La Nación
COLUMNISTAS

Dólar, petróleo y crisis cambiaria

Uno de los factores de la tragedia venezolana, independientemente de los aciertos y torpezas de sus gobiernos es la actual crisis petrolera por la caída de los precios a menos del 50% frente a la cotización del año  anterior.  Este país dependiente  en casi el 90% de la exportación  petrolera por varias décadas,  se acostumbró a la adquisición de servicios y bienes a bajos precios, en su mayoría importados, dada la abundancia de dólares, asunto que ha permitido subsidios generalizados.  El no aprovechamiento de esa prolongada bonanza para el mejoramiento agrícola e industrial o para disponer de suficientes Reservas Internacionales, contribuye a que en la actual coyuntura  de reducción drástica de la entrada de dólares, un gobierno no sea sostenible ya que el pueblo no admite eliminación de subsidios, o sino recordemos el caso del “caracazo” en el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

Aunque nuestro país dista mucho de la situación anterior, por las condiciones políticas y porque la exportación petrolera solamente representa alrededor del 30%, la caída de precios unida a la reducción de la inversión extranjera por ser más atractivos otros países, ha ocasionado una fuerte reducción de la oferta de dólares y por tanto aumento de más del 50% en su precio, y la tendencia se mantiene; la cotización que estuvo por debajo de dos mil pesos hace un año ya superó los tres mil; el gobierno no muestra preocupación alguna, ha dado soluciones facilistas, plantea que los bienes importados se pueden sustituir por producción nacional y que son más los beneficiados que los afectados con la subida vertiginosa  del dólar. Esto se argumenta en base a impresiones y no con  estudios serios sobre el particular.

La realidad es que las decisiones de política económica no están aisladas del poder económico ya que muchos representantes de la élite política tienen participación en grandes empresas, un caso palpable es la negativa del Congreso para  reformar las EPS, o la Ley sobre el seguro obligatorio. Al parecer nuestra clase dirigente tiene más inversiones e intereses en el sector exportador y está conforme con la fuerte devaluación; en el caso de la baja rentabilidad de las empresas petroleras por el menor precio del crudo, se trata de compensar con un dólar cada vez más caro y se minimiza el padecimiento de miles de consumidores por la inflación importada en cuanto a medicamentos, abonos, muchos productos populares, lo mismo que otros insumos; actualmente la inflación anual se acerca al 5%, cuando en años anteriores era inferior al 3%. Una decisión razonable sería vender dólares oficiales provenientes de las reservas para amortiguar la devaluación, así como se compraron  dólares cuando hubo  revaluación acelerada, lo contrario es algo irresponsable, corrupto y perverso.
 
*rodovaldi@hotmail.com