La Nación
Exrector condenado por acoso sexual a docente en colegio de Timaná (Huila) 1 26 julio, 2024
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Exrector condenado por acoso sexual a docente en colegio de Timaná (Huila)

El entonces rector de la Institución Educativa Cosanza, en el municipio de Timaná, José Alirio Cabrera Cuéllar, fue condenado por acosar sexualmente a la docente Patricia Imbachí España. El directivo le expresó “que a ella le debía gustar el sexo duro, porque a las mujeres con tatuajes les gustaba eso, el sexo fuerte, que él también tenía un tatuaje que si ella quería se lo exhibía”.

 

Rafael Rodríguez C.

rafael@lanacion.com.co

 

“Fue tal la afectación psicológica que presentó Patricia Imbachí España, derivada del acoso sexual que padeció… que no conciliaba el sueño, perdió el apetito, el sentido de la existencia y llegó a extremos de intentar quitarse la vida”.

Así sentenció la Juez Primera Penal del Circuito de Pitalito con Funciones de Conocimiento, al condenar en primera instancia a José Alirio Cabrera Cuéllar, quien para el momento de los hechos se desempeñaba como rector de la en la Institución Educativa Cosanza, en el municipio de Timaná.

El hombre, de 67 años de edad, universitario y hoy pensionado del Magisterio, fue denunciado por la docente Patricia Imbachí, quien fue víctima de insinuaciones y propuestas indecentes por parte de Cabrera Cuéllar, entre los años 2015-2016.

La docente Patricia Imbachí y su abogado defensor, Jesús Antonio Marín, lograron demostrar con pruebas testimoniales y documentales, en el juicio oral, que el entonces rector de la Institución Educativa Cosanza de Timaná, la acosó sexualmente. “Las insinuaciones se presentaron desde el primer día y persistieron durante todo el año 2016”, relató la víctima en el juicio oral.

La mujer en la audiencia testimonial manifestó que en septiembre de 2015, llegó a laborar en la institución educativa, que debido a que no había transporte directo, el rector José Alirio Cabrera Cuéllar le indicó que le solicitara el servicio de transporte al docente Félix Otálora, quien se negó.

 

Exrector condenado por acoso sexual a docente en colegio de Timaná (Huila) 7 26 julio, 2024
El abogado defensor, Jesús Antonio Marín, fue el defensor de la víctima.

Los acosos

En ese instante sin saber que comenzaría su pesadilla, el rector le ofreció transportarla, ya que él todos los días iba a la vereda Cosanza y en la tarde regresaba al casco urbano de la población timanense. “Desde ese mismo día comenzaron las conductas inadecuadas por parte del rector…”, dijo Patricia.

El primero de los acosos ocurrió en el momento en que Cabrera Cuéllar hacía un cambio de marcha en el vehículo. “Simuló que su mano se deslizó y le tocó una pierna, situación que le molestó; no obstante, no dijo nada, debido a los nervios y porque era su primer día laboral”, relató la mujer en el juicio oral.

El tocamiento inadecuado, llevó a la docente a llamar al profesor Otálora, le explicó lo sucedido, por lo que él accedió a transportarla.

Patricia Imbachí recordó, además, que tiene un tatuaje en la espalda, por lo que Cabrera Cuéllar le expresó “que a ella le debía gustar el sexo duro, porque a las mujeres con tatuajes les gustaba eso, el sexo fuerte”; que él también tenía un tatuaje que si ella quería se lo exhibía.

Cabrera Cuéllar no solo le hizo insinuaciones indebidas a la docente Patricia Imbachí, sino que hasta la buscaba para proponerle que se quedaran a dormir juntos en un hotel en Neiva, como ocurrió en el mes de junio de 2016, en un foro educativo de experiencias pedagógicas en la capital huilense.

La víctima reveló en el juicio oral que cuando ella llegó al foro se percató que el rector se encontraba en el lugar, por lo que se hizo lejos con compañeros de Neiva y recibió una llamada de Cabrera Cuéllar. “Llamó e indicó que no la veía, ella le manifestó que estaba en el lugar…Cabrera Cuéllar le indicó “profe, ya separé la habitación para que nos quedemos los dos esta noche”.

Sostuvo la profesora que además de las insinuaciones sexuales, el rector la miraba morbosamente. “Indicó que la manera en que la miraba era lasciva (lujuriosa) y morbosa. Manifestó que el docente le indicaba que “tenía unas nalgas bonitas, que si se las había hecho operar o eran producto del ejercicio, que tan rico sería dormir encima de mis nalgas”.

Precisó la docente que cada 15 días debía solicitar los permisos por estudio o para citas médicas, eventos que fueron aprovechados por Alirio Cabrera para acosarla. “Hubo ocasiones que el rector iba hasta el salón de clase y se quedaba desde la ventana o la puerta viéndola y si se lo encontraba en pasillo, él pretendía tocarla”.

El acoso sexual del rector no solo fue hecho a la profesora Patricia, también a varias de las estudiantes de la institución educativa.

La docente sostuvo que una de las alumnas le comentó que el rector le había ofrecido comprarle ropa y un celular si se iba con él a Pitalito; no obstante, la estudiante no denunció porque estaba asustada, tenía miedo que los papás no le creyeran y no aprobar el grado undécimo que cursaba.

Patricia indicó que una vez se enteró que las propuestas indecorosas del rector hacía a menores de edad, decidió no callar más y denunciar lo ocurrido ante la Secretaría de Educación, siendo respaldada con una carta por algunas estudiantes que conocían o vivían la misma situación.

 

Sobre dosis de tranquilizantes

La docente aseguró que vivió un infierno y empezó a tener problemas de insomnio y depresión; llegó hasta el arrepentimiento de haber estudiado para ser maestra. Dijo que no denunció con anterioridad por temor, ya que su agresor era su jefe, una autoridad y no darían crédito a su versión.

La juez señaló que Imbachi España manifestó que luego de una sobre dosis de tranquilizantes optó por buscar ayuda de profesional en salud mental, por lo que fue a un médico psiquiatra que emitió un concepto y las pautas para su recuperación. “Fue tal la afectación psicológica que presentó Patricia Imbachí España, derivado del acoso sexual que padeció, imputable al acusado, que no conciliaba el sueño, perdió el apetito, el sentido de la existencia y llegó a extremos de intentar quitarse la vida, prueba recaudada en la actuación, que refuerza la credibilidad de sus dichos”, dijo la juez al estudiar el informe siquiátrico.

 

“Insinúan un acercamiento íntimo”

José Alirio Cabrera Cuéllar, ‘rompió’ el derecho a guardar silencio en el juicio oral y declaró que durante este tiempo, la docente Patricia Imbachí España nunca le expresó nada, “tampoco la observó enojada, ni le hizo algún reclamo”.

Refirió que en dos ocasiones unos docentes en medio de bromas le dijeron algo a Patricia Imbachí y ella los insultó, los trató mal delante de otros compañeros docentes.

Sin embargo, la juez de conocimiento manifestó que la declaración de Imbachi no ofrece “mayor poder suasorio, pues incurrió en afirmaciones poco creíbles como que fue un docente quien observó su tatuaje, que este se lo comentó a los demás profesores y a partir de allí Imbachí España inventó la historia de acoso relacionada con el tatuaje”.

La operadora judicial sostuvo que los argumentos del procesado no restan credibilidad a los señalamientos efectuados por la víctima. “Los hechos denunciados por Imbachí España no solamente se limitan a un roce accidental en la pierna, o tocamientos en sus brazos o manos, porque además de ser persistentes, de manera clara, Cabrera Cuéllar, se refirió a partes de su cuerpo que tienen socialmente una connotación sexual como sus nalgas, e indicó que sería agradable dormir encima de ellas; expresión que desborda los límites de la galantería o el coqueteo, pues insinúan un acercamiento íntimo”.

Agregó que si bien el acusado de manera directa no le propuso a la docente sostener relaciones sexuales; lo cierto es que propuestas como la de alquilar una habitación para compartir con ella, “inequívocamente entraña una invitación sexual y no puede pretenderse otorgar a este comportamiento una interpretación inocente o infantil, pues se efectuó por parte de un adulto, capaz de comprender el alcance de sus palabras y ofrecimientos…”.

Sostuvo la juez que no existe duda que José Alirio Cabrera Cuéllar acosó sexualmente a Patricia Imbachi España, con el fin de obtener provecho sexual, “pues no otra cosa puede entenderse de las insinuaciones y frases directas sobre su cuerpo, ofrecimiento de pago de estudios y lugar de habitación en Neiva”.

El análisis de los testimonios y las pruebas documentales llevaron a la jueza a condenar a José Alirio Cabrera Cuéllar, a la pena 1 año y 5 meses de prisión al ser hallado responsable del delito de acoso sexual.

La juez ordenó la captura de Cabrera Cuéllar una vez quede en firme la sentencia condenatoria.