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El Papa en latinoamérica

El Papa Francisco inició el pasado domingo una gira por tres países latinoamericanos, Ecuador, Bolivia y Paraguay durante ocho días, llevando el mensaje bíblico a todos los asistentes a los actos litúrgicos que ha presidido. Inicialmente el pueblo ecuatoriano lo ha recibido multitudinariamente por donde ha transitado en las ciudades de Quito y Guayaquil y en las misas campales que ha realizado. Su humildad y su forma carismática de utilizar vehículos descubiertos como el papamóvil y el automóvil de su predilección, marca Fiat, ha merecido numerosos comentarios favorables de la opinión pública que lo vitorea en cada instante.

Sus oraciones están enmarcadas en pedir por los más necesitados y la madre tierra y que no es ilícito ignorar lo que está sucediendo a nuestro alrededor. La no inclusión es otro tema que ha reiterado en todos los eventos académicos y litúrgicos que ha participado, haciendo un llamado a los actores políticos y empresariales, para que emprendan estrategias que conduzcan a disminuir la brecha social. Impactó mucho sus planteamientos expresados en la Pontificia Universidad Católica de Quito, ante estudiantes y docentes de la Alma Mater. Defendió la ecología que centró en su reciente encíclica “Laudato Si”, invitando al sector educativo a contribuir en ese sentido.

Ayer inició su travesía por Bolivia y luego continuará en la república del Paraguay, con su mensaje católico que ha cautivado a todos los latinoamericanos que nos sentimos orgullosos de la visita papal porque ha roto todos los paradigmas y estilos de vida que tenían sus antecesores. Las propuestas de adecuar la iglesia a las tendencias modernas, que han venido transformado la sociedad contemporánea, han creado una nueva forma de pensamiento favorable, en los creyentes de la fe católica. La familia constituye la gran riqueza social, que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada, para no perder el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos, permitiendo que este pensamiento fortalezcan las costumbres apostólicas que se han mantenido vivas a través de la historia. Se espera que en la próxima gira que inicie su santidad, incluya a Colombia para que reafirme el proceso de paz que se está adelantando en La Habana, Cuba.