Un campo minado con cilindros bombas para explotar más de 300 metros a la redonda y acabar con una escuadra completa de uniformados, fue descubierto por miembros del Ejército en la vereda Los Negritos, inspección de Guayabal, jurisdicción de San Vicente del Caguán, Caquetá.
Una inspección minuciosa de los soldados de la Novena Brigada a través del Batallón de Alta Montaña No. 9 lograron evitar una tragedia al desactivar un campo minado compuesto por ocho cilindros bombas que se serían activados a su paso por el sector.
El hallazgo y desactivación se logró en la vereda Los Negritos, inspección de Guayabal, jurisdicción del municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá. En ese sector rural miembros de la columna móvil ‘Teófilo Forero Castro’, habían llegado días antes para poner las trampas mortales que serían activadas a control remoto al paso de los soldados.
Al analizar los cilindros se encontró que su contenido era de 20 libras, lleno de explosivo anfo, pólvora negra y metralla.
“En la zona, empleando tecnología de punta, el binomio canino y poniendo de presente la experiencia en el campo de combate, los soldados descubrieron el campo minado por lo que fue necesaria la intervención del Equipo de Explosivos y Demoliciones Exde”, aseguró el teniente coronel Jorge Hernán Vargas Mejía, comandante encargado del Batallón de Alta Montaña.