El español Alberto Contador (Tinkoff) ganó ayer la 98ª edición del Giro de Italia, que concluyó en las calles de Milán con la 21ª y última etapa que se adjudicó el belga Iljo Keisse (Etixx).
Contador de 32 años de edad, con una bicicleta rosa para la ocasión, inscribió su nombre por segunda vez en el palmarés del Giro de Italia, siete años después de su primer éxito.
"Sabía que iba a ser un Giro muy exigente, pero no me lo imaginaba tan complicado", admitió el ciclista del equipo ruso Tinkoff, que tomó la 'maglia rossa' en la quinta etapa y solo la cedió un día, al italiano Aru.
En la clasificación final, el madrileño aventajó en cerca de dos minutos al joven italiano Fabio Aru, que progresó en una posición desde el año pasado. El compañero de Aru en Astana, el español Mikel Landa fue tercero a más de tres minutos de la 'Maglia Rosa'.
Con el paso de los días, Contador agotó a sus rivales más peligrosos en el inicio del Giro en San Remo, el 9 de mayo. Además algunos adversarios tuvieron mala suerte, como el colombiano Rigoberto Urán, que estuvo enfermo, y el australiano Richie Porte, que abandonó la carrera tras una caída.
Aunque no haya ganado una etapa, Contador atacó en la montaña sin mostrar debilidad, aparte de un mal día en la subida a la Fenestre el sábado, entre caminos de tierra, pero que supo gestionar y asegurar la victoria final.
Pese a la victoria, Contador no escatimó esfuerzo y muchos dudan de que sea capaz de recuperarse bien entre los 33 días que hay entre el final del Giro y la salida del Tour de Francia desde Utrecht (Holanda).
"El doblete Giro-Tour es difícil de realizar, no solamente por los rivales, sin sobre todo en lo mental", puntualizó el ciclista de 32 años.