Terminó la época más alegre del año en Neiva. Las tradicionales celebraciones de San Pedro llegaron a su fin y en la Capital Bambuquera todo volvió a la normalidad. Terminó la época más alegre del año en Neiva. Las tradicionales celebraciones de San Pedro llegaron a su fin y en la Capital Bambuquera todo volvió a la normalidad. Luego de un recorrido por la ciudad se apreciaron los rastros del festejo colectivo. Espacios públicos desaseados, calles taponadas por vallas y graderías, y la Terminal de Transportes repleta de pasajeros, entre otros, los elementos postfestividades. LA NACION, NEIVA En Neiva todo volvió a ser normal. Terminado el Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco en su versión 52, la ciudad mostró los restos de la multitudinaria celebración. Algunas calles permanecían taponadas, en lugares como el Malecón solo unos cuantos visitantes se paseaban por entre las artesanías y en otros puntos la basura y los escombros eran los únicos huéspedes. En varios puntos del centro de la ciudad, a las afueras de los cajeros electrónicos se apreciaron largas filas de usuarios. Haciendo un recorrido por la Avenida Circunvalar desde el Puerto del Caracolí, los elementos predominantes fueron la basura en los andenes y en los carriles, el taponamiento de la vía proveniente de Surabastos y la presencia de uno que otro turista en busca de un recordatorio en las artesanías del Malecón. Algunas graderías estaban siendo desmontadas, y debajo de ellas y en distintas esquinas de la avenida, los arrumes de basuras se hicieron notorios. “Estamos recuperando por tramos la Avenida Circunvalar. Los lugares que quedaron más sucios fueron debajo de las graderías y lo estamos haciendo hasta ahora porque no habían desmontado las graderías, pero sí se nota el desaseo que dejan estas fiestas”, manifestó un funcionario de Ciudad Limpia, que pidió la reserva de su nombre. Al continuar con el recorrido, se apreció la avenida Surabastos con algunas graderías todavía en pie sobre el separador. Más adelante, en la recta final de la vía, donde estuvo instalada la Calle del Festival, sólo se observaron algunos tubos y tablas de las tarimas arrumadas y camiones que posteriormente se llevaron el andamiaje de los escenarios. En el lugar, la basura estaba recogida en bolsas de Ciudad Limpia. Sin embargo, en el separador y las zonas verdes aledañas a la vía se apreciaron residuos como bolsas, latas y pedazos de botellas, entre otros. Al pasar por la Terminal de Transportes de Neiva, el lugar estaba congestionado. Frente a las taquillas de las distintas empresas de transporte, cientos de pasajeros hacían fila impacientemente ante el mensaje de no existencia de pasajes para retornar a las distintas ciudades. El destino más escaso, Bogotá. “Viajo hacia Bogotá, pero el Terminal ha estado muy congestionado y no hay pasajes por ninguna empresa. Estoy desde las 7:00 a.m. y no se consiguen pasajes. Dicen los taquilleros que hasta mañana hay cómo irse para Bogotá, porque el resto de pasajes están vendidos. Yo dejé para viajar hasta hoy porque es la primera vez que vengo y no sabía que esto era así”, señaló Luz Marina Ramírez, turista. De regreso y contigua a la Hostería Matamundo se observó una escombrera, que parece haber crecido más, luego de las fiestas sampedrinas. Se trata de un botadero de escombros que queda adyacente a la hostería. Allí los residuos de material de construcción, llantas quemadas, bolsas de basura y arrumes de todo tipo de desechos, se tomaron el andén y hacen intransitable el trecho. Así se apreció Neiva dos días después de la terminación de las fiestas del San Pedro. La casa después de la celebración mostró las marcas de un torbellino festivo, cargado de desfiles, cabalgatas, conciertos, turistas y muestras culturales, entre otros. Ahora la tarea continúa, arreglar la casa, el primer punto. Fotos Sergio Reyes 
En los tramos en los que estuvieron instaladas las graderías se concentró el mayor volumen de basura. 
En las distintas esquinas de la Avenida Circunvalar se apreciaron arrumes de escombros. 
En las artesanías de El Malecón, algunos turistas pasearon en busca de un recordatorio huilense. 
En distintos cajeros electrónicos del centro de Neiva, largas filas de usuarios se apreciaron desde las primeras horas del día. 
En la Avenida Circunvalar algunas graderías continuaban en pie y otras ya se empezaban a desmontar. 
En la Terminal de Transportes se apreciaron largas filas de viajeros en busca de pasajes. 
La escombrera contigua a la Hostería Matamundo parece haber crecido más luego de las fiestas sampedrinas. 
En el lugar donde estuvo instalada la Calle del Festival, sólo se observaron algunos tubos y tablas de las tarimas arrumadas. Allí, la basura estaba recogida en bolsas de Ciudad Limpia.
