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Defensoría del Lector, Es el rajaleña no “la rajaleña”. Por Marta Eugenia López B.

La semana pasada anuncié que haría referencia en esta columna a los errores cometidos en los artículos de opinión de LA NACION. No será hoy, puesto que, ante el señalamiento de un error continuo en dos ediciones sucesivas del periódico en las que informan sobre las tradicionales festividades folclóricas en el Huila, asumiré la queja por tratarse de un regionalismo, tema esbozado hace ocho días y al que me referiré de nuevo, dada la circunstancia. Defensora del Lector LA NACION E–mail: defensoradellector@lanacion.com.co La semana pasada anuncié que haría referencia en esta columna a los errores cometidos en los artículos de opinión de LA NACION. No será hoy, puesto que, ante el señalamiento de un error continuo en dos ediciones sucesivas del periódico en las que informan sobre las tradicionales festividades folclóricas en el Huila, asumiré la queja por tratarse de un regionalismo, tema esbozado hace ocho días y al que me referiré de nuevo, dada la circunstancia. El error Aparece en dos páginas distintas: –“Las rajaleñas encendieron la fiesta sampedrina en Neiva”. (Página 8 Festival, lunes 25 de junio). –“…el folclorista de la rajaleña considera que…”.  Página 6 Entrevista, domingo 24 de junio). En la misma página del domingo utilizan la palabra con ambos artículos: el rajaleña, la rajaleña, –“El  rajaleña es la expresión  musical más representativa del Huila…”, –“La rajaleña nació de aquí para abajo…” –“¿…se han empobrecido las rajaleñas…?” –“¿Cuál es el límite entre el rajaleña picaresca y lo vulgar?” –“…por ejemplo las rajaleñas no dejarlo decaer…: Estas dos páginas en particular hicieron que resurgieran las quejas  y que otros dudaran y preguntaran: ¿Al fin cómo es que se dice: el rajaleña o la rajaleña? Corrección Quince días atrás había señalado en esta columna que la forma correcta de escribir la frase “…interpretó jocosas rajaleñas …”, era: “…interpretó jocosos rajaleñas …”, con lo cual indicaba que a la palabra rajaleña la debe anteceder el artículo el (masculino) y se deduce que no se debe escribir “la rajaleña”. Esta vez seré más explícita con el fin de que quienes lean, comprendan mejor y lo apliquen. Lo que significa Rajaleña es una palabra propia del Huila: un regionalismo. No es una palabra ambigua (que se puede decir de ambas maneras, como en el caso de azúcar). Sobre los regionalismos la maestra antioqueña Lucila González de Chávez escribió en uno de sus libros de Español y Literatura que “En Colombia el vocabulario es muy variado porque numerosas formas, variantes y usos locales y regionales enriquecen el español”.  Los regionalismos son pues, formas propias de expresarse, modos de decir. De hecho Colombia es un país con una gran diversidad cultural dividida por regiones, por ello se habla de una manera distinta en el Pacífico, en el Caribe, en la región Andina, en la Orinoquia y  en la Amazonía. Sobre el rajaleña el padre salesiano italiano Andrés Rosa Summa escribió en “Esencia, Estilo y Presencia del Rajaleña”, “El rajaleña  pertenece al género de las “trovas” en cuanto a la letra y al de la “danza” y  afirma “el dibujo melódico de “los rajaleñas es supremamente sencillo, como conviene a la inspiración popular”. Si bien no define el término,  asegura  que el rajaleña participa de la esencia de la genuina música popular colombiana, “la terraria, la que está sin mezcla de elementos extraños y que tiene la particularidad de producir sensaciones de alegría con el tono menor…”. Para salir de dudas la Enciclipedia virtual Wikipedia a la que se accede en http://es.wikipedia.org/wiki/Rajaleña ofrece un significado basado en dos obras escritas en 1962: Folclor Tolimense de Misael Devia y Revista Colombiana del Folclor (Volumen III. No. 7).  Así lo define: “El rajaleña es un género musical colombiano variedad del Sanjuanero, propio de las regiones del Alto Magdalena. A través de coplas picarescas cuenta y transmite las tradiciones culturales de los pueblos prehispánicos y que en la actualidad se usan para alabar o criticar a otro, invita reírse de toda suerte de situaciones descritas durante la interpretación musical”. Aunque según el escritor Manuel Mejía Vallejo: “Somos un pueblo fácil para el olvido”, pregunto ¿Cómo ignorar que se dice el rajaleña, si sus coplas hacen parte de las tradiciones que el querido pueblo huilense revive cada año por esta época? Para quienes por primera vez leen algo sobre ellas, si alguno de los grupos de rajaleña tuviera que entonar una copla sobre este escrito diría por ejemplo: “Esto dijo el armadillo (bis) hablando con Marta Eugenia (bis) procura escribirlo bien (bis) para que todos comprendan (bis) NOTA: Ante la insistencia de un lector en la necesidad de corregir los errores que aparecen en las entrevistas, reitero que para evitar la publicación algunas palabras y frases incorrectas expresadas en ellas, lo mejor es retomar lo que dicen los entrevistados y transcribirlo de forma tal que no se descontextualice y no cambien ni el significado ni el sentido de lo que dicen.  En estos casos o cuando repiten palabras en la misma frase o caen en disonancias y cacofonías, lo mejor es redactar el texto a manera de noticia o de reportaje. Tiene razón el mismo lector: en el titular de la portada y al interior de la Separata Súper Domingo “Fiesta del Huila necesitan un timonazo”, sobra la n o falta la s en la palabra Fiesta. En forma correcta diría: Fiestas del Huila necesitan un timonazo o Fiesta del Huila necesita un timonazo. A don Ignacio Montealegre Ramírez, gracias por sus aportes desde Pitalito. Pronto los daré a conocer.