La guerrilla de las Farc liberó ayer al general del Ejército, Rubén Darío Alzate y a otros dos cautivos, y propuso un ‘armisticio’ para propiciar el desarrollo del proceso de paz, suspendido por el gobierno tras las capturas.
El brigadier general Rubén Darío Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego fueron entregados a una misión humanitaria en el caserío de Vegáez, a orillas del río Arquía, al noreste de la zona del departamento de Choco donde fueron secuestrados el 16 de noviembre por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), indicó el grupo rebelde en un comunicado.
"Liberados (…) en perfectas condiciones", anunció antes en Twitter el presidente Juan Manuel Santos, quien exigía el regreso de los retenidos como requisito para restaurar las pláticas con las Farc, que tienen lugar desde hace dos años en Cuba sin un alto al fuego en Colombia.
Este paso de las Farc "contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos", indicó también el mandatario en un comunicado.
Muy temprano
El operativo, complicado por intensas lluvias en la remota y selvática región de Chocó, la más pobre de Colombia, fue supervisado por el comandante guerrillero, alias ‘Pastor Alape’, negociador de paz en La Habana y comandante del bloque ‘Iván Ríos’, que viajó especialmente enviado por el jefe máximo de la guerrilla, alias ‘Timoleón Jiménez’, según las Farc.
Delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y representantes de Cuba y Noruega, garantes de los diálogos de paz, acompañaron a los tres liberados hasta una unidad militar, desde donde se esperaba que viajaran a Bogotá.
Alzate, el oficial de más alto rango tomado por las Farc en 50 años de conflicto armado, fue retenido por el bloque Iván Ríos junto a su asistente y la asesora de proyectos especiales del Ejército durante un desplazamiento de civil y sin escoltas cerca de la capital regional Quibdó.
Los tres eran ansiosamente esperados por sus familiares que buscan respuestas a lo ocurrido. Alzate, un oficial condecorado general de 55 años, también deberá dar explicaciones al Congreso de la República, que ya anunció que lo convocará para saber las razones de esta aparente violación de las reglas básicas de seguridad.
"Rediseñar las reglas de juego"
Entre tanto, desde La Habana, las Farc llamaron a "rediseñar las reglas de juego" de las negociaciones para que "ningún suceso bélico en los campos de combate" justifique una nueva interrupción. "Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio", subrayaron.
Pero en un comunicado, Santos reafirmó su "convicción" de que negociar sin una tregua "ha sido la mejor manera de preservar" el proceso de paz.
La cúpula militar y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, recibieron al general Alzate, el cabo Rodríguez y la abogada Urrego Pava.
La insólita captura del general y sus acompañantes, que tiene perpleja a Colombia, provocó la suspensión de las pláticas para terminar un conflicto armado que ya ha dejado oficialmente 220.000 muertes y 5,3 millones de desplazados.
Las Farc, principal guerrilla de Colombia con unos 8.000 combatientes, ya habían liberado el martes a dos soldados capturados el 9 de noviembre tras combates en el departamento de Arauca, operativo para el cual también viajó desde Cuba el comandante alias ‘Carlos Antonio Losada’, indicó el grupo insurgente, ayer.
Fue rápido
La politóloga Angelika Rettberg atribuyó la agilidad y rapidez con la que se encaminaron las liberaciones al interés del Gobierno y de la guerrilla en evitar una escalada de la crisis. "El proceso de paz ya tiene inercia", dijo a la AFP.
Sin embargo, se desconocen cómo y cuándo se reiniciarán las conversaciones, que tras un receso normal debían retomarse el 18 de noviembre.
"Es difícil que el proceso de paz pueda reanudarse como si nada hubiera pasado", señaló a la AFP Christian Voelkel, analista para Colombia del International Crisis Group (ICG), una ONG especializada en la resolución de conflictos. "A largo plazo este episodio va a hacerse sentir en La Habana", subrayó.
Alias ‘Timoleón Jiménez’ ya lo advirtió la semana pasada, cuando desde la clandestinidad dijo que "las cosas no podrán reanudarse así no más, habrá que hacer diversas consideraciones".
La guerrilla también aprovechó para reclamar por los rebeldes presos, indicando que espera que esta liberación "extienda sus efectos benéficos a los prisioneros políticos y sociales del país".
Santos defiende proceso
El presidente Juan Manuel Santos defendió ayer su estrategia de negociar con las Farc sin declarar una tregua en Colombia, tras la liberación de tres cautivos y la insistencia de esa guerrilla en un "armisticio" que evite nuevas interrupciones en el proceso de paz.
"Tengo la convicción de que negociar en medio del conflicto ha sido la mejor manera de preservar los elementos esenciales del Estado y evitar que las conversaciones se conviertan en un ejercicio interminable", dijo Santos en un comunicado tras la liberación del general Rubén Alzate y otros dos retenidos por las Farc hace dos semanas.
Los diálogos de paz con las Farc, la principal guerrilla de Colombia y la más antigua del continente, tienen lugar en Cuba desde hace dos años sin un alto al fuego en el terreno.
Santos, que suspendió las conversaciones tras la captura de Alzate y sus acompañantes en el aislado departamento de Chocó, dijo que evaluará con los delegados de paz del gobierno la reanudación del proceso de paz. "Me reuniré con los negociadores para discutir los términos de su regreso a La Habana", indicó.
La liberación del grupo se dio en un lugar no precisado en las selvas del Chocó.
Sobre la liberación de Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego ayer domingo, Santos también dijo que "contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos, demuestra la madurez del proceso y nos permite unir nuestra voz a la de millones de colombianos que expresan su solidaridad con los liberados".
Tras la entrega de los cautivos a una misión humanitaria, las Farc instaron a Santos a "rediseñar las reglas de juego" de las negociaciones para que "ningún suceso bélico en los campos de combate" justifique una nueva interrupción.
"Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio", subrayó el grupo rebelde desde La Habana en un comunicado.
No a un cese al fuego
Las Farc han insistido desde hace meses en que es necesaria una tregua en Colombia para facilitar el proceso de paz en Cuba, una propuesta que Santos siempre ha rechazado por considerar que sería aprovechada por la guerrilla para fortalecerse.
El viernes pasado, ante el congreso nacional del poderoso gremio de los ganaderos, el presidente dio tres razones para que no haya un cese al fuego hasta el final de los acuerdos.
Primero, dijo, por las "nefastas" experiencias pasadas de verificación, complicadas por la intricada geografía colombiana. En segundo lugar, porque hace que las negociaciones se prolonguen "indefinidamente", lo cual consideró un "incentivo perverso". Y finalmente, por un simple elemento de vanidad personal.
"Yo no voy a pasar a la historia como otro presidente ingenuo que creyó en esa gente y les dio unas concesiones que después ellos aprovecharon, se quedaron con las ganancias y continuaron con su lucha", enfatizó.
En ese sentido, analistas como Léon Valencia han señalado que un cese al fuego como lo están pidiendo las Farc, sería imposible, pues en primer lugar el presidente Santos tiene claro que no lo aceptará.
Esto, debido a los argumentos que ha esgrimido hasta el cansancio y que tienen que ver con las experiencias negativas que en el pasado han significado los intentos por adelantar procesos de paz entre el Gobierno y las Farc.
Pero quizá una de las razones más poderosas es sin duda la férrea oposición que a esa idea hay entre las propias Fuerzas Militares, y sectores diversos en el país.
Y sin duda, a estas alturas, el presidente Santos no estaría dispuesto a enfrentarse a ninguno, máxime cuando la firma de la paz no está muy lejana.
Las palabras de Santos
Este es el comunicado que dio a conocer la Presidencia de la República, en la que el presidente Santos entrega sus impresiones sobre la liberación del general Alzate y sus acompañantes.
• El Brigadier General Rubén Darío Alzate, el Cabo Primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego fueron liberados en el día de hoy (ayer).
• Rechazamos el secuestro de cualquier ciudadano y nos alegra el regreso de estos conciudadanos a su hogar.
• El Gobierno Nacional agradece a los países garantes y al Comité Internacional de la Cruz Roja su decidido apoyo para superar esta dificultad en el proceso de paz.
• Aunque el paso dado por las FARC corresponde al deber de obrar conforme a la ley, es evidente que esa decisión contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos, demuestra la madurez del proceso y nos permite unir nuestra voz a la de millones de colombianos que expresan su solidaridad con los liberados.
• La negociación en medio del conflicto tiene costos que son difíciles de entender y aceptar.
• Me duelen profundamente los hechos de la guerra y soy el primer colombiano que lamenta y condena la muerte de soldados, policías, niños, hombres y mujeres. Sin embargo, tengo la convicción de que negociar en medio del conflicto ha sido la mejor manera de preservar los elementos esenciales del Estado y evitar que las conversaciones se conviertan en un ejercicio interminable.
• Me reuniré con los negociadores para discutir los términos de su regreso a La Habana. Reafirmo que la agenda del proceso de negociación con las FARC es sobre los cinco puntos acordados y esto no ha cambiado. Hemos logrado acuerdos acerca de tres de los puntos y seguiremos trabajando para lograr acuerdos en los dos restantes.
• Valoro y agradezco el apoyo de los colombianos y de la comunidad internacional en torno a la solución de este episodio y les pido que estemos más unidos que nunca para poder poner fin a este conflicto que tanto nos ha costado a todos.
Qué sigue
Así las cosas, ahora lo que sigue es retomar los diálogos entre el Gobierno y las Farc, tema que tendrá que definirse esta misma semana.
Y aunque también es cierto que no todo estará olvidado, y tan pronto, muchas cosas quedaron en el tintero.
Por ejemplo, quedó claro que contrario a lo que muchos piensan, las Farc no están divididas, pues el hecho de haber enviado desde La Habana a alias ‘Pastor Alape’ para venir a coordinar la liberación de Alzate y sus acompañantes, demuestra que el secretariado sigue con el poder sobre sus tropas.
Por otra parte, si alguien queda en el ‘ojo del huracán’ es el propio general Alzate, quien ha sido duramente criticado. Y cómo no, si el país conoció que el día de su secuestro se hallaba sin escoltas, y de civil en una zona donde las Farc dominan el territorio.
En ese caso, tiene muchas explicaciones que dar, y de hecho ya tiene una citación pendiente en el Congreso de la República donde le esperan muchos interrogantes por resolver.
Es que nadie en el país termina de entender qué hacía en Las Mercedes, en el departamento del Chocó, un oficial de tan alto rango, con toda la experiencia y la preparación posibles, en las condiciones en que se hallaba.
Para muchos, está claro que Alzate se metió donde no debía. Pero incluso algunos más benévolos han señalado que lo que puede haber ocurrido es que el general cayó en una trampa tendida por las Farc, aprovechando que él realiza acciones de tipo social en esa parte del país.
Pero con todo eso, no deja de ser preocupante que un oficial tan curtido en las lides de la guerra y tan preparado, no haya puesto en práctica sus conocimientos y eso haya generado que la inteligencia militar terminara fallando.
Por lo pronto, en el primer día de su liberación, Alzate ha sido celosamente escoltado desde el momento mismo de su entrega a la comisión que lo recibió.
Ayer, el oficial no entregó declaraciones y el acceso de la prensa estuvo restringido. El oficial se reunió inicialmente con altos mandos del Ejército y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón y más tarde con su familia.
Quién es la abogada
Gloria Alcira Urrego Pava es abogada, y actualmente es la coordinadora de Proyectos Especiales de la Fuerza de Tarea Omega.
Ella se encontraba en compañía del general Alzate cuando fueron secuestrados por las Farc. Según señalan, es algo así como la mano derecha del comandante de Tarea Conjunta Titán.
Lo asesora en la implementación y ejecución de proyectos sociales en el departamento del Chocó. Además, participa de manera activa en la puesta en marcha del programa interinstitucional de la Gobernación del Chocó y el Ejército Nacional.
Lo que se busca es lograr construir una agenda de desarrollo para los municipios chocoanos. Incluso, en la zona, Urrego Pava es reconocida por su labor social. De ahí que no era raro que acompañara al general Alzate en Las Mercedes.
Se vinculó a la Dirección de Gestión de Proyectos Estratégicos en enero de este año con el fin de los proyectos sociales y la agenda estratégica establecida para los municipios chocoanos.
El cabo Rodríguez
A nadie le sonaba el nombre del Cabo Jorge Rodríguez Contreras, antes del pasado 16 de noviembre. Solo después de ese día, cuando fue secuestrado por miembros del bloque ‘Iván Ríos’ de las Farc, en compañía del general Alzate, se supo de él.
Ese día hacía parte del grupo de acompañantes del general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, junto con la abogada Gloria Alcira Urrego Pava, coordinadora de Proyectos Especiales de la Fuerza de Tarea Omega.
El cabo Rodríguez es de Pamplona, Norte de Santander, soltero. Ingresó al Ejército el 3 de Marzo de 2005, y lleva nueve años de servicio en esa fuerza. Hizo parte del Batallón de Infantería número 14 ‘General Antonio Ricaurte’ para septiembre de 2006.
Posteriormente, ingresó al Batallón de Contraguerrillas número 39, pasó al Batallón de Infantería número 13 General Custodio García Rovira y al Batallón De Infantería # 12 ‘Brigadier General Alfonso Manosalva.
Ahora, solo espera ser sometido a los chequeos médicos y verificar su estado de salud, tras varias semanas en poder de las Farc.
Reacciones
Uno de los primeros en reaccionar frente al tema de la liberación, pero sin referirse al tema fue el senador Álvaro Uribe.
Como es costumbre, lo hizo a través de su cuenta de twitter. "¿Quién devolverá la vida de los soldados asesinados ayer?", "¿Quién reparará a los 14.794 secuestrados por Farc entre 1998 y 2003?", "¿Quién devolverá la vida a los 4 mil desaparecidos por Farc?" se preguntó.
Por su lado, el ex candidato presidencial, Oscar Iván Zuluaga, dijo: compatriotas siguen en la selva secuestrados por las Farc. Pedimos para que todos regresen a casa. No puede haber colombianos de 1a y 2ª.
La ex senadora Piedad Córdoba, dijo en twitter: si había una prueba de fuego para la paz era esta y se ha superado muy bien. Estoy muy contenta por liberaciones y por avances hacia la paz.
Asimismo, el senador Iván Cepeda dijo, ganó paz ganó: liberaciones de hoy reafirman firme voluntad de llegar al cese definitivo de las hostilidades. Buena noticia para Colombia.
A su turno, el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, tras conocer la liberación del general Rubén Darío Alzate Mora, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, aseguró que el principal enemigo de la paz son las Farc.
“El secuestro, los atentados terroristas, el reclutamiento de niños, el asesinato de soldados y policías, entre otras demostraciones de barbarie, no permiten construir confianza ciudadana en el proceso de La Habana y hace cada vez más difícil que la sociedad colombiana acepte concesiones a esa organización criminal”, señaló a través de un comunicado.
Pero también aprovechó para lanzar una advertencia. “Las liberaciones no son un acto de paz ni demostración alguna de buena voluntad de los secuestradores de las Farc. No merecen ningún reconocimiento, sino la dura condena de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional, por ser prueba de la decisión de la guerrilla de mantener el secuestro como política del grupo. Jamás los debieron secuestrar”.
Eso sí, expresó su intención de seguir respaldando la decisión del Gobierno Nacional de no caer en la trampa de las Farc de un cese bilateral de hostilidades.
Así mismo, subraya que el llamado “desescalamiento” no debe comprender medidas que detengan o disminuyan las operaciones militares y los operativos de policía en contra de las Farc. Tampoco deben restringir el empleo de todas las capacidades de la fuerza pública en su combate. El “desescalamiento” no se puede convertir en un “cese bilateral disfrazado”. Para llegar a la paz el momento requiere más firmeza y respaldo a los soldados y policías.