La Nación
EDITORIAL

El doble juego

Los atentados terroristas perpetrados en Tumaco y Villa Rica (Cauca), con saldo de 17 muertos y unos 100 heridos, condenados dentro y fuera del país, no sólo confirma el desespero de las Farc para demostrar que pese a los duros golpes, siguen vivas. Los atentados terroristas perpetrados en Tumaco y Villa Rica (Cauca), con saldo de 17 muertos y unos 100 heridos, condenados dentro y fuera del país, no sólo confirma el desespero de las Farc para demostrar que pese a los duros golpes, siguen vivas. Las dos explosiones ocurrieron simultáneamente como un acto demencial claramente premeditado para confirmar su lenguaje de guerra: Poner en tela de juicio la estrategia militar y generar incertidumbre. Y lo hacen indiscriminadamente, a mansalva,  sin medir las consecuencias, sin importar las víctimas, principalmente civiles. Tampoco los daños que puedan ocasionar en apartadas zonas del país, blanco del conflicto, pero también del abandono. Y coincidencialmente, ruta obligada de narcotraficantes.  Esa es la otra disputa. La otra cara de la moneda. “Son una demostración de irracionalidad, de locura- dijo el presidente Santos. Y con razón. Así actúan, a mansalva, sin importar que las víctimas sean civiles desarmados o humildes servidores públicos, sacrificados en cumplimiento de su deber. Pero esa ha sido la lógica de las Farc. Estas acciones criminales, coinciden con las propuestas de ‘Timochenko’ para reabrir espacios de diálogo y explorar una salida política. Pero además, con el anuncio de liberaciones de secuestrados, como ha ocurrido en otras oportunidades. Y coinciden con la inesperada suspensión de esas liberaciones, argumentando militarización, cuando ni siquiera se conocían las coordenadas. Es la misma lógica absurda, contradictoria, ‘hipócrita’, como la calificó el presidente Santos. Es la repetición del mismo cuento: En cada gesto de paz que anuncian unilateralmente, se esconde una escalada de guerra. El doble juego. El doble discurso. Y no es que el gobierno haya bajado la guardia. Las operaciones militares contra la guerrilla se mantienen desde que asumió el nuevo gobierno. Las muertes del máximo jefe de las Farc ‘Alfonso Cano’ y el ‘Mono Jojoy’, son dos de los golpes más contundentes propinados al corazón de las Farc. La otra razón: demeritar los efectos, por lo menos en el campo de guerra, que deja el plan estratégico emprendido por la fuerza pública. “Si buscan ablandar al gobierno, lo que hacen es todo lo contrario: nos endurecen”, advirtió el Jefe del Estado. Y ordenó una impresionante militarización en una zona altamente desprotegida. Pero la solución no es solo militar. En estas zonas, donde predominan todos los actores armados que se disputan a sangre y fuego una salida al mar, para el tráfico de estupefacientes, requiere otro componente en inversión social, inaplazable como la urgencia de una política de paz, como motor de la otra locomotora para construir una convivencia civilizada. “Es la repetición del mismo cuento: En cada gesto de paz que anuncian unilateralmente, se esconde una escalada de guerra. El doble juego. El doble discurso”. El sacerdote boyacense Froilán Tiberio Casas Ortiz fue designado como nuevo Obispo de Neiva, en remplazo de monseñor Darío Molina Jaramillo, quien se jubiló al cumplir la edad de retiro forzoso. Sin duda, termina su admirable labor misionera. Al nuevo jerarca le damos la bienvenida.