La Nación
Juan David Huertas Ramos
COLUMNISTAS OPINIÓN

¡Gracias Petro!

Gracias a Petro, los colombianos hemos podido ser espectadores de su  (des)gobierno. A juicio del Senador Miguel Uribe, este parece ser una narconovela de Gustavo Bolívar.

Pues, era impensableque un ex  M-19 llegase a ocupar el solio de Bolívar. Sin embargo, su inflamable retórica fue erigiendo desde el Senado la idea de que podría ser presidente algún día, a pesar de su pésima alcaldía en Bogotá.

Entonces, movido por su obsesión presidencial, a mediados de septiembre de 2021 y finales de enero de 2022 (fuera del calendario electoral), Petro llevó a cabo varios mítines políticos como antesala de su boyante campaña.

En esta, Petro cautivó la opinión pública con el odio que emanan sus discursos y la irresponsabilidad ignorante de muchas de sus propuestas.

Además, ad portas de la segunda vuelta presidencial (junio 2022), el país conoció que la campaña de Petro, al mando de Guanumen-, hoy cónsul en Chile, había corrido las líneas éticas, entre otras, para destruir la imagen de Federico Gutiérrez.

Por la misma época, Juan Fernando Petro (hermano de Gustavo Petro) visitaba las cárceles de Colombia, presuntamente, para ganar el apoyo electoral de condenados por narcotráfico y corrupción a cambio de promesas de no extradición y excarcelación (Entiéndase, Pacto de La Picota).

Obviamente, todo ha sido negado por Gustavo Petro llegando a niveles inverosímiles, cuando menos, y miserables, cuando más, al indicar que él no había criado a Nicolás Petro, su hijo mayor, al hacerse  pública una denuncia de la ex esposa de Nicolás (Day Vásquez) en la que reveló que este se había apropiado de dineros que debían dirigirse a la campaña Petro presidente, los cuales habían sido entregados por ex narcotraficantes y personas relacionadas con corrupción. La señora Vásquez también denunció la presión que Petro Jr. ejercía sobre los ministros para lograr cuotas burocráticas (mermelada). Ante ello, el país recordó el vídeo sórdido en el que Petro recogía fajos de efectivo a dos manos para llevarlos consigo en bolsas de basura en medio de su intento presidencial de 2018.

Ahora bien, los muchos desaciertos y la ignorancia sobre los asuntos públicos han dejado al descubierto, en tan sólo nueve meses, al loco de los balcones.

Pero, como si fuera poco, hace un par de días, uno de sus alfiles, Armando Benedetti, entregó declaraciones a Revista Semana que profundizaron mucho más el contenido de unos audios filtrados a los medios previamente en los que este discutía con Sarabia (ex jefe de gabinete), por el “espacio político” que, según él, merecía por haber gestionado 15 mil millones de pesos para la campaña  Petro 2022.

Benedetti dejó claro que dicho dinero tenía un origen cuestionable y que todo lo que él sabe de Petro podría tumbar hasta las Torres Gemelas.

Como muchas cosas suceden, Benedetti, que se había definido en las conversaciones con Sarabia como un tigre sin salida, trató de excusarse por redes sociales con Petro, culpando de sus palabras al trago.

Sin embargo, y tal como reza el adagio, a los borrachos, como a los niños, hay que creerles, por eso es importante que la ciudadanía respalde la institucionalidad a fin de no permitir otro oprobioso Caso 8.000, pues, el mismo Benedetti advierte a Sarabia, que todos podrían irse presos por lo que él sabe y que podría contar.

Finalmente, que Dios proteja a Benedetti y que sepa que el país espera de él un tigre furioso, y no un “misifú” acobardado.