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El tatuaje que terminó con amenazas 9 19 mayo, 2024
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El tatuaje que terminó con amenazas

El tatuaje que terminó con amenazas 15 19 mayo, 2024En amenazas ha terminado el proceso de un tatuaje a una mujer que alega que tras el procedimiento, su salud comenzó a deteriorarse.  

Todo inició cuando Lida Lorena Vanegas Pedroza decidió tatuarse un colibrí y unas flores en su tobillo izquierdo.

La estética del mismo y la gama de colores dieron fe de un excelente resultado de las manos del joven Manuel Andrés Sarauz Quintero, hijo de reconocidos tatuadores de Neiva.

Pero tres días después de hecho el tatuaje, algo no estaba bien. Lida comenzó a sentir dolores profundos, fiebre e hinchazón en el lugar donde quedó plasmado el colibrí. Las dolencias tan solo serían el comienzo de lo que sufriría días después.

De acuerdo con lo relatado por Lida a LA NACIÓN, el día 16 de diciembre llegó al centro de estética Diana Quintero, ubicado en el tercer piso del centro comercial Los Comuneros para que su colibrí tomara forma, proceso en el que según ella duró más de seis horas, pues el dolor era insoportable.

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Así quedó el tatuaje una vez terminado en el centro de cosmetología Diana Quintero.

La cita fue acordada ocho días antes. “Llegué allí, tenía previsto tatuarme las cejas, quise visitarla, al llegar vi unas personas que se estaban tatuando, quise hacerme uno, me pareció fácil y bonito”, comentó

Ese día Lida Lorena tenía prevista la cita para las ocho de la mañana, sin embargo, llegó tarde. Su tatuaje el cual tuvo un costo de 200 mil pesos, comenzó a tomar forma a las 11 de la mañana quedando totalmente terminado a las cinco de la tarde de aquel 16 de diciembre.

“Llegué muy contenta a la casa, el tatuaje había quedado bonito. Al tercer día comencé a verlo muy irritado. Volví donde Diana y le comenté que me sentía muy mal. Ella me vio y dijo que estaba bien que esa era la reacción normal, que me aplicara bastante hielo y tomara acetaminofén”, eso hice.

Empeorando

En el transcurso de la semana Lida ya no soportaba el dolor, tenía picazón e inflamación; decidió comprar algunos antibióticos, recuerda que fue tanto la hinchazón que no pudo calzar sus zapatos.

El tatuaje comenzó a irritarse a tal punto que reventó y le supuró pus, acompañado de la tinta.

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Tres días después la inflamación y una fuerte infección se registró en el área del tatuaje, lo que terminó con la hospitalización pro 10 días de la mujer.

“Temía ir donde el médico, sin embargo, el 25 de diciembre no pude más y debieron llevarme de urgencias a la clínica, quedé hospitalizada hasta el cuatro de enero. El diagnóstico arrojó que era una celulitis severa producida por una bacteria llamada Pseudomona. Comenzaron a aplicarme diario 12 ampolletas de antibiótico”, narró la mujer quien junto a su esposo trabaja en la venta de comidas rápidas.

Varios interrogantes

Según explica la mujer, los médicos que la atendieron, le preguntaron si se había dado cuenta cuando destaparon la aguja.

“La verdad no me percaté. Los galenos dijeron que esa bacteria la contraje allá en el sitio”, aseguró.

Lida duró internada en la clínica 10 días, tuvo que pasar la fiesta de año nuevo canalizada y tomando antibióticos. Salió de la clínica y regresó donde Diana Quintero, quería que le reconocieran los días de incapacidad, pues según ella tuvo que cerrar los dos negocios de comidas rápidas que tiene en compañía de su esposo.

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Diana Quintero, dio a conocer a LA NACIÓN, los respectivos documentos que avalan su ejercicio y el de su hijo..

 

“Diana me enviaba mensajes por whatsapp, me preguntaba cómo estaba. Le pedí que me reconociera los días de incapacidad, le envié la epicrisis, Cámara de Comercio del negocio, ella quería comprobar si era cierto todo lo que yo le estaba pidiendo. Ahora dice que no me va a pagar nada, que la infección del tatuaje se dio porque no me cuidé. Todo lo que ella me recomendó lo hice”, afirmó.

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Ante esta situación, Vanegas Pedroza, decidió interponer una querella ante la Inspección de Policía, y poner en conocimiento de la Secretaría de Salud Departamental su caso.

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LA NACIÓN, conoció que la dependencia en salud realizó la respectiva visita al lugar y no evidenció anomalías en la manipulación de los elementos utilizados para los procedimientos de cosmetología y tatuado que se realizan en el lugar.

“Quiero denunciar para que otras personas no vayan a tener el mismo inconveniente que tuve, deben asesorarse cuando quieran hacerse una tatuaje. Los cuidados antes y después. A raíz de lo que me pasó no quiero hacerme nada, el pie me quedó como si estuviera quemado. Tengo buena cicatrización pero estéticamente no se ve bien”, puntualizó la mujer.

¿Qué pasó?

LA NACIÓN, llegó hasta el negocio de Diana Quintero. Allí se realizan procesos de maquillaje permanente los cuales son programados con cita previa, pues la demanda de los servicios en el lugar es alta.

Al preguntarle por el caso, Quintero explicó que sí fue su hijo quien realizó el tatuaje y que éste está capacitado para hacerlos.

De hecho, él en estos momentos continúa su formación en la ciudad de Bogotá.

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Lida de acuerdo a la epicrisis sufrió una celulitis infecciosa a causa de una bacteria.

“Mi hijo es un artista, es la única persona en Neiva, que hace retratos. Nosotros a todos los tatuajes que hacemos le sacamos fotos, y el de Lida en ese momento no se ve maltratado. Tenemos la evidencia, el cuidado debe ser muy estricto pues es una herida y más en el tobillo que es un lugar muy sensible al dolor. Yo creo que ella salió esa noche y se fue a trabajar, habrá estado toda la noche de pie, me imagino”, advirtió Diana Quintero.

Para la tatuadora, quien lleva 17 años en el oficio todo lo que le sucedió a Lida, tienen que ver con un mal cuido.

Señala que el pie es la parte del cuerpo que recoge todo el peso por lo cual necesitaba de reposo, a eso le suma que ella tal vez no consumió los medicamentos recomendados, y no descarta que haya tenido una mala higiene en el área tatuada.

Con todos los permisos

Diana Quintero, señala que para poder tener un negocio de estos, debe de haber una autorización de la Secretaría de Salud la cual ejerce un control periódico.

“Todo está legal, unos delegados de la Secretaría de Salud Departamental, estuvieron acá revisaron el lugar y el único reparo que vieron es que el baño es externo, la recomendación fue instalar uno dentro del local y desde ya se está haciendo la gestión”, comentó.

Por otro lado, Diana Quintero tiene contrato con Incihuila, empresa que cada jueves se encarga de recoger los residuos peligrosos, entre los que se encuentran las agujas con las que se realizan los respectivos tatuajes.

Comienzan las amenazas

No obstante, y cuando Diana Quintero menos lo esperaba, la situación con su clienta se tornó más preocupante.

De los reclamos por un aparente mal procedimiento y la solicitud del pago de la incapacidad de Lida, de pronto se pasó a otros más fuertes.

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Los desechos peligrosos son recogidos todos los jueves por Incihuila.

Comenzó a recibir llamadas telefónicas en tono amenazante que se volvieron más constantes, por parte del esposo de la afectada, quien según Diana Quintero le advirtió que debía pagarle la suma de dos millones de pesos.

Y que si no lo hacía podría quedar como Natalia Ponce de León, la joven que fue brutalmente quemada con ácido y por la que hoy cursa una ley de la República que castiga este tipo de atrocidades.

“Interpuse una demanda por que me han amenazado, recibí una llamada por parte del esposo que me dijo, -si usted no quiere quedar como Natalia Ponce, devuelva el dinero en ocho días- Eso me tiene muy asustada”, comentó la cosmetóloga quien instauró la respectiva denuncia ante la Fiscalía, la inspección de Policía.

Hoy, Diana Quintero tiene una medida preventiva de protección la cual está a cargo de los uniformados del cuadrante 20 de la Policía Metropolitana de Neiva, ya que teme por su vida e integridad física.