La Nación
El pensamiento crítico 1 17 mayo, 2024
COLUMNISTAS

El pensamiento crítico

Por: Carlos Ramiro Chávarro

Seguramente todos tuvimos un maestro en casa o el colegio que decía con frecuencia: “No hay que tragar entero” -por si alguien no lo tuvo- esta era una de tantas frases tradicionales que constituían el ideario popular en tiempos de mucha menor comunicación y conectividad que los actuales, y se refiere a tener prevención con lo que hoy se denominan “noticias falsas” y la “posverdad”.

La “Posverdad” no es que sea algo tan nuevo, sino que ha tomado especial relevancia en la actualidad tecnológica informativa; y se define como la “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales “, con una clara connotación negativa, porque toda distorsión induce al error.

Tampoco es algo ajeno a nuestro folclorismo, de hecho, el “chisme” bien hubiera podido tener su origen en alguno de nuestros municipios coloniales, cualquiera podría hacer aquí fácilmente esa afirmación, pero “sin sostenerla”. Es un mal tan grave en todo nivel, que hasta el propio Papa Francisco mantiene una cruzada para derrotarlo, comparando el daño que produce similar al de una bomba atómica en el corazón de cada persona.

No obstante, en la democracia todos tenemos derecho a la propia opinión, es conveniente entender el inmenso valor que esto implica y hacer del mismo un instrumento de bien, un producto de la verdad, del conocimiento, de la experiencia y de la buena fe, que aporte a la construcción y armonía entre familias y vecinos, y que si no es algo positivo pues que de todas maneras se ajuste completamente a la verdad y no envenene las ideas ni las situaciones que puedan catalizar las soluciones.

 

Realmente esa urgencia comunicativa que caracteriza a los opitas es una cualidad social, y tal vez solo faltaría fomentarla con otra cualidad muy importante que es el Pensamiento Crítico, que es el mismo “no tragar entero” aunque tampoco buscando el pero a todo sino más bien superando la pereza mental que inclina a creer más rápido lo más fácil para rentabilidad de quienes pretenden manipular y destruir.