En Baraya, una falla geológica en el sector de la vereda La Estrella originó una remoción en masa que dejó aislado todo el sector de Laureles, uno de los puntos de producción agrícola más importantes que tiene Baraya.
Según el alcalde de esa localidad, Luis Enrique Cardozo, el movimiento en masa se intensificó debido a los temblores que se han presentado en el Huila y que han tenido epicentro en Colombia y Villavieja, se cree que por la cercanía de los municipios estos movimientos telúricos terminaron reactivando la falla geológica y afectando la carretera, a la que ya desde hace unos tres años se le habían hecho unos arreglos pero ahora está otra vez inservible.
“Esa es una de las principales vías veredales que tiene el municipio de Baraya, esa falla geológica la provocó la ola invernal del año 2008 y del 2011. El Invías le ha invertido a la reparación de este sitio $1.400 millones pero no ha sido suficiente porque el problema sigue”, dijo el alcalde de Baraya, Luis Enrique Cardozo.
Agregó que “los $1.400 millones que invirtieron quedaron enterrados y ahora quedamos aislados en 10 veredas que son las que producen gran cantidad de papa, alverja, lulo, tomate de árbol y otra serie de pasifloras. El miedo que tenemos es que estos campesinos pierdan las cosechas y se presente otro desplazamiento como sucedió en el año 2010 y 2011 debido al mismo problema”, denunció Cardozo.
El mandatario destacó que desde hace tiempo tienen proyectos para el arreglo de la vía en los gobiernos Nacional y Departamental, pero no ha sido posible que les den una repuestas o que les digan qué va a pasar con las familias que están en ese sector temerosos de perderlo todo.
Como si la situación no fuera grave, los campesinos de Baraya se estaban preparando para la Segunda Feria Agropecuaria por la Paz, un flagelo al que los barayunos no han sido ajenos, a esta cita la mayoría de productores que acuden son de la zona de Laureles, pero si los gobiernos Nacional y Departamental no hacen nada para sacarlos del aislamiento en que están, la feria y el anhelo de paz de los pobladores de estas 10 veredas se terminará, porque como ya lo han anunciado ellos mismo, les va a tocar abandonar sus parcelas antes que lleguen los bancos a cobrar.
EN COLOMBIA
Pero si en Baraya la situación es grave, en el municipio de Colombia las cosas están peor. Allí los campesinos y la alcaldesa Adelia Guzmán García se cansaron de pedirle al gobierno que les ayudaran para reparar el puente El Totumo, porque el río Ambicá –el mismo que derribó parte del puente El Milagro el año pasado- le socavó uno de sus muros del puente y lo debilitó, la súplica no fue escuchada y el aguacero que cayó el viernes anterior provocó una creciente del Ambicá que se llevó lo que quedaba del puente, dejando aisladas unas siete veredas, y a un buen número de agricultores con sus productos listos para sacarlos al mercado pero sin saber por dónde porque quedaron aislados.
La misma situación se presenta el sector de la vereda Antillas, donde el puente sobre el río Blanco fue arrastrado por las aguas, incomunicando todo este sector del municipio de Colombia.
A los dos puentes anteriores se suma otro en el sector de San Antonio a San Marcos, allí el puente sobre la quebrada Linderos esta que se cae, de perderse este puente queda aislado todo el sector de Santana y San Marcos, los centros poblados más grandes del municipio de Colombia, así las cosas la localidad quedaría con todas las vías terciarias bloqueadas, solo queda la vía hacia Neiva, en donde el río Ambicá todos los días sigue socavando los muros del puente El Milagro.
“Por el puente El Totumo es mucha la lucha que hemos dado pero no ha sido posible ni siquiera que le programen una visita técnica. Nosotros sabemos que en Colombia hay vías que están a cargo del Invías y otras del Municipio, pero no tenemos recursos para reparar los puentes, El Totumo vale como $2.500 millones y su caída se hubiera podido evitar con obras de mitigación pero no fue posible que nos escucharan”, dijo la alcaldesa de Colombia, Adelia Guzmán García.
La mandataria pidió que le brinde ayuda para solucionar el problema de las veredas que están aisladas porque ya hay cosechas que empezaron a perderse porque no hay como sacar los productos.
“Estamos hablando de unas 300 familias que están aisladas en la despensa agrícola del municipio, de allí sale también mucho café. Hoy que estamos aislados, me da tristeza saber que se ha hecho la gestión para solicitar el arreglo de todos estos puentes y vías pero no tengo ni siquiera la respuesta de los oficios que hemos mandado a la Secretaría de Vías y al Invías, porque no nos ponen cuidado”, concluyó la alcaldesa de Colombia.
Ante la situación que viven los municipios de Baraya y Colombia por los problemas en las vías, LA NACIÓN intentó varias veces comunicarse telefónicamente con el Secretario de Vías del Departamento para conocer lo que se está haciendo para solucionar este problema, pero no fue posible establecer comunicación.
En Baraya una falla geológica tiene aisladas 10 veredas del sector de Laureles.
En Colombia el puente sobre el río Blanco también fue arrastrado por una creciente, quedó aislado todo el sector de la vereda Antillas.
El puente El Totumo ya había sufrido una embestida del río Ambicá y había quedado debilitado, la comunidad advirtió esta situación pero no fue posible que lo repararan y el río se lo acabó de llevar.