Decidió presentar su nombre como candidato a la Alcaldía de Neiva, sin experiencia alguna en la política y solo con la referencia de algunos de sus familiares que en el pasado participaron en esta actividad.
Finalmente no obtuvo la victoria pero no se rinde, dijo que esta sería apenas la primera de tantas batallas. Por lo pronto, seguirá en el sector público, como funcionario. Acaba de posesionarse como director de la Caja Popular Cooperativa de Bogotá, gracias a una invitación del alcalde Enrique Peñalosa.
Su misión allí será propiciar la ejecución de programas de vivienda orientados principalmente a población vulnerable y primera infancia.
¿Qué significa para usted este primer cargo público?
Es el comienzo de una vocación. Le plantee a Neiva que quería dirigir sus destinos, y salieron 17.000 personas a soportarlo. Hoy, el alcalde Enrique Peñalosa quien ha sido un referente de urbanismo, me ha confiado la responsabilidad de hacerme cargo de la Caja de Vivienda Popular que tiene todo el carácter social. Estoy muy honrado de hacer parte de su equipo, y con muchas expectativas de entrar a generar ejecutorias desde el punto de vista público pero con un componente social. Estoy contento de tener la posibilidad de liderar un equipo en la Caja de Vivienda Popular para solventar esas necesidades primarias de los estratos uno y dos.
¿En qué consistirá su trabajo?
Será un trabajo misional, porque es una entidad sin ánimo de lucro que propende por el mejoramiento de las condiciones de vida de los estratos uno y dos. Tiene cuatro componentes especiales: reasentamientos; titulación de predios; y el tercero y cuarto tienen que ver con los que conocemos muy bien, como la política que Peñalosa hizo en 1998 que se llamó la desmarginalización de Bogotá, que es mejorar la infraestructura de los barrios de estratos uno y dos. Y el otro es el mejoramiento de vivienda a más de 5.000 hogares. Además, obras de urbanismo como parques, alamedas, andenes, con el componente de la bicicleta.
Pero es un reto muy alto en una ciudad como Bogotá, tan llena de necesidades…
Sí, definitivamente, es un reto importante y esa es la manera de entender cómo es que el sector público tiene que hacerse eficiente y transparente. Siempre he dicho que hay una distinción que no debería ser así, y es que gerenciar una entidad y una empresa es lo mismo. Es sacar lo mejor de los empleados y los colaboradores para potenciar lo mejor de las oportunidades de la compañía. Y qué mejor que la Caja de Vivienda Popular que es la encargada de la política de vivienda y reasentamientos de los estratos uno y dos de Bogotá.
¿Quiere decir que usted sigue preparándose para ser alcalde de Neiva, o ya descartó la idea?
Yo he expresado con pasión esa vocación de servir a la ciudad que me vio nacer, pero eso ya depende de los ciudadanos de Neiva. Yo sigo en el sector público, y sería irresponsable de mi parte hablar de una campaña política a la Alcaldía de Neiva. Hoy tengo una misión muy clara, y lo que voy a hacer es invertir mis energías en darle resultados a la ciudad de Bogotá. Sin lugar a dudas, esto sigue nutriendo mi carrera profesional, ahora en el ámbito público y en su momento revisaremos la posibilidad de que los neivanos me den ese voto de confianza.
¿Cómo fue ese proceso de llegar al cargo donde está ahora?
El alcalde Enrique Peñalosa es un tecnócrata, y en ese orden de ideas, él se ha venido rodeando en su administración, de personas que tienen una hoja de vida que le garanticen que podrán hacer las ejecutorias. Por eso, me siento honrado de que haya contemplado una hoja de vida como la mía con 18 años de gerencia en la empresa privada pero que viene a manejar una entidad que tiene la posibilidad de transformar la calidad de vida de la gente, a través de la vivienda, la titulación y mejoramiento de sus barrios.
Y a propósito de ese ejercicio que usted hizo en la pasada campaña, ¿qué le quedó de todo eso?
Aprendizaje. Nadie caminó como Germán Bahamón, la ciudad de Neiva y algunos quisieron hacer sentir que no conocíamos la ciudad. Hoy puedo decir que tengo un diagnóstico claro de la ciudad, le demostré a la ciudad que tenemos que soñar pero con ejecutorias. Por eso creo que es importante que pasemos del discurso al hecho, y por eso he dicho que tenemos que ser respetuosos del alcalde actual de los neivanos. Aunque estoy en Bogotá, sigo pendiente de Neiva.
¿Cómo fue ese traslado a Bogotá, cuando usted había vuelto hacía poco a la ciudad de Neiva, tras muchos años fuera del país?
En mi vida he tenido unas constantes y es con los traslados, debido a mi ejercicio profesional. Cuando llegué a Neiva, pensé que sería el último, y además estaba muy a gusto viviendo con mi señora y mis dos hijas en nuestra capital. Es cuando Enrique Peñalosa me dice que hay una oportunidad de unirme a su equipo de trabajo en Bogotá. Estoy muy contento.
Usted va a contar con apoyo de Japón, en su cargo, ¿cómo será eso?
Vamos a tener una cooperación internacional con países en desarrollo, de una organización japonesa. Voy a tener un japonés que estará trabajando con nosotros durante los próximos dos años, ayudando y soportándonos en cómo hacer paisajismo, de la mejor manera. Yo que viví en Japón, sé que ellos han aprovechado de la mejor manera, como nadie el espacio que les ha dado la naturaleza en su isla, a través del urbanismo y el paisajismo.
“Sin lugar a dudas, esto sigue nutriendo mi carrera profesional, ahora en el ámbito público y en su momento revisaremos la posibilidad de que los neivanos me den ese voto de confianza”