La crítica y lamentable situación que atraviesa la capital del Huila no puede explicarse solamente por un supuesto complot contra la administración municipal como lo acaba de plantear el señor alcalde Gorky Muñoz. La inseguridad ha alcanzado niveles muy preocupantes con ejemplos recientes de asesinatos de señoras en su propia casa, atracos en muchos sitios de la ciudad y robos frecuentes en domicilios.
Esto no es complot sino una absoluta incapacidad de la administración para atender esta compleja problemática. Solo en movilidad e infraestructura vial la situación es caótica. Sin ningún aviso oportuno a la comunidad se cierran vías, se rompen para acometer nuevos trabajos en muchos casos en zonas donde ya se habían realizado otras obras, en fin, una descoordinada programación que solo genera dificultades para la movilización de la comunidad en su rutina diaria. Los ejemplos que coloca el señor Alcalde para fundamentar el posible complot (el estadio de fútbol, la Ptar y el alumbrado público y la semaforización) vienen desde hace rato. En el caso del estadio de fútbol los dos últimos alcaldes no han logrado resolverlo por la no concreción de la mejor alternativa para su aprovechamiento. Solo se quitó de la tribuna occidental el techo de protección y nada más. Quedamos pendientes de saber la verdadera capacidad de la gradería occidental en cuanto a número de espectadores paras determinar si se demuele lo construido sin revisar previamente la capacidad de carga que, según los expertos no se hizo cuando se determinó esta ampliación. En cuanto a la PTAR, los avances han sido escasos y no se sabe si el sitio escogido continúa válido. Sobre la semaforización y el alumbrado, hace más de un año empezaron los problemas aumentados por los robos de cables y accesorios que no es posible que no se detecten en una vigilancia preferencial.
Ayer se presentó en el Concejo de la ciudad el informe sobre el proyecto de endeudamiento por 40.000 millones que la propia administración pidió rebajar a 30.000 millones de pesos lo cual denota falta de planeación. Aún no sabemos como se está aplicando el crédito de 60.000 millones de pesos ya desembolsado lo que, a mi juicio, resulta obvio conocer pues es una justificación para asumir nuevos compromisos. Es claro entonces, que es urgente elevar la capacidad de atención de la ciudad por una administración que llegó con muchas expectativas pero que ha logrado una unanimidad en contra, desafortunadamente. ¿Será este el complot?