La Nación
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Del ex ministro Henao y la ministra Elsa

La designación de Elsa Noguera al frente de la cartera del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio resulta comprensible desde una perspectiva pública orientada a la consolidación de cada uno de los programas con los cuales se viene impulsando el crecimiento del sector construcción y en especial del subsector habitacional.
 
Sin embargo, la decisión no deja de ser para muchos sorpresiva e innecesaria, considerando las altas calificaciones, la imagen favorable y el dominio de la cosa pública por el saliente ministro Luís Felipe Henao, que rápidamente se apropió de los diferentes asuntos a su cargo, con notable liderazgo y en especial con un gran sentido de ubicación, pese a estar siempre bajo la sombra de Germán Vargas Lleras, antecesor y responsable de su nombramiento desde el año 2013.
 
No cabe duda que estos cambios ministeriales, comprensibles en el contexto actual únicamente a partir de la necesidad de gestionar los apetitos burocráticos de la Unidad Nacional, pueden resultar costosos políticamente cuando se prescinde de personas que dejan huella positiva como aconteció con Luís Felipe Henao. Dicho en otras palabras, las cosas que funcionan bien… mejor no cambiarlas.
 
Ahora bien, a favor de la decisión del presidente Santos, no cabe duda que ha escogido una mujer a la cual de tiempo atrás y no obstante su vinculación con el sector oficial, siempre se le ha reconocido por su formación técnica y profesional, por sus orígenes en el sector privado y por su visión empresarial al servicio de la comunidad, aspecto que puede contribuir al fortalecimiento del ministerio en asuntos económicos y financieros.
 
La nueva ministra no solo hace parte de un fortín político activo y líder en la costa atlántica, sino que proviene de un grupo económico que se ha destacado también en el desarrollo de proyectos de vivienda y construcción en Barranquilla, hecho que puede servir para aportar en la identificación y solución de aquellos problemas que a la fecha impiden mayores estándares de competitividad, transparencia en los trámites y celeridad en las actuaciones administrativas.
 
En todo caso, bueno es recordar que el sector de la construcción no descansa exclusivamente en las políticas y programas de vivienda nueva de las cuatro principales ciudades; es prudente fortalecer y revisar el panorama actual en materia de ciudad y territorio, con impulso a la ciudad-región, con una valoración de los problemas que se presentan en el marco de la autonomía territorial y la descentralización, y que están afectando la transformación requerida para afrontar la globalización.
 
Ministra: Para nadie es un secreto que a nivel regional existen problemas que deben ser corregidos desde una perspectiva nacional, sin que lo anterior se confunda con una intromisión en la esfera de las competencias de las entidades locales. El incremento de los avalúos catastrales y su incidencia en el pago de los impuestos a la propiedad privada, así como la generación de trámites y complejos requisitos en ciertas regiones, solo fomentan la corrupción y el éxodo de la inversión en claro perjuicio y detrimento de las comunidades.