La Nación
¿Qué gana y qué pierde Vargas Lleras al lanzarse por firmas? 1 3 octubre, 2024
POLÍTICA

¿Qué gana y qué pierde Vargas Lleras al lanzarse por firmas?

Por: Revista Semana.

El exvicepresidente de la república buscaría separar la marca de su partido en la campaña y consolidar apoyos en otros partidos políticos, incluso el Centro Democrático. Sería candidato independiente, pero con una sólida maquinaria.

Germán Vargas Lleras ha sido el rostro de Cambio Radical, y en ese movimiento lo consideran su jefe natural y único. Por eso no deja de sorprender que teniendo un partido político el exvicepresidente de la república busque la presidencia pero por el camino de la independencia. Aspira a que cuatro millones de firmas respalden su candidatura, e inscribirse por un grupo significativo de ciudadanos, precisamente el camino que la ley ofrece a quienes no tienen lugar dentro de los partidos políticos. Es decir, una autopista que parece no estar diseñada para él.

‘Mejor Vargas Lleras’ será el nombre del Comité Promotor que esta semana se inscribiría en la Registraduría y que iniciaría la ambiciosa meta de la recolección de firmas. Los primeros en ser notificados serán los congresistas de Cambio Radical, que esperan a que  Vargas Lleras les comunique la estrategia en la cena que tendrán en la noche de este lunes en la sede del partido, en el centro de Bogotá.

Sin duda es toda una jugada política, a menos de nueve meses de las elecciones presidenciales. Vargas Lleras sería el noveno candidato por firmas (hasta el momento) en una campaña que está resultando bastante atípica. Es probable que el próximo año los colombianos se encuentren con un tarjetón con más candidatos independientes que de partidos políticos. De hecho, dos de la coalición de la Unidad Nacional, no tendrían aspirante de formas directa, la U y el propio Cambio Radical.

Sin embargo, no significa que Vargas Lleras, un astuto conocedor de la política, se case exclusivamente con la opción de las firmas. Al menos dirigentes de Cambio Radical se refieren a ello como “una posibilidad”. Que un grupo autorizado por el exvicepresidente empiece la tarea de recoger firmas en todo el país. Tendrán como plazo el 13 de diciembre parta presentarlas a la Registraduría. Si la apuesta no resulta, ahí está listo el paraguas de su partido político.

Pero la apuesta de Vargas Lleras va más allá de asuntos de logística electoral, y su idea de ir por firmas tendría otras implicaciones políticas.

La cruz de Cambio Radical

Cambio Radical tiene trece años de trayectoria, desde entonces ha estado dentro de los cinco partidos con mayor representación en el Congreso, y en las pasadas elecciones se hicieron con siete gobernaciones y seis alcaldías capitales, incluyendo Bogotá. Pero en ese tiempo también ha sido un partido castigado por la justicia. Fue el partido más castigado por la parapolítica (hasta 44 de sus congresistas fueron investigados), y varios de sus gobernantes electos fueron salpicados en casos de corrupción, como los exgobernadores Álvaro Cruz en Cundinamarca, o Kiko Gómez y Oneida Pinto en La Guajira.

Aunque este tipo de escándalos han salpicado a casi todos los partidos políticos, la marca Cambio Radical podría ser asociada a los hechos de corrupción. Semana.com conoció que una encuesta interna en el partido reveló que la mayoría de los consultados lo asocian a la corrupción. Por eso, tener el respaldo de un grupo significativo de ciudadanos podría ser una estrategia para eludir algunos asuntos que podrían salir a relucir en la campaña.

De inscribirse con el respaldo de cuatro millones de firmas, como busca, Vargas Lleras le daría una legitimidad popular a su aspiración. Además, en momentos en los que los partidos políticos marcan niveles históricos de desconfianza, una campaña electoral personal y cercana a la ciudadanía le mejorará su imagen. Según el Observatorio para la Democracia de la Universidad de los Andes, solo un 20 por ciento tiene credibilidad en ellos. Algo similar a la estrategia de Álvaro Uribe en el 2006, que a pesar de tener partido político, la U, prefirió buscar el respaldo ciudadano para lanzarse a la reelección.

Eso no significa que si Vargas Lleras se va por el camino de las firmas no cuente con el respaldo de Cambio Radical, lo que se da por descontado, y que se demuestra en el liderazgo que viene ejerciendo el exvicepresidente para conformar las listas de candidatos a Senado y Cámara del partido. En el 2015 Enrique Peñalosa se inscribió por firmas a la alcaldía de Bogotá, pero su principal respaldo fue Cambio Radical.

Sin embargo, si Vargas se presenta sin el logo de su partido, podrá concentrarse a responder por sus ejecutorias en el Gobierno Santos, al frente de la política de vivienda y de infraestructura, en lugar de responder por el pasado de Cambio Radical.

Coquetear con otros partidos políticos

Para varios dirigentes de Cambio Radical el liderazgo de Vargas Lleras trasciende más allá de la figura de los partidos políticos, por lo que consideran que no sería bueno encapsularse. La estrategia por firmas, entonces, le permitiría capitalizar el respaldo de otros partidos, sectores del Liberalismo, de la U, e incluso del Centro Democrático. “Hay que buscar un vehículo más amplio. Un presidente de la república no es un partido político, tiene que trascender veleidades y representar la unión de todos los partidos”, dijo en la W Radio Rodrigo Lara, exdirector de Cambio Radical, al calificar de acertada la estrategia de las firmas.

Han sido numerosos los dirigentes que quieren pasarse al partido de Vargas Lleras y apostar por su candidatura. Pero las leyes que prohíben el transfuguismo son quizás el principal inconveniente para que el exvicepresidente consolide estos respaldos.

No perder terreno en la campaña

Aunque la campaña ya ha venido calentando motores, oficialmente empieza a partir del momento en que se abran las inscripciones de candidatos. La Registraduría ha señalado la fecha del 27 de enero, cuatro meses antes de la primera vuelta. Eso significa que hasta ese momento ningún candidato puede hacer campaña.

Sin embargo, esa disposición legal tiene un vacío frente a los grupos significativos de ciudadanos, quienes ya han venido inscribiendo su comité promotor en actos propios del proselitismo electoral, y hacen campaña para recolectar las firmas. Circunstancia que les permitiría ganar terreno frente a los candidatos de los partidos políticos.

Desde que renunció a la vicepresidencia, Vargas Lleras ha permanecido en un silencio mediático. No se pronuncia sobre los temas nacionales salvo algunas excepciones, como en el caso de las relaciones con Venezuela, cuando escribió un par de trinos.

Es probable que el silencio de Vargas Lleras le haya traído consecuencias en esta precampaña. En la mayoría de encuestas figuraba de primero con relativa ventaja. Pero a medida de que los demás aspirantes han ido saltando al ruedo, su favoritismo ha decrecido. Por ejemplo, en la más reciente encuesta que se conoció, la del Centro Nacional de Consultoría para el noticiero CM& el pasado viernes, Vargas perdió, en agosto, tres puntos frente a la última medición, en el mes de julio.  De 11 % pasó a 8 % (entre 1033 encuestados).

Desventajas

De inscribirse por firmas, Vargas Lleras adelantaría parte de su campaña, sin esperar a la fecha que por ley marca el inicio de la contienda. Pero de otro lado perdería los espacios gratuitos de televisión pública que el Estado les otorga por ley a los partidos políticos con personería jurídica.  Los candidatos por firmas solo tendrán acceso a medios de comunicación privados.

Y estaría obligado a invertir mayores recursos a su campaña, pues para buscar el apoyo ciudadano tendrá que desplegar toda una estructura nacional y regional para la recolección de firmas, gasto que no estaría obligado a hacer de inscribirse con el aval de Cambio Radical.

Sin embargo, formar esa estructura lo podría capitalizar como ventaja, pues los demás candidatos por firmas no tienen una maquinaria política como la que Vargas Lleras ya tiene asegurada. El camino de las firmas parece el más difícil para llegar a la presidencia, pero en el caso de Vargas Lleras podría ser una ventaja.

Aquí todo el artículo completo de la Revista Semana:

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