Poco a poco y con el visto bueno de las autoridades educativas, los colegios e instituciones de educación en la capital del Huila están regresando a la ‘normalidad’ a casi un año de la pandemia.
Ya son 34 los establecimientos educativos, entre ellos el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, que han sido avalados por la Secretaría de Educación Municipal para que los estudiantes vuelvan a las aulas bajo el modelo de alternancia, que permite la combinación de presencialidad y virtualidad.
Los propietarios de varios colegios privados ya habían advertido de la difícil situación económica que enfrentan, en particular, porque sus únicos ingresos obedecen a las matrículas y pensiones, dineros que sirven para el mantenimiento de sus instalaciones, el pago salarial de docentes, entre otros gastos. Al estar los colegios cerrados, muchos padres de familia han optado por no matricular a sus hijos.
En redes sociales, además, ciudadanos se venían quejando de cómo era posible que mientras bares y establecimientos de expendios de licor tuvieran vía libre para operar, a las instituciones educativas se les negara esa posibilidad.
Deben ahora las instituciones educativas –estudiantes, docentes y comunidad educativa en general— actuar con responsabilidad y aplicar bajo todo rigor los protocolos de bioseguridad exigidos y las normas de distanciamiento.
Si bien ya se empezó a aplicar la vacuna en el país –priorizando acertadamente a personal de la salud y personas mayores de 80 años–, el coronavirus sigue siendo una amenaza, representada en los más de 2.200.000 enfermos y casi 60 mil muertos a lo largo y ancho del territorio colombiano.
Y este mismo mensaje es el que debe mantener presente toda la población: el virus no se ha ido y medidas como la utilización del tapabocas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social deben seguir siendo implementadas con todo rigor.