La Nación
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Fracaso anunciado

Un nuevo informe de la Contraloría General de La República sobre la aplicación de las regalías según el nuevo Sistema General de Regalías confirma la inoperancia del SGR en todos los aspectos. Cuando la Contraloría publicó hace dos años un primer informe se argumentó, con razón, que apenas había transcurrido un año después de la reforma a las regalías. Pero tal informe ya mostró lo que se acaba de comprobar: El SGR ni ha eliminado la corrupción achacada a los entes territoriales, ni ha mejorado la eficiencia de la inversión y muchísimo menos ha contribuido a reducir las brechas entre las regiones y el gobierno central. Por el contrario, como lo afirma la Contraloría, casi el 40% de las regalías autorizadas (7 billones de pesos) están en cuentas bancarias como demostración de la burocratización por las OCADs, la diversidad de proyectos sin sustento mayor y el atraso operativo de las gobernaciones y alcaldías, principales ejecutores pero no directamente operadores.

Según la información, los municipios resultan mejores ejecutores que los departamentos (mientras estos han terminado 5% de los proyectos, los municipios terminaron 28% de los proyectos en el periodo 2012-2014). Esto no sorprende porque los proyectos de los municipios se refieren a la alimentación y el transporte escolar y otros similares que nunca debieron ir a las OCAD y, en el régimen anterior, eran de corriente aplicación. En cambio, los dos entes quedan mal calificados cuando se trata de proyectos de ciencia y tecnología (36% de 2.7 billones), quizás lo único bueno del SGR. Esto confirma que departamentos y municipios no estaban preparados para captar recursos en este campo y han incurrido en serios errores en proyectos que son distantes de lo que se entiende por Ciencia y Tecnología.

Cuando comenzó a justificarse el zarpazo a las regalías por la Nación se pagó a un periodista para crear el ambiente favorable en los medios al nuevo sistema. Hoy, con crisis fiscal, con un creciente déficit en cuenta corriente (7% del PIB, enorme), tenemos que sospechar de las publicaciones como la del domingo en El Tiempo. Estemos atentos porque nada de raro que le echen mano a los recursos no ejecutados con el argumento de reducir el déficit del gobierno que, no lo olvidemos, nacionalizó las regalías. Todo es posible en un país en el que se negocia todo. Nada puede sorprendernos. Ojo pues parlamentarios y clase dirigente. ¡Hagamos presunción de mala fe pues la realidad así lo indica!