Dos fuertes terremotos sacudieron al país euroasiático durante la madrugada de este lunes. Al menos 1.300 personas han perdido la vida mientras otra gran cantidad se encuentran heridas bajo los escombros.
Extensas zonas devastadas dejaron los eventos sísmicos registrados en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el primer terremoto fue de magnitud 7,8 que impactó a una profundidad de 17,9 kilómetros, al este de Nurdagi, provincia de Gaziantep.
El segundo fue de magnitud de 7,5 que se registró alrededor de las 13:30 hora local (10:30 GMT) en la provincia de Kahramanmaras.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo ha llamado el peor desastre que ha vivido el país. “Nuestro estado ha tomado acciones con todas sus instituciones desde el terremoto. Nuestras gobernaciones movilizaron de inmediato todos los medios en sus provincias. Se asignaron 10 gobernadores más para trabajar con nuestros gobernadores actuales en 10 provincias afectadas por el terremoto.
Además, añadió, “instituciones con responsabilidad directa en desastres, como AFAD y Media Luna Roja, enviaron sus equipos a la región. Nuestras instituciones, especialmente nuestras Fuerzas Armadas de Turquía y los municipios, que cuentan con la infraestructura y la capacitación en estudios de desastres, han sido llamados al deber. Actualmente, 9 mil efectivos realizan labores de búsqueda y rescate, y este número aumenta constantemente con los que llegan al área del sismo desde el exterior. Las actividades de detección y rescate de nuestros ciudadanos que permanecen en los edificios derrumbados continúan ininterrumpidamente”.
Se teme que la cifras de fallecidos pueda incrementar, debido a que a que miles de personas están entre las ruinas de los edificios caídos.
