La Nación
¡Desobediencia! 1 3 mayo, 2024
COLUMNISTAS

¡Desobediencia!

Como es usual en el Gobierno Nacional, actuando de manera improvisada e irreflexiva, el pasado 18 de abril informó que había decretado como día cívico el viernes.

 

La justificación fue baladí, una supuesta necesidad de ahorrar agua y energía eléctrica, provocando una sorprendente reacción en contra de la medida de parte de la gran mayoría de los colombianos que entendimos que las intenciones eran otras.

 

Rápidamente la rama judicial manifestó que trabajaría normalmente, lo siguieron las principales gobernaciones y alcaldías, luego las universidades. En general los diferentes sectores económicos desobedecieron y el día cívico de Petro terminó siendo menos celebrado que el denominado día del hombre.

 

En un país al que le encantan los puentes festivos, las celebraciones y las fiestas, comprendimos que trabajar en ese día era un verdadero acto de resistencia y ninguna actividad privada se detuvo. Solo dejaron de laborar, comprensiblemente, las entidades públicas del orden nacional que obligatoriamente tenían que acatar la orden presidencial.

 

Ese viernes 19 de abril fue un día especial, se disfrutaron las congestiones y las colas cotidianas que terminaron constituyéndose en la contundente muestra de desobediencia al mandatario, dejándolo así viendo un chispero. No le comimos cuento y si su intención era sabotear la marcha del domingo obtuvo precisamente lo contrario, porque como nunca los ciudadanos entendimos que manifestarnos era una imperiosa necesidad frente a los abusos y las propuestas absurdas de quien mal nos gobierna.

 

Quedará en el anecdotario de órdenes irracionales que se les ocurrieron a los mandatarios, y a su vez, la contundente respuesta de una ciudadanía ante un presidente a quien el común de los colombianos le perdió el respeto, cuyas salidas son cada día más erráticas, dejándolo en ridículo frecuentemente.

 

Tal como afirmaba el maestro Eduardo Galeano: “ojalá podamos ser desobedientes cada vez que recibamos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común”, y basados en ese acertado pensamiento, inexorablemente, esta manifestación de los colombianos será el inicio de una postura firme frente a las salidas en falso del gobierno.

 

No hemos cumplido dos años de este funesto periodo y las cosas están peor de lo que habíamos previsto, la caquistocracia que nos gobierna despóticamente pretende imponer un dogma mandado a recoger hace rato, en el que solo ellos creen.

 

Al margen: luego de escribir esta columna estaré en la marcha promovida por las asociaciones científicas de médicos, los verdaderos e iniciales convocantes a estas movilizaciones. Con mis colegas manifestaremos de manera pacífica nuestra desobediencia al Presidente y su gobierno, reiterándole que para mejorar el sistema de salud que tenemos no es necesario destruirlo.