Ramírez, en diálogo con LA NACIÓN, fue crítica con la colectividad a la cual siempre ha pertenecido, el Partido Conservador, del cual señaló no ha tomado distanciamiento del gobierno Santos por “la mermelada que han recibido sus congresistas” lo que calificó como dañino para la democracia y el partido.
¿Es hoy Marta Lucía Ramírez precandidata presidencial?
No soy precandidata, pero sigo siendo una mujer convencida que en el país se deben hacer transformaciones de fondo, me he preparado para eso y estoy recorriendo el país oyendo a los colombianos para saber cuál es en este momento la percepción y la necesidad que sienten para hacer esos cambios y así poder tomar mi decisión más adelante.
Esta determinación va a depender de cual sea el escenario que vea dentro del Partido Conservador, porque aunque quiero ser candidata de esta colectividad, principalmente quiero ser la candidata de todos los colombianos.
¿Cómo ve el panorama electoral para las elecciones presidenciales de 2018?
Veo un panorama confuso. Esta es una campaña que ha comenzado de manera prematura porque es tanto el cansancio que tenemos los colombianos con el estado actual de las cosas que todo el mundo quisiera estar en la próxima elección. Hoy, más importante que la mecánica electoral y de las alianzas de los partidos, lo esencial es saber qué le vamos a proponer al país y mostrar a los colombianos que hay opciones distintas. Primero, que no podemos seguir en esta polarización Uribe-Santos que tanto daño le hace a Colombia. Segundo, el país tiene que mirar hacia adelante, eso significa construir un futuro con realismo pero también con esperanza, porque a mí me sorprende el discurso de muchos de que todos somos corruptos, que somos una porquería, que este país no es viable y eso es una gran mentira porque este país tiene mucha gente honesta, capaz, valiosa y muchas veces nos hemos parado de crisis y esta no va a ser la excepción.
¿Es el momento para que las riendas del país las asuma una mujer?
El momento es de hace rato. Somos muchas las mujeres que nos hemos venido preparando con rigor y dedicación, no solamente para el manejo del Estado, sino también para el manejo de la economía porque acá en el país nunca ha habido una Ministra de Hacienda o una Directora del Banco de la República. Son muchas las mujeres con vocación de servicio público y con ganas de transformar esta sociedad.
Usted dice que su decisión de aspirar depende de cuál será el escenario que vea dentro del Partido Conservador. Precisamente, ¿cómo va la decisión de continuar, o no, con las políticas del gobierno Santos?
Desde la convención del Partido Conservador en el 2014 dije que la colectividad debía retirarse de la Unidad Nacional y tomar distancia de un gobierno con el cual no lo identifica en nada. La debilidad de las instituciones que vemos hoy en las encuestas es parte de esa doctrina del gobierno por eso no entiendo por qué aún continuamos en esa unidad, o más bien si lo entiendo, es por eso que hoy llaman mermelada que es tan empalagosa y que atrae tanto, esa es la única explicación de porqué el partido a pesar de sus diferencias de fondo continúa con la Unidad Nacional.
¿Gracias a esa mermelada continuaría el Partido Conservador en el gobierno Santos?
El panorama, lamentablemente, sí se ha ido despejando. El presidente del partido había dicho que el 5 de abril el directorio tomaría una decisión, lo que pasa es que vemos como cada semana hay un escándalo distinto que mantiene la atención. Tenemos el escándalo Odebrecht que es de talla mayor porque con el sabemos que en la campaña del presidente Santos de 2010, y muy seguramente también la 2014, recibieron plata por debajo de la mesa lo que da una gran ilegitimidad al gobierno; después pasamos a la marcha del primero de abril que fue exitosísima pero vino la tragedia dolorosísima de Mocoa, Semana Santa y se nos va olvidando poco a poco Odebrecht, y ahora también se nos olvidó que el Partido Conservador tenía que tomar una decisión.
Yo realmente temo que esa decisión ya la tomaron pero no la han comunicado y es que van a seguir en la Unidad Nacional hasta que eso sea rentable. Esto es dañino para la colectividad y sobre todo para la democracia. No podemos permitir que la política se siga haciendo con cálculos personales y para beneficio de unos pocos congresistas.
¿Cómo ve la llegada a la presidencia del Directorio Nacional Conservador del senador huilense Hernán Andrade?
Creo que tiene buenas intenciones. Es un senador que tiene liderazgo, aunque ha sido un congresista muy cercano al gobierno Santos y por eso creo que se le ha generado una gran dificultad en recoger una colectividad que tome distancia de ese gobierno en el que hoy tantos colombianos tenemos tantas reservas. Acá la paz se utilizó como un pretexto para hundir nuestra candidatura a la presidencia pero nuestros congresistas se entregaron a la reelección con el supuesto de la paz y con ese mismo punto es que el presidente Santos no ha gobernado.
En las pasadas elecciones regionales usted mostró su respaldo a la candidatura de la Gobernación del Huila de Esperanza Andrade. Ahora que ha anunciado su aspiración al senado, ¿va a mostrar este mismo acompañamiento?
Yo apoyé a Esperanza Andrade por ella, porque creo que a cada persona hay que evaluarla por sus capacidades y sus propios méritos. Es una mujer inteligente, preparada y con vocación de servicio al Huila. Hizo una campaña dificilísima en contra de todos, así como me tocó a mí, porque el manejo del partido fue tan sucio con ella como lo fue conmigo. Su candidatura al Senado la veo con muchas posibilidades, obviamente si estoy haciendo política y recorriendo el país promoviendo el empoderamiento de las mujeres es claro que quiero hacerlo con mujeres que por sus propios méritos quieran llegar al poder.
¿Cuál es su opinión sobre la implementación de los acuerdos de paz?
En primer lugar me opuse a que el gobierno desconociera los resultados del plebiscito porque no es una manera limpia de jugarle al país. Cuando uno presenta unas reformas tan profundas a la Constitución lo mínimo que tiene que hacer es pedirle al pueblo que dé su opinión. Aquí en el acuerdo de paz con las Farc han hecho reformas como pasar de una prohibición expresa de la Constitución de que quienes hayan sido condenados por delitos puedan participar en cargos de elección popular sin el más mínimo inconveniente y sin tener un solo día de cárcel. Yo creía que al menos en los temas de justicia y participación de las Farc en política han debido tener un referendo o un plebiscito nuevo, pero nos impusieron a la brava un acuerdo el cual solo tuvo unos retoques de forma frente al acuerdo anterior.
