Me indignó la lesión de Radamel Falcao García, y no porque posiblemente se que por fuera del Mundial de Fútbol, pobrecito, sino porque los grandes medios de comunicación de este país declararon a Colombia en “duelo nacional” por este hecho.
Como siempre, los grandes medios noticiosos hablando en nombre de toda una nación, como si fuera cierto, equipararon la lesión de señor Falcao con un gran terremoto, con un tsunami, con una avalancha como la de Armero.
En fin, aplicaron un típico colombianismo, el de magnificar un hecho común y corriente de un famoso como si fuera el peor de los mundos ¡Se lesionó Falcao! Y de inmediato los noticieros de televisión más vistos, los dos únicos pinches que tenemos, dedicaron casi todo el espacio a la noticia: Mostraron y repitieron hasta la saciedad la jugada e hicieron que se declara al pobre que lo lesionó como enemigo público número uno. ¡Esa es la magia de la televisión! Y, claro, no podía faltar hasta el Presidente, pues está en campaña, que aprovechó el papayazo para darse vitrina con esta noticia.
El Presidente le dijo a Falcao las siguientes perlas: “Estoy preocupado”. “Todo el país está pendiente de su rodilla”. ¡Por Dios! Necesitamos un mandatario que se preocupe por los grandes males que realmente nos afectan y que, entre otras cosas, él es responsable directo. ¡Ojo! Deberíamos preocuparnos por tener un mandatario que se preocupa por algo que no debería preocuparlo.
Y dizque todos los colombianos estamos pendientes de la rodilla de Falcao. ¡Por favor! A mí que me saquen de esa colada. Hace unos días mi madre, que tiene ochenta años, se cayó en su habitación y sufrió luxación en la clavícula. ¡Eso sí me preocupa! Lo confieso, estoy pendiente de cómo evoluciona la luxación que sufrió mi madre y no de la rodilla de Falcao. ¡Perdóneme Señor Presidente!, por no preocuparme por Falcao.
Y aprovecho el momento para lo siguiente: Los medios de comunicación no deberían seguir tratando a la gente como estúpida, ejemplificada en la forma como le han hecho despliegue a la lesión de Falcao.
Y el verdadero ciudadano debería preocuparse por verdaderos males, como el actual sistema de salud que tenemos. Y ya que hablamos de “tigres”, las elecciones que se avecinan sí son preocupantes. Porque mucha gente critica como un tigre a numerosos congresistas por ser un mal para la sociedad, pero el día de las elecciones votan como burros: Van a las urnas a seguir eligiendo el mismo mal.