La Nación
COLUMNISTAS

El cuidado de la casa común

Con esta frase que hace parte del título de la Encíclica que el Papa Francisco acaba de  dar a conocer al mundo, este Pontífice de la Iglesia Católica nos pone de presente  que el planeta  tierra, que es el que  nos   sustenta, gobierna y  produce  frutos, es  también nuestro   hermano  que ahora clama por el daño que le  provocamos  a causa del uso irresponsable  y abuso de los bienes que Dios ha puesto a nuestra disposición. La tierra es nuestra casa común a la  que todos debemos cuidar.
 
La solo lectura de la introducción de esta  Encíclica nos lleva a entender que al Papa le asiste toda la razón  cuando convoca a todos los  seres humanos a cuidar de nuestro  planeta, nuestra casa común.  A no continuar  con la violencia que se  ejerce contra   el suelo,   el agua, el  aire y los seres  vivientes. A no  olvidar que nosotros mismos somos  tierra. Por todos estos  errores cometidos  contra el planeta,  “Necesitamos una conversación  que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos”. 
 
Nunca  una autoridad  espiritual ni política había  osado  tocar tan a fondo un tema de tanta trascendencia para la supervivencia de la vida en la tierra. Basada en lo escrito por el Patriarca Bartolomé,  la Encíclica llama la atención  sobre las  raíces  éticas y espirituales de los  problemas ambientales generados por el capitalismo salvaje que, en aras del consumismo y el enriquecimiento exagerado de unas minorías, destroza la  naturaleza donde quiera  y como quiera que   sus intereses lo  demanden. No hay barrera que las detengan.  Los grandes perdedores de esta  tragedia son  todos los  seres vivos, pero los primeros en  sufrirla son los más pobres, siempre  víctimas de la  voracidad del poder y dinero.  “El ambiente humano y el  natural se degradan juntos, y no  podremos afrontar  adecuadamente la degradación  ambiental si no prestamos atención a causas  que tienen que ver  con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro  del ambiente  y el de la sociedad  afectan a los más  débiles del planeta”, dice  este gran documento.
 
Para cualquiera que  entienda su mensaje humanista, casa común es el planeta, es el país, es  el departamento, es el municipio y todo el entorno en que se vive. Ojalá así  lo entendamos todos. Gracias Francisco.