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Crisis del agua y EPN – Marcos Silva Martinez

Indiscutible la crisis en el abastecimiento del agua potable. El problema es creciente, como es creciente la demanda. Las dos últimas administraciones

Indiscutible la crisis en el abastecimiento del agua potable. El problema es creciente, como es creciente la demanda. Las dos últimas administraciones, sin incluir la presente, hasta ahora; hicieron festín con los recursos públicos, bajo el pretexto de optimizar el servicio. Derrocharon más de $50.000 millones, con absoluta irresponsabilidad. Ese dinero, es prácticamente irrecuperable. El detrimento patrimonial, la Contraloría lo tasó en más de $27.000 millones. Hasta hoy, no hay ningún resultado, para la comunidad, de esa paradójica inversión. La Fiscalía investiga a paso de tortuga, mientras toda la ciudad afronta la ausencia del agua.

La presente administración  municipal, debe asumir la responsabilidad de rescatar, del caos administrativo y operativo, en que ha permanecido Empresas Públicas Municipales de Neiva, por muchos años.

La empresa es rescatable, reduciendo el gasto en general. En la recolección de basuras, si hacen un análisis de costos, racional y responsable, pueden reducir el gasto, por lo menos en $200 millones mensuales o sea, en $2.400 millones anuales. El costo, por tonelada, en Neiva, es similar al de Bogotá. Es muy alto. El próximo año deben licitar ese proceso. La recolección de las basuras de Neiva, ya alcanzó los $900 millones mensuales.

EPN, en contratación de obras civiles, debe adoptar un régimen racional de costos, ceñido al ordenamiento legal, que impone el uso de los precios del mercado.

El negocio de vender agua, solo a EPN no le es rentable. Es explicable. Por mantener en abandono la infraestructura del acueducto, no tiene condiciones de atender la demanda diaria. Hay racionamiento diario, en toda la ciudad, en invierno y en verano.

Es pertinente precisar, que el Problema no son las crecidas del Río, sino el abandono de la infraestructura de captación.

Con el caudal del río Las Ceibas y la infraestructura instalada, bien conservada y operada, Neiva puede tener abastecimiento seguro, por lo menos hasta 2.030.

El problema radica en que, el acueducto El Tomo, no tiene bocatoma desde el siglo pasado. La bocatoma el Guayabo está semi-colapsada. Esos hecho, hicieron  colapsar los filtros, del sistema de tratamiento, reconstruidos en 2007, con costo superior a los $3.000 millones. El acueducto El Guayabo-Recreo, le construyeron nueva bocatoma. No sirvió por graves fallas de diseño y constructivos. Es un monumento al despilfarro y al detrimento patrimonial contra el municipio.

No obstante lo señalado, las EPN son rescatables, si la actual administración actúa con total responsabilidad política, administrativa y social e inmediatamente pone coto a la corrupción.