La Nación
El diálogo social, un camino para salir de la crisis 1 19 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El diálogo social, un camino para salir de la crisis

Flora Perdomo Andrade

El descontento es generalizado y muestra de ello son las impresionantes jornadas de protesta de los últimos días que ponen en evidencia que las políticas definidas por el actual gobierno nacional van en contravía  del querer y sentir de la ciudadanía. Esas marchas no pueden desconocerse, hay un creciente inconformismo  en la comunidad al que es necesario poner atención para evitar que el país se suma en la anarquía y por ende se  recrudezca la violencia.

El Presidente de la República Iván Duque Márquez, sintió la fuerza de la sociedad civil y por ello ha convocado a un diálogo social buscando conjurar la crisis y de paso reorientar el camino de los planes que se vienen desarrollando y que han generado la preocupación de la inmensa mayoría de sectores sociales que consideran que las cosas no marchan de la mejor manera.

Es una buena intención, que debe pasar de la retórica a la acción, pues los antecedentes para el actual gobierno no son los mejores. Hay que decir que ha faltado liderazgo y se han querido imponer decisiones desconociendo las mayorías y en muchos casos imponiendo criterios de un sector político que ha pretendido poner talanqueras el acuerdo de paz e implementar reformas drásticas en materia de tributación abiertamente lesivas para el pueblo colombiano.

La convulsión que enfrentamos nos compromete a todos, a la dirigencia, a los gobernantes, a los gremios, a los docentes, a los jóvenes, a la gente del común, a la clase política y es por esa razón que la coyuntura en la que estamos es una oportunidad para buscar salidas y definitivas, convergencias, acuerdos que colmen las expectativas y que ayuden a superar las radicales posturas ideológicas que no nos dejan avanzar.

Debemos reconocer que este diálogo social que inició  el fin de semana con el encuentro de alcaldes y gobernadores es una manera de recoger los insumos que se necesitan para cambiar la cara que hoy muestra el país, pero las autoridades deben atender esas recomendaciones que con buen ánimo le están exponiendo los distintos actores comprometidos que  están acudiendo a su llamado, ante la urgencia de impedir que el malestar se acreciente y se torne incontrolable. Esta conversación nacional no puede excluir a nadie. Abogo para que se tenga la capacidad y la humildad de poder conversar sin discriminar,  con tolerancia y real capacidad de escucha porque solo de esa manera podemos conducirnos hacia las grandes transformaciones que evidentemente ya no dan espera.

La estructura gubernamental debe determinar compromisos claros en materia de lucha contra la corrupción, generación de empleo, mejoras salariales, acceso a la educación, tributación justa, políticas de inclusión y equidad, reafirmación de los acuerdos de paz entre otros, con un criterio de transparencia y sobre todo teniendo en cuenta los reales y verdaderos intereses sociales para cerrar las brechas que han profundizado las desigualdades.

Los retos son muy grandes. El Gobierno Nacional enfrenta una encrucijada, una situación realmente complicada, que cuenta con un camino señalado  para salir de ella, pero que necesita de la sensatez, de actuar con coherencia y alta capacidad de negociación en el propósito de construir, crecer y consolidar. No es la hora de mirar con el espejo retrovisor, es el momento de asumir los retos que la realidad impone, no es momento de desconocer el clamor de todo un país que ya se manifestó y que espera actos de grandeza de sus gobernantes.

Floraperdomo1@hotmail.com