La Nación
COLUMNISTAS

¿Cuál resocialización?

Desde hace varios años, Colombia vive sufriendo una crisis carcelaria a la cual no hemos atendido oportunamente, ni mucho menos le hemos dado la prioridad que esta delicada situación cambie hacia mejores rumbos. En esta población carcelaria es importante tener en cuenta que tenemos reclusos condenados justa o injustamente y que algunos de los detenidos no se les da solución definitiva a su situación.

Ver las imágenes de los reclusos que tras los barrotes reclaman un trato digno, nos debe conmover a todos los colombianos;  somos testigos mudos de que no cuentan con los servicios de salud adecuados, ni de espacios para su descanso y para dormir, con las mínimas condiciones que un ser humano merece. Los servicios sanitarios deben darse en forma privada y no de manera pública lo que atenta contra la dignidad humana; la alimentación que deben recibir estos colombianos detenidos por la justicia debe ser sana, higiénica y equilibrada para esta población que está en vía de ¨recuperación¨.

Al interior de las cárceles, la ausencia de aulas de clase o de talleres para enseñar artes y oficios brilla por su ausencia, y en estas condiciones de hacinamiento, trato indigno, matoneo, chantaje, se dan todas las circunstancias contrarias que impiden formar unos nuevos ciudadanos. Este escenario, todos los ciudadanos de bien debemos procurar que cambie. Nuestro país se basa en la calidad de los colombianos y no podemos por ningún motivo permitir que se deformen más los detenidos en las mal llamadas cárceles del país.

El personal encargado de velar por la seguridad de las cárceles está sometido en forma permanente a la presión indebida de los detenidos o de los compañeros sin escrúpulos y venden en forma permanente su conciencia y principios al que mejor pague olvidando que este proceso carcelario no es para corromper más a la gente, si no para reformarla como ciudadanos de bien.

Las autoridades competentes deben tomar las medidas pertinentes para definir una política de verdadera resocialización de quiénes pagan penas por actos fuera de la ley cometidos por diferentes circunstancias de la vida. El buscar de manera pronta su recuperación es nuestro deber como sociedad. No olvidemos que en esta población carcelaria hay muchos inocentes pagando condenas a un costo muy alto para sus familias y para ellos mismos. Saldrán heridos por el cobro de una deuda que no tenían y reclamaran a la sociedad que nunca tomo los correctivos que se necesitaba.

Si todos somos conscientes, que este problema carcelario lejos de corregir de forma idónea, corrompe al ser humano, debemos actuar en forma inmediata para que estos graves atropellos no se sigan dando y que por las puertas de las cárceles salgan mejores ciudadanos y no como hoy ocurre, colombianos preparados y muy bien entrenados para atentar contra el resto de la sociedad. Este llamado se viene dando de tiempo atrás y lejos de conseguir buenos resultados cada vez la sobrepoblación, la desatención y todo lo que demanda esta porción de nuestra sociedad, lo hemos aplazado sin ninguna razón y si por el contrario hemos dejado prosperar al interior de estas ¨aulas¨ para los mejores cursos de formación de sicarios.