La Nación
El brillante “deber ser” 1 17 junio, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El brillante “deber ser”

En la ultracorrupta Colombia, brilla el discurso del “deber ser”, mantra de las instituciones públicas. Estrategia para obnubilar masas populares, sosegar mesas elitistas y, especialmente, para sepultar miserias del “ser institucional”.

Brillante “el deber ser” del INPEC. Vigila personas privadas de la libertad, evita el uso de aparatos electrónicos y garantiza la seguridad ciudadana. Podrido su “ser”, delincuentes con los mejores celulares delinquen desde sus celdas. Promueven el 70% de las extorsiones nacionales y los asesinatos, incluyendo el de su director.

Brillante “el deber ser” de la UNGRD. Prevé los desastres geográficos, socorre a los damnificados. Poderosa institución con gran espíritu humanitario. Sin embargo, podrido su “ser”: compra camiones de $200 millones a $1200. Genera ganancias de más de cuarenta mil millones por sobrecostos. Reparte el botín con senadores y representantes a la cámara, quedando más $35 mil millones en la oscuridad.

Brillante “el deber ser” de la autonomía universitaria. Evitar la injerencia del Estado, protegerla de la corrupción política. Concede libertad para crear nuevos conocimientos y cumplir su función social: orientar el devenir científico, tecnológico y artístico del país.

Sin embargo, corrompido su “ser”. Consejos Superiores actúan contaminados de politiquería, verdaderos campos de batalla entre roscas internas y externas. Combaten por la elección de rector para perpetuar hegemonía de una banda. Importa menos la academia y más el presupuesto, el clientelismo, el electorerismo, la codicia, los negocios. Tan oscuro el “ser” universitario público como el del INPEC.

Nada distinto en la Universidad Nacional: confrontaciones burocráticas, dentelladas de roscas voraces. Por ningún lado la controversia académica, científica, filosófica, artística. Solo jugaditas para elegir Rector. Votación secreta cuando siempre había sido abierta como lo ordenan los Estatutos de la Universidad según Rodrigo Uprimny. Uso del método Borda, muy complejo, muy medieval, usado para descartar las virtudes no divinas de dios y descubrir al “verdadero Dios”.

Surgen auténticas suspicacias si la representación profesoral traiciona a los profesores y estudiantil traiciona a los estudiantes. Con la ultracorrupción viva todo es posible, en todas las instituciones del Estado se negocian prebendas.

Brillante “el deber ser” de la Universidad Nacional, creada para orientar al país en los nuevos conocimientos, enseñar Política a los politiqueros. Sin embargo, con su oscuro “ser”, terminó aprendiendo politiquería de los políticos. ¡Increíble! Los politiqueros actúan como los verdaderos superdocentes del país practicando una docencia corrompida.

Entre brillantes discursos del “deber ser” y podridos “ser”, transita nuestra Universidad Pública. Razón tenía el doctor José Antonio Lozano Teruel, ex rector de la Universidad de Murcia “… en los consejos de gobierno -universitario-, cada miembro sólo va a defender su parcela”.