Ha causado preocupación en el oriente del Huila el crimen del presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa de la Paz del municipio de Algeciras, Jesús Antonio Torres, en hechos registrados en un predio de la vereda La Arenosa de esta misma población.
Tal como lo informó ayer LA NACIÓN, el señor Torres Leiva, de 52 años de edad y padre de 7 hijos, fue abordado por hombres armados que llegaron en una motocicleta y le dispararon a la altura de su cabeza. Las detonaciones alertaron a los jornaleros del lugar, que de inmediato acudieron al auxilio del dirigente comunal, encontrándolo sin signos vitales. Mientras tanto, los agresores se dieron a la huida.
En Algeciras, este crimen ha generado un gran revuelo y muchos temen en el pueblo que haya sido perpetrado por presuntos disidentes de las Farc.
Es imperioso que las autoridades esclarezcan los móviles e identifiquen y judicialicen a los responsables de este hecho de sangre, que no ha sido el único que se ha registrado durante los últimos meses en el oriente del departamento.
Ante lo sucedido, el Departamento de Policía Huila, a través de sus secciones de Policía Judicial y Sipol, y la Fiscalía General de la Nación tienen el reto de evitar que este crimen caiga en la impunidad. Las líneas de investigación que levanten sobre este hecho deben conducir además a establecer si este asesinato tiene relación con la presencia de disidencias de las Farc en esta zona del departamento o con otros crímenes ocurridos últimamente.
Estas investigaciones, obviamente, deben ser rápidas y deben ir acompañadas de múltiples planes y estrategias para reducir los homicidios, varios de ellos bajo la modalidad de sicariato, no sólo en Algeciras sino en otras regiones del Huila como Neiva, Acevedo, Teruel, La Plata y Palermo, entre otras.