El gobierno de Daniel Novoa en Ecuador, transgrediendo flagrantemente la Convención de Viena, firmada por 33 países Latinoamericanos y ratificado por 116 naciones del planeta, que hace de las embajadas y consulados una especie de territorios extranjeros inviolables, decidió invadir con sus fuerzas militares la embajada de México para capturar allí al ex vicepresidente del gobierno de Rafael Correa, Jorge Blas, a quien el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le había concedido asilo político.
En el operativo no sólo hubo destrozos contra los bienes de la embajada, sino también agresiones y atropellos físicos contra el personal diplomático. Con motivo de estos hechos que han sido condenados por todos los Gobiernos latinoamericanos, tanto de izquierda como de derecha, el Gobierno mexicano rompió sus relaciones diplomáticas con la nación austral y se anuncian sanciones por organismos internacionales como la CELAC, la OEA y las propias Naciones Unidas.
El segundo caso de grave violación del derecho internacional humanitario es todo lo que está sucediendo con la agresión de Israel contra la Franja de Gaza y el pueblo palestino que allí reside. En su llamada guerra contra Hamas, la organización política/militar de los palestinos que el pasado 7 de octubre atacó el sur de Israel con saldo de 1.200 muertos y 250 capturados; Israel está convirtiendo la Franja de Gaza en una tierra arrasada, destruyendo viviendas, escuelas, colegios y hospitales donde ya han muerto más de 33.000 personas, de las cuales la mayoría son niños, mujeres y ancianos, civiles inocentes.
Los heridos pasan de 70.000 y los desplazados se aproximan al millón de personas. Los demócratas del mundo han denominado esto como un genocidio. En la práctica cuanto busca el sionismo que hoy dirige el Estado de Israel, es la anexión de la Franja de Gaza, que algunas naciones de la ONU han propuesto como el territorio donde podría comenzar a operar un Estado Palestino.
Para empeorar el clima de la guerra, el pasado 1 de abril, Israel bombardeó la embajada de Irán en Damasco, capital de Siria, asesinando a 7 comandantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el ejército de Irán, país que ha anunciado una retaliación militar tanto contra Israel, como contra los Estado Unidos de América, el principal aliado de los israelitas.
Es bueno recordar que Irán es catalogado como el país que ocupa el puesto 14 entre las naciones con mayor fuerza militar en el mundo y que a pesar de las sanciones recibidas, ha iniciado la construcción de un arsenal nuclear. Muy grave que los Estados Unidos, tan cercanos aliados de Israel y Ecuador, hayan guardado silencio a tan graves violaciones a normas del derecho internacional, contribuyendo al actual clima de zozobra en las relaciones internacionales.