La Nación
COLUMNISTAS

¡Feliz navidad!

Se está acabando el año y es hora de hacer algunos balances y conclusiones. El país tuvo unas reñidas elecciones, que de alguna manera polarizó y que se quiso plantear entre la guerra y la paz. El Presidente Santos, está apostando todo su mandato, y su prestigio, al proceso de paz. Las cosas no son fáciles, especialmente con tanta desinformación, sin embargo, el camino se está recorriendo con algún éxito, se han adelantado algunos puntos de la agenda fijada y se está en la fase final que es tal vez la más dura y difícil, como es el tema de las víctimas. La gente es medio optimista, medio escéptica, en este caso porque no le cree mucho a la guerrilla. De todas maneras, que las FARC hayan declarado cinco ceses al fuego unilaterales y al parecer el último de manera indefinida, así como la liberación del general Alzate o la petición de perdón y reconciliación a las víctimas de Bojaya, son aspectos que nunca antes del proceso de paz se hubiesen pensado como posibles. Que siguen atacando o cometiendo atentados, es cierto, lo que sucede es que son las condiciones del proceso, negociar sin cese al fuego, lo cual es tristemente una ventaja, primero porque nos recuerda lo que es la guerra, segundo, porque desafortunadamente es lo que se quiere parar, tercero, porque un cese bilateral, como lo ha demostrado la historia de Colombia es presa fácil para los saboteadores del proceso, como dijo Otto Morales Benítez, hace ya 30 años, la paz tiene enemigos “solapados”. Si hay un cese al fuego, es muy fácil atacar a la guerrilla (como paso con Antonio Navarro Wolf también hace 30 años), o que pequeñas estructuras anden como ruedas sueltas y eso sea suficiente para acatar las voces de terminación del proceso. Además, negociar la dejación de las armas, no es una tarea sencilla, porque muchos miembros de este grupo ilegal, no están acostumbrados sino a la delincuencia y de ahí podrían pasar al ELN o a las BACRIM, eso es un escenario probable, pero el solo hecho de que el 80 o 90 por ciento de las FARC se desmovilice es una ganancia para el país, las víctimas, la economía, el desarrollo, el turismo, entre otros. Hay que esperar como avanza el proceso de paz y ojala que en el 2015 podamos firmar y votar por la terminación total de las hostilidades. Mientras tanto, permítame desearle a usted amable lector y a su familia, una muy feliz navidad.