La Nación
EDITORIAL

¿Cuánto pesamos?

Generalmente nos queda la inquietud de porqué el departamento del Huila, Neiva su capital y la más grande expresión de cultura precolombina – la de San Agustín – no hacen parte de los símbolos, protagonistas o primeras planas de Colombia ante el mundo. O porqué nuestra fiesta folclórica del San Pedro, enorme, pletórica de color, alegría, belleza y sentido de originalidad y creatividad, no recibe el apoyo requerido para su completa financiación privada – como un gran negocio publicitario y de mercado que es – ni se le considera a nivel nacional entre los eventos significativos. O cuál es la razón primordial para que en la misma promoción interna que hace el Gobierno Nacional para estimular el turismo entre los colombianos, el Huila queda generalmente relegado.
Esa es la realidad, así nos tratan en esos y otros tantos escenarios, como la representación de poder burocrático de los gobiernos nacionales. Salvo el Ministerio de Agricultura que desempeñó Rodrigo Villalba durante el gobierno Pastrana y quizá la superintendencia de Sociedades con Hernando Ruiz durante la era Uribe, con mucha menos incidencia, es muy poco o nada lo que esta región ha recibido en esa materia en los recientes 25 años. Y no es simple burocracia: tener un Ministro o un alto funcionario incide en lo que una región logra en términos de obras, planes de desarrollo y el mismo estímulo a su dirigencia y activos humanos. Pobre resultado.

Y vale decir que, a excepción de este 2013 por la notable circunstancia de conmemorarse los 100 años del descubrimiento científico de San Agustín a manos del profesor alemán Konrad Theodor Preuss, de lo cual apenas hemos derivado algunos eventos y una pírrica inversión de 15 mil millones de pesos para remodelar el Parque Arqueológico, en el resto de la gran promoción que Colombia está haciendo ante el mundo el Huila brilla… por su ausencia. Basta escuchar el jingle en la voz del vallenato Jorge Celedón y los mismos comerciales para advertir esa invisibilidad.

¿Nos falta peso o lo que no tenemos es una dirigencia con fortaleza, con unidad de criterio, con personalidad suficiente para exigir que nos respeten y nos brinden los espacios que nos merecemos en el concierto del poder y de la imagen nacional? Somos los nuevos “reyes” del café, mandamos en la industria piscícola, producimos frutas por montañas, aportamos gran volumen de energía, por citar apenas cuatro ejemplos de lo que tenemos. ¿Hacemos valer eso con la contundencia suficiente o las otras regiones tienen mucho más que nosotros? ¿Qué hace falta, más que aportar centenares de miles de votos, para que el presidente Santos se “pellizque” con esta tierra opita? Desierto, montañas, gran arqueología, agricultura a tutiplén, petróleo y energía hídrica, minería, bellezas naturales con exhuberancia, folclor del más auténtico… la lista es mucho más larga; esto es apenas una muestra de lo que Colombia olvida, menosprecia o mira con desdén. ¿Por culpa nuestra o del epicentro del poder o de ambos? Bien vale reflexionar y discutirlo. Y, sobre todo, tomar cartas para variar positivamente la situación.

“¿Nos falta peso o lo que no tenemos es una dirigencia con fortaleza, con unidad de criterio, con personalidad suficiente para exigir que nos respeten…?”

EDITORIALITO

Tras luchar infructuosamente contra un cáncer el docente Miguel Ángel Tovar falleció ayer en Neiva. Con su deceso el Huila pierde a un gran intelectual, a un investigador social irremplazable. Perdemos a un gran maestro, a un padre ejemplar, a un amigo leal, pero ante todo a un soñador. LA NACIÓN también pierde a un columnista insigne. A sus familiares y amigos, nuestra solidaridad. Sentidas condolencias.