La pasmosa arrogancia, el discurso pausado, acentuado, recargado, el verbo del romántico idealista, desprende los vítores y aplausos del pueblo hambriento e instrumentalizado, que no entiende el discurso, pero sí permite que manipule sus emociones. A esto se llamaría nuevamente el éxito de la hipocresía social. Se emplea la envidia política, social y económica como el mejor motor para mover la masa, arengarla y motivarla a respaldar las inconducentes reformas desde la calle; prestemos atención al contenido de los grandilocuentes balconazos presidenciales.
Continúa el amor platónico del gobierno nacional con la paz total, a costa de la seguridad y tranquilidad de los colombianos. La bajeza de las Farc de siempre; amenazan de nuevo jugar tiro al blanco con militares y policías activos, retirados, veteranos y reservistas; con irrisorios precios por su cabeza, revictimización de la sociedad civil en todas sus modalidades, no obstante, estas amenazas no son motivo suficiente para decretar la suspensión del cese al fuego con todas las franquicias criminales.
Preocupa más al “alto gobierno” la crisis del medio oriente, el conflicto en Gaza, el llamado a la paz en el hemisferio este, pero no condena a Irán por el ataque al estado de Israel, incursiona permanentemente en asuntos internacionales que no le competen, a su juicio esta es la antesala a una tercera guerra mundial, aumentando la tensión, la desinformación y difusión de fake news en sus redes sociales (vaya forma de manejar un país), sin embargo, es indiferente a la situación de zozobra que vivimos en Colombia, en medio de un conflicto de largo aliento, la sociedad civil caucana a merced del terrorismo con el registro de combates casi a diario en cualquier rincón del departamento y la afectación de los territorios vecinos particularmente inmersos en historias de conflicto y terrorismo subversivo.
Ya es común, normal, los temas de todos y cada día, Estado Mayor Central, Eln, disidencias, mordisco, extorsiones, muertos, violencia, tráfico de armas, estupefacientes, pero seguimos ante un “Petrificado” silencio. Mientras tanto, la plenaria del Senado hunde la ponencia alternativa y aprueba la ponencia del gobierno sobre el proyecto de ley que busca cambiar de raíz el sistema de pensiones; este espaldarazo del partido liberal y la U le suministran un tanque de oxígeno a las cianóticas y casi exánimes reformas presidenciales.
Exigimos atención al territorio por parte del gobierno nacional, el Huila está siendo revictimizado, parece que olvidáramos esa época oscura del alma en una historia no muy lejana, Miraflores, Manzanillo, avión HK-3951, concejales de Rivera, y ahora más de 10 atentados terroristas con explosivos en Neiva. “Bonito así”. ¡Palabra de espartano!