La Nación
Galletas de jengibre, deliciosas viandas navideñas 1 18 abril, 2024
VAMOS A COMER

Galletas de jengibre, deliciosas viandas navideñas

Las galletas de jengibre se extendieron desde Europa a gran parte del mundo, convirtiéndose en un sabroso icono navideño. Sepa cómo prepararlas.

 

La Navidad es una época para disfrutar en familia y qué mejor manera de hacerlo que cocinando juntos. Por eso, hoy comparto con los lectores de LA NACIÓN una receta muy sencilla de galletas de jengibre que, además de deliciosas, puede ser el plan perfecto de integración familiar que los más pequeños de la casa disfrutarán al máximo.

Las galletas de jengibre son un dulce tradicional de Navidad, pueden prepararse con multitud de formas para crear un ambiente más navideño: estrella, campanas, arbolitos, corazón, casa, pero una de las formas más extendidas es la de muñeco.

Su origen se remonta a la reina Isabel I de Inglaterra, que regalaba galletas de jengibre con forma de hombre, desde esos días se volvió en toda una tradición europea pero que, gracias a la globalización, se ha extendido a muchas partes del mundo.

 

Receta

(24 unidades aproximadamente)

*Ingredientes:

 

-Para la masa:

450 g de harina

200 g de mantequilla

100 g de azúcar moreno

80 g de miel

2 cucharaditas de jengibre en polvo

2 cucharaditas de canela

1 pizca de sal

Cortadores para galletas

 

-Para el glaseado:

200 gramos de azúcar glas (en polvo)

1 clara de huevo

1/2 limón

Mangas pasteleras

 

 

*Preparación de la masa:

Tamice los ingredientes secos: la harina, el jengibre, la canela y la sal y reservar.

Bata la mantequilla junto con el azúcar moreno; recuerde que la mantequilla deberá estar blanda, en pomada. Batir ambos ingredientes hasta que la mezcla adquiera un tono más pálido y tenga un aspecto ligeramente esponjoso.

Agregue la miel mientras continúa batiendo la mezcla.

Incorpore los ingredientes secos que había reservado previamente. Baje la velocidad de la batidora al mínimo, añada un tercio de esta mezcla y bata hasta que no vea restos de harina. Realice este procedimiento hasta que termine de agregar los ingredientes secos. Recuerde que no debe trabajar la masa en exceso, pues las galletas pueden quedar duras.

Divida la masa resultante en dos porciones, aplánelas un poco y envuélvalas con plástico de cocina. Déjelas reposar en la nevera unos 15 minutos, así conseguirá que la masa se enfríe un poco, se endurezca y adquiera una textura más adecuada para estirarla con el rodillo.

*Armado y horneado de galletas:

Estire la masa con el rodillo hasta que tenga 5 o 6 mm de espesor, tratando que quede uniforme.

Una vez estirada, deje reposar la masa durante 1 hora en la nevera, así estará bien firme a la hora de cortarla y evitará que se deformen durante el horneado.

Pasado el tiempo de reposo corte la masa con la forma que quiera, usando cortadores para galletas.

Coloque una hoja de papel para hornear sobre una bandeja para horno; si no tiene papel, puede engrasarla. Disponga las galletas sobre la bandeja, dejando 2 centímetros de separación entre cada una.

Hornee las galletas a 180 grados durante unos 15 minutos o hasta que vea que los bordes empiezan a dorarse.

Cuando estén listas, saque la bandeja del horno y déjela reposar unos 5 minutos. Finalmente traslade las galletas a una rejilla para que terminen de enfriarse.

*Glaseado:

Para hacer este glaseado para galletas, comience por separar la clara de la yema. Reserve la clara.

Tamice un par de cucharadas de azúcar glas sobre la clara y remueva con las varillas. Repita el proceso añadiendo poco a poco azúcar glas hasta conseguir la consistencia deseada. Para saber que está en su punto, levante las varillas y observe el glaseado que cae al bol. Debe tardar alrededor de 10 segundos en volverse a alisar.

Por último, agregue unas gotitas de zumo de limón y mezcle.

Pase el glaseado a una manga pastelera de boquilla muy fina y decore las galletas de jengibre a su gusto.

RECOMENDACIÓN:

Si no se le da mucho preparar el glaseado o su paciencia culinaria no le alcanza, puede disfrutar las galletas de jengibre tal cual, sin decoración alguna. También quedarán sabrosísimas.