El congresista huilense Julio César Triana se ‘despacha’ contra la reforma a la salud aprobada esta semana en la Cámara de Representantes. Alerta que el gobierno de Gustavo Petro aún no dice cuánto les costará esta reforma a los colombianos. “¿Podrá el Estado construir y poner a funcionar más de 2.000 CAPS en el país?”, pregunta. Confía en que el Senado ‘tumbará’ la iniciativa.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Para Julio César Triana, la reforma a la salud, aprobada esta semana en la Cámara de Representantes, pone en riesgo la salud de los colombianos. El representante a la Cámara huilense expone a detalle por qué se ha opuesto a esta iniciativa del gobierno de Gustavo Petro.
¿Qué balance tiene de la aprobación en la Cámara de la reforma a la salud del gobierno Petro?
Lo primero que hay que advertir es que la reforma no ha sido aprobada. La reforma a la salud requiere cuatro debates, dos en Cámara y dos en Senado. Esta semana se culminaron los dos debates en Cámara de Representantes. Por eso, sigo sin entender las celebraciones del gobierno y de algunos congresistas con letreros y avisos celebrando la aprobación de algo que aún sigue en trámite. Esperamos que en el Senado se sigan dando debates serios, a profundidad, y estudiando la posibilidad de detener el trámite de esta reforma. Nosotros reconocemos como Partido Cambio Radical que el país requiere una reforma a la salud; no nos oponemos a que se regule el abuso de las EPS. Razón le asiste al gobierno cuando se refiere a que las EPS se han concentrado en el tema financiero y han descuidado el paciente. Eso mismo pensamos quienes estamos en oposición, pero lo que creemos es que se debe construir una reforma sin destruir los logros en materia de salud de los últimos 30 años. Nadie puede desconocer que en materia de salud hay situaciones que deben ser corregidas, pero también hay que reconocer que el sistema de salud colombiano, siendo imperfecto, ha funcionado bien y ha salvado vidas. Lo que nosotros consideramos es que esta reforma pone en riesgo la salud de los colombianos.
Usted ha advertido que la reforma a la salud tiene fallas en su contenido y forma, ¿qué tipo de falencias son?
Jesús Antonio, en su forma, por ejemplo, la reforma a la salud debió haber sido tramitada como una ley estatutaria y fue tramitada como una ley ordinaria, asunto, que de ser aprobada en el Senado, la Corte Constitucional tendrá que revisar. Pero, en su fondo, no puede ser posible que esta reforma sea tramitada sin el estudio del impacto fiscal de lo que le va a valer a los colombianos la implementación; no puede ser posible que esta reforma sea tramitada entregándole una serie de poderes al Adres con los que ya no va a tener la responsabilidad de hacer auditorías antes de hacer pagos, sino que se va a pagar sin esas auditorías, pudiendo caer en corrupción y politiquería. En esta reforma, además, están quitando la libre elección. Hoy, los colombianos deciden en qué EPS están, con quién aseguran su salud; la reforma quita ese derecho fundamental y se someterá a los colombianos a un centro de atención donde esté ubicada su vivienda.
¿Qué reparos puntuales tiene a la iniciativa de que las EPS se conviertan en gestoras de salud?
Las EPS les han fallado a los colombianos y deben ser reformadas. Pero, acabar de un solo tajo ese modelo, es muy riesgoso; es poner en manos de la politiquería el manejo de la salud. Hay que acabar la integración vertical, en la que las EPS tienen el manejo para contratar ellas con ellas mismas; eso es perjudicial; hay que limitar el manejo de los recursos públicos que terminan en manos de las EPS. Pero, lo que no se puede acabar es un modelo que ha entregado resultados. Nos acusan a quienes estamos en la oposición de ser defensores de las EPS; eso no es cierto. Nosotros creemos que hay que reformar y regular a las EPS, pero lo que no creemos es que acabarlas sea la solución. Acabarlas es poner en riesgo la atención de la salud en Colombia.
La reforma a la salud crea los CAPS, ¿qué le preocupa de ellos?
La reforma a la salud plantea la creación en dos años de más de 2.000 Centros de Atención Primaria en Salud, CAPS. Pregunto: cuál es el impacto financiero de la construcción de esos más de 2.000 CAPS; es posible que este Estado, que ha demostrado ser ineficiente en materia de inversión y desarrollo en infraestructura, construya, en dos años, más de 2.000 CAPS; puede el Estado poner a funcionarlos. Yo creo que esta es una verdad que el gobierno está en mora de entregarles a los colombianos, cuál es el tiempo, cuánto cuestan, qué papel van a jugar los alcaldes y gobernadores. Yo espero que la Corte Constitucional, pero primero el Senado, detenga esta reforma.
Muchos están cuestionando que quienes promueven la reforma a la salud no saben realmente nada sobre su implementación, ¿piensa lo mismo?
Jesús Antonio, es que nunca nos entregaron una cifra certera de cuánto vale la implementación de esta reforma a la salud. Lo que se entregó fue un análisis financiero. Esta reforma se está tramitando sin conocer el impacto fiscal real. Yo quisiera escuchar a todos los representantes que votaron favorablemente y que hicieron videos con unos letreros diciendo “sí se pudo”, explicándoles a los colombianos el impacto financiero de la reforma a la salud y cómo van a ser atendidos los enfermos con dolencias de alta complejidad en el periodo de transición.
¿Cómo votó Cambio Radical esta reforma a la salud en sus primeros dos debates?
Nosotros nos retiramos de las votaciones. En algunas ocasiones, votamos no unos artículos porque la ley obliga a que si un congresista está sentado en el debate y se abre una votación, debe votar. En esas ocasiones votamos no el articulado, pero en la mayoría de oportunidades, atendiendo prácticas parlamentarias consagradas en la legislación y validadas por la jurisprudencia tanto del Consejo de Estado como de la Corte Constitucional, nos retiramos para no votar ni participar en la discusión. Lo hicimos con constancias que las dejamos por escrito y de manera verbal, advirtiendo que estar allí sentados era hacer quorum y facilitar el trámite de la reforma a la salud.
¿Le sorprendió colegas suyos del Partido Liberal aprobando y aplaudiendo la reforma a la salud de Petro?
Jesús Antonio, en el Congreso cada quien atiende sus intereses y los intereses de su partido político. Yo no voy a opinar de los intereses de los demás colegas. Pero, sí voy a defender los intereses de nuestra colectividad que ha dicho desde el principio que esta reforma a la salud atenta contra el aseguramiento y atenta contra la libre elección y que, además, se votó en bloque, negando la posibilidad de discutirla artículo por artículo. De tal suerte que en el Congreso como en la vida cada quien responderá por sus actos. Nosotros hemos hecho críticas serias; lamentablemente, muchas de nuestras propuestas nunca fueron atendidas. Por estas razones, seguiremos oponiéndonos a esta nefasta reforma.
¿Cómo vio al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la defensa de esta reforma?
El ministro de Salud ha defendido esta reforma con carga ideológica. Debido a eso, un buen número de congresistas decidimos firmar una moción de censura porque vimos que el ministro llegó a imponer sus ideas y sus creencias. Ya afirmó que es antivacunas; esta es una de las causas de la moción de censura. Ahora, dijo que no es amigo de las Unidades de Cuidado Intensivo; quienes somos de región tenemos claro que las UCI son una necesidad primordial para salvar vidas. Hemos visto, además, un ministro enemigo de las EPS, con una carga ideológica permanente que no le hace bien a la discusión.
Sobre la moción de censura, ¿qué viene ahora?
Esperamos que entrando el próximo semestre, las mesas directivas, especialmente la de Cámara, nos cite al debate. Daremos el debate y sustentaremos el porqué de la moción de censura. Dados esos argumentos se debe citar nuevamente para votar la moción. Nosotros esperamos que los congresistas tengan la grandeza de entender que es necesario un ministro con más posiciones técnicas. Jesús Antonio, estamos advirtiendo algo muy grave: el país está al borde de un gran desabastecimiento de medicamentos. Al fallar una acción popular, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca notificó al Ministerio de Salud sobre la necesidad de elaborar un plan de contención para evitar el desabastecimiento, cosa que no acató. Acemi, una de las agremiaciones médicas más importantes, ha advertido que el país está entrando en la escasez de más de 2.600 medicamentos, mientras que organizaciones como la Ocde ha alertado que más de 140 componentes necesarios para la elaboración de medicamentos, no volvieron a entrar a Colombia. Necesitamos que el ministro de Salud se ocupe de estos asuntos y no se ocupe de las discusiones ideológicas.
Hablemos ahora de la crisis de seguridad que está viviendo el país; el Huila, por ejemplo, vivió esta semana la quema de otro bus a manos de las disidencias de las Farc, ¿qué sigue pensando?
Estamos en el peor momento en seguridad de los últimos 20 años. El país está viviendo momentos que no se vivían hace 20 o 25 años. Y las regiones como las nuestras necesitan que la seguridad se convierta en lo primordial de la agenda de los gobernadores, los alcaldes y del señor Presidente de la República. Creo que le ha hecho daño al país el concepto de ‘Paz total’ y considero que no ha habido claridad en lo que se refiere a los diálogos con las disidencias de las Farc. El sur de Colombia requiere que esos diálogos sigan adelante, pero que haya compromisos serios de las disidencias como dejar por fuera a la población civil, y un compromiso del gobierno nacional de proteger la honra y bienes de los colombianos. Es necesario que el Presidente pare su gestión de líder mundial y se concentre como líder regional y nacional y asuma como comandante en jefe de las Fuerzas Militares y de Policía.
¿Qué le augura al nuevo comisionado para la Paz, Otty Patiño?
Yo fui uno de los congresistas que más reclamó la salida del anterior Comisionado. Demostró ser incompetente y no tener liderazgo; lo veíamos más como un compañero o amigo con quienes negociaba, que como negociador a nombre de los colombianos. Esperamos de Otty Patiño que lleve a las mesas de negociación la iniciativa de seguir dialogando, pero sin secuestros, sin acciones violentas contra la población civil y con una fuerza pública activa y defendiendo los colombianos.
Dos preguntas finales, ¿qué retos le esperan al próximo alcalde de Neiva, German Casagua?
Nos alegró mucho el éxito de German Casagua. Es un joven que se mantuvo con ideas claras de lo que quiere de Neiva; esperamos que logre implementar rápidamente acciones en materia de seguridad para la ciudad, en materia de movilidad, de recuperación de la malla vial y de recuperación de parques. Estoy seguro que German Casagua va a liderar no solamente un gobierno de unidad sino un gobierno de ejecutorias. Tiene que dar victorias tempranas en materia de administración.
¿Qué expectativas tiene frente al gobierno de Rodrigo Villalba Mosquera?
Los huilenses están felices con la elección de un hombre experimentado, de un hombre que conoce el Huila, de un hombre con capacidad de ejecución. Mi principal expectativa como huilense es que en el gobierno de Rodrigo Villalba haya ejecución permanente a lo largo y ancho del Huila porque eso dinamiza la economía y genera empleo. Villalba es un experto en ejecución. Hay quienes dicen que él no tendrá las regalías que tuvo en el pasado, pero yo que lo he visto trabajar sé que tiene la capacidad de gestionar ante el gobierno nacional; sé que anda pensando en créditos internacionales subsidiados para atender el sector agrícola. Estoy seguro que los huilenses tienen una prenda de garantía en materia de seguridad con Rodrigo Villalba. Él ya no tiene nada que perder ni nada que apostar en política porque lo ha hecho todo. Estoy seguro que tendremos en él un muy buen gobernador con una excelente capacidad de ejecución y con la autoridad para tomar las decisiones que se requieran en pro del departamento del Huila.