder obtener recursos suficientes para poder brindar ayuda a todas las personas que lo necesitan y a quienes deseamos apoyar. La demanda de asistencia es grande y continua, razón por la que nos esforzamos constantemente para encontrar nuevas fuentes de financiamiento y colaboración, que permitan ampliar nuestro alcance y proporcionar el apoyo necesario a quienes lo requieren.
¿Cuál es el logro del que se siente más orgullosa y por qué?
Mi mayor logro es ver a tantas personas que, en un momento dado, no creían tener opciones para sobresalir. Hoy en día, gracias al trabajo de la fundación, estas personas se han convertido en individuos exitosos y ejemplares, que contribuyen positivamente a sus comunidades. Ver su transformación y el impacto positivo que hemos logrado juntos, es una fuente inmensurable de gratificación y motivación para seguir adelante con nuestra labor.
¿Qué necesita una mujer para llegar a ser tan exitosa?
Una mujer necesita constancia, perseverancia y un enfoque claro para alcanzar sus metas. Estas cualidades le permiten mantenerse firme en su camino, superar obstáculos y trabajar con determinación hacia el logro de sus objetivos. Con una mente enfocada en sus aspiraciones y la voluntad de seguir adelante a pesar de los desafíos, una mujer puede alcanzar cualquier cosa que se proponga.
¿Qué proyecciones tiene a futuro en relación con los diversos espacios?
Mi motivación para el futuro es poder seguir sirviendo en los campos donde más se necesite y, en cuanto a la fundación, poder llegar a muchas más personas en todo el país y continuar creciendo en todos los aspectos. Estoy comprometida a ampliar nuestro impacto y proporcionar ayuda a aquellos que más lo necesitan, trabajando incansablemente para hacer del mundo un lugar mejor para todos.
¿Tiene alguna reflexión o palabras adicionales que quiera compartir con los lectores?
El mensaje que quiero dejarles es que todos tenemos el poder de marcar la diferencia y que el cambio más significativo comienza con cada uno de nosotros, cuando impactamos a una persona a la vez. No se necesitan cosas materiales para ayudar; podemos regalar nuestro tiempo, compartir nuestro conocimiento, o simplemente ofrecer una sonrisa. Lo importante es que sintamos el deseo de ayudar y de servir a los demás. Juntos, podemos crear un mundo más compasivo y solidario para todos.