La Nación
‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 9 7 mayo, 2024
INVESTIGACIÓN

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 15 7 mayo, 2024
‘Gabrielito’ está vinculado actualmente con la Alcaldía Municipal para construir ataúdes cuando fallecen los abuelitos del ancianato.
‘Gabrielito’, el enamorado ebanista del pueblo, está a punto de cumplir sus 100 años con admirable fortaleza, fabricando las cajas mortuorias como obras de arte. Recita, echa piropos y recuerda a las 150 mujeres que pasaron por su vida.

A pesar de sus 99 años de edad, Gabriel Rodríguez García conserva la tradición que su padre le dejó como el mejor ebanista del pueblo. Sólo que ahora se dedica con una admirable mística a fabricar los ataúdes para quienes, por circunstancias del destino, partieron al otro mundo. Y no sólo para los más más pudientes.

Contratado por la Alcaldía de Colombia (Huila) suministra las cajas mortuorias para los más pobres, los menesterosos o los abuelitos sin dolientes que fallecen en el ancianato.

En un banco de pino, hecho el siglo pasado, comienza su faena diaria en una vieja casona en el barrio Carmelitano, donde tiene su taller, también heredado de su progenitor.

Aunque tiene una ‘sordera selectiva’, producto del aserrín sobrante en su diaria labor con la madera, oye hasta por los codos, y no es un secreto para sus amigos y familiares. Es parte de su recia personalidad, de su talante de ebanista empedernido; pero además, recio parlanchín, dicharachero, con vista formidable, fortaleza y paso firme.

El día de ‘Gabrielito’ inicia a las 5:00 de la mañana. Se toma un café y saluda a su único y más fiel acompañante ‘Roberto’, un loro obsequiado por una de sus hijas hace 17 años a quien considera su hijo adoptivo. El plumífero, respondiendo a esa lealtad, lo llama papá en cada cotorreo.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 16 7 mayo, 2024
“Yo he vivido toda mi vida alentado, porque al principio nos daban carne de chivo y como todos los alimentos se cosechaban en la casa, no tenían químicos”.

A las 6:00 de la mañana barre el frente de su casa paterna, una casona construida hace más de 150 años, considerada un patrimonio arquitectónico.

A las 6:30 de la mañana arranca su día laboral que finaliza a las 4:00 de la tarde, cuando se sienta a leer la prensa, como un muchacho, sin necesidad de gafas.

LA NACIÓN llegó hasta la casa de don Gabriel Rodríguez García. Él nos recibió con una gran sonrisa, la compañía de sus hijas y nos contó su historia.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 17 7 mayo, 2024
LA NACIÓN llegó hasta la casa de don Gabriel Rodríguez García. Él nos recibió con una gran sonrisa y la compañía de su familia.

“Nací en 1915 el 18 de marzo, en cinco meses cumplo 100 años”, expresó orgullosamente. “Soy de Buenos Aires, una vereda de Colombia (Huila). Papá me enseñó a trabajar la madera; él me dejó un banco hecho en pino donde trabajaba los palos y tiene más de 120 años. La familia nunca se olvida, nosotros éramos diecisiete mujeres y ocho varones: Isaías, jeremías, Campo Elías, Pedro, Segundo… y ahora sólo vivimos tres”, expresó.

Los ataúdes cuestan entre 350 y 400 mil pesos, dependiendo el modelo.

“A los 40 años me dediqué a hacer sólo piyamas, ataúdes en madera elaborada y barnizada, con un acolchado en su interior, como la última morada, mejor dicho, como una piyama”.

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‘Gabrielito’ es una persona llena de picardía, siempre tiene un tema para hablar y a pesar de su edad tiene una excelente vista, fortaleza en sus brazos y pasos firmes.

Antes hacía puertas, ventanas y demás objetos de madera. Ahora sólo hago cajones con bisagras y también sellados, planos, algunos con cortinas y redondos, aunque en tiempo de violencia no se ponían a ver lujo, lo que importaba era donde tener que echarlo. Antes trabajaba muchas clases de madera: cedro, amarillo, mantequillo… ahora como compro las tablas en Neiva ni se sabe qué clase de palo me venden”, afirmó; sin embargo, es parte de un ritual.

“El primer paso para hacer los ataúdes es tener plata para comprar materiales (risas), compro la madera, hago los trazos, luego se cortan con cierra o serrucho, se pulen, coloco la tabla base y luego las otras sucesivamente se pegan con pega de madera, se deja secar y se ajustan con puntillas”.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 19 7 mayo, 2024
“Yo nací en 1915 el 18 de marzo, en cinco meses cumplo 100 años”.

Sus habilidades para transformar la madera trascendieron otras facetas. A punto de cumplir sus 100 años, su corazón late como en otros tiempos. Es enamorado y piropero. Le gustan los versos y recita piropos a muchachas que pasan por su frente.

Rita Narváez, su última esposa, rompió un libro donde él tenía anotados más de 150 nombres de mujeres que han pasado por su vida.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 20 7 mayo, 2024

“Con tantas mujeres en el mundo yo sólo tuve dos”, aseguró ‘Gabrielito’, antes de soltar una carcajada. “Siempre he sido muy afortunado en el amor y las mujeres las conquistaba fácilmente”, sigue con su carcajada.

“No sé, uno tiene una particularidad para que lo quieran las mujeres, y del libro no les voy a contar porque aprenden”, continúa muerto de la risa.

‘Gabrielito’ se casó dos veces, su primera esposa falleció y la segunda vive con una de sus hijas. Es un patriarca, engendró siete hijos, de los que seis siguen con vida; una de sus hijas, Teresita, vive al tanto de lo que él necesite.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 21 7 mayo, 2024
Don Gabriel y ‘Roberto’, un loro que tiene hace 17 años. 

A pesar de sus casi 100 años de edad, es un hombre lleno de vitalidad, que puede levantar objetos de un peso considerable y con una excelente visión, quizá más aguda que la de cualquiera de sus hijos. “Yo he vivido toda mi vida alentado, porque al principio nos daban carne de chivo y como todos los alimentos se cosechaban en la casa, no tenían químicos”, relató. Ese es su mejor secreto.

“Seguiré haciendo ataúdes hasta que mi Dios me tenga con vida y salud. Creo que por ahí ocho días antes la muerte le avisa a uno que se lo va llevar. Cuando llegue la pelona dejo de trabajar y la espero aquí calmado”. Eso sí, nos advirtió con toda franqueza: Antes de que llegue la pelona pienso dejarle los ataúdes a cada uno de mis hijos, eso sí, siempre lo he pensado, el único ataúd que no haré nunca será el mío”. Carcajadas.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 22 7 mayo, 2024
El alcalde de Colombia, Arbey Vargas Manguera, condecoró a don Gabriel en la celebración del centenario del municipio, en el año 2012.

‘Haré todos los ataúdes menos el mío’ 23 7 mayo, 2024
“El primer paso para hacer los ataúdes es tener plata para comprar materiales (risas)”.