El soldado regular Giovanny Baoz Buesaco, quien mató con su fusil de dotación al sargento segundo José Ángel Baena Batero y causó heridas al cabo tercero David Ferney Rojas Suárez, en una base militar en el municipio de La Plata, fue condenado.
El militar luego de haber negado su responsabilidad llegó a una ‘negociación’ de los cargos y la pena con el Fiscal Segundo Especializada de Neiva.
Baoz Buesaco, de 19 años de edad, había sido acusado por los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio agravado. No obstante, en el preacuerdo que suscribió el fiscal modificó los cargos y terminó acusándolo por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio “le quitó el agravante”.
La ‘negociación’ fue legalizada ayer por el Juez Segundo Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento, quien condenó al soldado regular a la pena de 21 años de prisión e inhabilidad de 20 años para cargos públicos.
El ataque
El joven militar atacó a los suboficiales cuando se encontraban en la bahía cercana a la entrada principal de la base de instrucción y reentrenamiento en el municipio de La Plata, el 10 de enero de 2013.
En la audiencia el juez recordó que el soldado disparó su fusil de dotación contra sus superiores, minutos después que le llamaron la atención por el comportamiento que tuvo cuando los compañeros de la Compañía Nariño del Batallón Cacique Pigoanza hacían la fila para recibir la cena a las 6:15 p.m.
Las declaraciones de testigos señalan que ese día Baoz Buesaco intentó colarse en la fila, por lo que el soldado regular Cristián Pérez no se lo permitió. “Baoz empezó a decirle palabras soeces y expresándole que si no se callaba le iba a disparar…”.
Tras la discusión, llegó el cabo Rojas Suárez, quien los formó, les llamó la atención y les ordenó salir del comedor hacía la bahía. “A los dos soldados les manifestó que eso no podía suceder entre ellos, que eran una sola familia y que el enemigo era otro. Baoz le respondió que él se hacía respetar”.
Luego de diez minutos en la bahía arribó el sargento Baena Batero, quien fue enterado por el cabo Rojas de lo sucedido en el comedor. “Les habló y le manifestó a Baoz que si algo llegaba a suceder él sería el responsable”, informó la fiscal.
Dos minutos después, mientras que los suboficiales se encontraban hablando a varios metros de los soldados, escucharon que un arma había sido cargada. “El soldado se dirigió hacia ellos y les apuntó”, relató el delegado de la Fiscalía en la audiencia de acusación el pasado mes de agosto.
Tras la amenaza, el Sargento Segundo alzando las manos le dijo al joven soldado que bajara el arma, que no fuera a cometer un error, que pensara lo que iba hacer. Sin embargo, el soldado sin mediar palabra disparó contra el superior causándole la muerte. “Acto seguido le apuntó al cabo, éste se abalanzó a tratar de quitarle el arma, hecho que logró, resultando herido en su pierna derecha”, manifestó el fiscal.